Peronista integrador, en la política y la academia
Al nacer José Octavio Bordón en una clínica de Rosario, el 22 de diciembre de 1945, un mechón de pelo presentaba un estado de rebeldía respecto al conjunto. Y cuando éste le crecía un poco se notaba bastante. Las enfermeras del sanatorio lo empezaron a llamar “Pilo” por una razón que se llevaron a la tumba. Pero el “Pilo Bordón” quedó para siempre y así lo llamarían desde entonces padres, abuelos, familia, amigos, compañeros de militancia, quienes lo votaron para legislador, para gobernador, y para presidente de la Nación. Así lo llamaban también hasta en el servicio diplomático cuando fue embajador en Estados Unidos y Chile.
Bordón pasó su infancia entre Martínez y San Isidro pero ya en la Universidad de El Salvador, cuando estudiaba sociología se enamoró de su compañera, Mónica González Gaviola, su mujer desde hace 52 años, madre de sus cuatro hijos e hijas y con quien intentan disfrutar de sus cinco nietos por las plataformas virtuales, porque si algo hizo la pareja Bordón-González Gaviola estos últimos siete meses, fue cumplir a rajatabla la cuarentena.
José Octavio “Pilo” Bordón resume una combinación de la función pública con la vida académica en el país y en el exterior, adonde siempre se lo escuchó destacar y reclamar por los valores democráticos y la unidad de la Argentina por encima de las mezquindades partidarias. Es una rara avis en la política y en el peronismo por su alto nivel académico en una arena muy degradada.
Integrante de la renovación peronista en los 80 junto a Antonio Cafiero, Carlos Grosso, José Luis Manzano y Juan Manuel de la Sota, Bordón hoy coordina el grupo de estudios sobre los Estados Unidos en el Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI) donde se lo menciona como el posible sucesor de Adalberto Rodríguez Giavarani en la presidencia de este think tank local.
Fue por “la Mónica” –así la llama él muchas veces- que Bordón terminó en Mendoza. Y allí forjó él una carrera política, que empezó con su militancia en pareja contra la dictadura militar y siguió en la apertura democrática en el Congreso des la Nación. En 1987 fue electo gobernador de Mendoza. “Creo que es para lo que me preparé mejor y lo que hice menos mal”, dirá a Clarín hoy quien mantuvo una gestión moderna y equilibrada. A mediados de los ’90 alejado del menemismo fundó el Partido País, que luego sería parte del FREPASO, y con el que compitió por la presidencia contra Carlos Menem. Obtuvo el segundo lugar con el 30% de los votos. Prueba de su transversalidad, Bordón fue ministro de Carlos Ruckauf en la provincia de Buenos Aires, embajador de Néstor Kirchner en EE.UU. y de Mauricio Macri en Chile. Hoy vive en Buenos Aires y se vincula a la política desde la academia y los organismos internacionales. Está escribiendo un libro sobre la Argentina 1975-2020.w