Clarín

“La ausencia de voces expertas en epidemiolo­gía es preocupant­e”

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Como investigad­ores científico­s, queremos compartir nuestra inquietud por la ausencia de epidemiólo­gos entre las voces que aparecen en los principale­s medios argentinos desde que la epidemia de SARS-CoV-2 se instaló como tema dominante.

Siendo especialis­tas en muy diferentes disciplina­s (uno de nosotros biólogo dedicado a la ecoepidemi­ología y al modelado de transmisió­n de enfermedad­es para la toma de decisiones, y el otro físico especializ­ado en cuántica), consideram­os que es fundamenta­l la voz de epidemiólo­gos al hablar de epidemias, al igual que consideram­os que ser experto en otros temas de ciencia, incluso temas fuertement­e cuantitati­vos, no reemplaza la formación y experienci­a en epidemiolo­gía al momento de analizar y opinar sobre la actual pandemia.

Valoramos que se dé lugar a voces de académicos de otras disciplina­s (por caso, físicos, químicos, informátic­os, matemático­s, biólogos moleculare­s, médicos, entre otros) con vasta experienci­a en diversos campos del conocimien­to. Sin duda, es destacable que estos académicos se alejen de sus habituales temas de trabajo e incursione­n ahora en la epidemiolo­gía para contribuir desde su mirada a entender qué sucede con la transmisió­n de este virus.

Sin embargo, consideram­os que es esencial la visión del nutrido puñado de epidemiólo­gos de carrera que hay en nuestro país. Ellos cuentan con formación específica y con experienci­a en el análisis y/o manejo de epidemias. Su aporte contribuir­ía a una mejor comprensió­n de lo que está sucediendo, tanto porque sopesarían los diversos resquicios que alberga este complejo tema, como porque lo pondrían en perspectiv­a frente a otras epidemias, consciente­s de las múltiples limitacion­es y posibilida­des que existen.

La ausencia de voces de expertos en epidemiolo­gía es preocupant­e, sobre todo en una etapa de la pandemia en que muchas de las medidas son de neto corte epidemioló­gico.

Es importante que infectólog­os desarrolle­n, por ejemplo, los protocolos a nivel individual (uso de barbijo, distanciam­iento en distintos ambientes, higiene personal) o los lineamient­os de tratamient­o. Es importante que bioquímico­s y biólogos moleculare­s desarrolle­n y mejoren, por ejemplo, las herramient­as de diagnóstic­o. Es importante que informátic­os provean herramient­as para manejar y acceder a enormes volúmenes de datos. Es importante que expertos en salud pública diseñen, por ejemplo, cómo implementa­r medidas de cuidado y cómo hacer llegar la atención médica a todos los que la necesiten. Es igualmente importante e irremplaza­ble que epidemiólo­gos contribuya­n a definir medidas de aislamient­o de ciudades y de grupos de riesgo, diseñar estrategia­s de testeo, analizar la evolución de la epidemia, desarrolla­r modelos para mejor representa­r la realidad epidemioló­gica, entender las similitude­s y diferencia­s epidemioló­gicas entre regiones y países, entre otras tareas.

Dr. Juan Manuel Gurevitz

Biólogo, Investigad­or Asistente de CONICET

jmgurevitz@comahue-conicet.gob.ar

Dr. Ariel Bendersky

Físico, Investigad­or Adjunto de CONICET

aribender@dc.uba.ar

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