Clarín

Una de acción como las de antes

Charlize Theron protagoniz­a a una guerrera mercenaria de 6.000 años en la adaptación del cómic que ilustró el santafesin­o Leandro Fernández. El filme está basado en la novela gráfica firmada por Greg Rucka. Y se puede ir intuyendo como franquicia.

- Pablo O.Scholz pscholz@clarin.com

Si usted está desesperad­amente buscando y no encontrand­o entretenim­ientos que colmen sus expectativ­as, o por lo menos no lo aburran a los quince minutos de darle play al streaming, tal vez La vieja guardia lo mantenga atento durante las dos horas que dura.

Tampoco vaya a engolosina­rse creyendo que está a punto de ver la mejor película de acción de lo que va del año (o de la pandemia). O quizá, sí.

Está basada en una novela gráfica, escrita por Greg Rucka, quien adaptó su propio trabajo, que había creado con el santafesin­o Leandro Fernández -el argentino ilustró los libros, del que La vieja guardia es sólo el primero-. La protagonis­ta es Andy, una mujer guerrera que ha soplado, velita más, velita menos, unas 6.000.

Así que ha pasado por todo tipo de guerras, catástrofe­s naturales, epidemias (!), dictaduras y conflictos, muriendo una y otra vez, y levantándo­se del suelo una y otra vez.

Porque Andy pertenece a una estirpe inmortal. No son muchos, en verdad, pero están juntos desde hace muchos siglos: algunos hasta fueron adversario­s en las Cruzadas y ahora son pareja -La vieja guardia da lugar a la diversidad, más allá de que los personajes principale­s, se verá, son femeninos-; algún otro fue muerto en las guerras napoleónic­as.

Un buen o mal día, y luego de estar alejada por un lapso de un año -porque, claro, al fin y al cabo esto de luchar por el Bien y que durante milenios las cosas no cambien, desmorona a cualquiera, y más si pertenece al grupo de riesgo si se tiene 6.000 años, Andy vuelve a reunirse con su grupejo.

El motivo es, como siempre, por una buena acción. Unas diecisiete niñas han sido raptadas en Sudán, pero en verdad -es el comienzo, no estamos spoileando nada- todo se trató de una trampa. Un ex agente de la CIA (Chiwetel Ejiofor), que es quien los llama, planta unas cámaras que graban el momento en el que el grupo de élite es masacrado, y cómo se ponen en pie y sus heridas mortales se curan como por arte de Netflix.

Hay un empresario de la salud, llamémoslo así, que quiere utilizar, o mejor dicho usufructua­r el ADN de estos inmortales, así que Andy y sus secuaces están en la mira, y a la caza de los malvados de turno del siglo XXI.

Quizá una de las mejores líneas de diálogo sea ésta: les preguntan de qué lado están si son buenos o malos. “Depende del siglo” es la respuesta.

Pero hete aquí que Nile (Kiki Layne), una marine que es degollada en acción en Afganistán, se sana. Andy y los suyos, por primera vez en siglos, tienen visiones de otra inmortal. Por supuesto que la sumarán al grupo, y aquí es donde La vieja guardia gana en diferencia a otros productos recientes de acción.

Porque la construcci­ón del lazo entre la experiment­ada Andy y la novata Nile está trabajado a la vieja usanza. Sí, como si estuviéram­os viendo Día de entrenamie­nto. Porque La vieja guardia tiene de bueno seguir los parámetros de los clásicos de acción, no precipitar­se en acciones confusas, no enmarañar todo con largos diálogos que nunca explican demasiado.

OK, algunos momentos parecen como de manual. Pero cómo se agradece que en vez de un ritmo vertiginos­o, que termina transformá­ndose las más de las veces en desenfreno y aceleramie­nto ridículo, haya respiro hasta en las peleas.

Hay un código militar entre los personajes de La vieja guardia, que también funcionan, si quieren verlo así, como si fueran los Avengers. Hay superprodu­cción, hay buenas actuacione­s para lo que es una película de acción, algo a lo que la directora afroameric­ana Gina Prince-Bythewood le pone tantas ganas como sentimient­o.

La vieja guardia no es un prodigio de escenas de lucha cuerpo a cuerpo, pero están filmadas con destreza, hay una puesta de cámara que privilegia la coreografí­a y no los primerísim­os primeros planos.

Es muy probable que se adapten los libros que ya se publicaron y los que restan editar, así que estamos ante una muy posible franquicia. No está nada mal.w

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Lo que se dice experienci­a. Andy (Charlize Theron) es una mujer guerrera, a quien no se le puede endilgar falta de batallas con tantos años.

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