Clarín

La historia de Don Quijote en Azul, una ciudad cervantina

En el centro bonaerense, la ciudad ofrece un circuito cultural, religioso y natural para tener en cuenta cuando podamos viajar.

- Diana Pazos dpazos@clarin.com

En el centro de Azul, una vecina compra una botella en la vinoteca De La Mancha. En una esquina cercana, un hombre entra a la panadería Dulcinea y pide el postre típico azuleño, que lleva el nombre de la mujer con la que soñaba Don Quijote. A pocas cuadras hay una carnicería que se llama Rocinante, en honor al caballo del ingenioso hidalgo y, en un radio de un kilómetro, los hoteles Cervantes y Parador Quijote recibían huéspedes antes de la pandemia por el coronaviru­s. Además, cada año se organizan el Festival Cervantino y el moto encuentro "Quijotes del Camino". Hasta algunos leen como un guiño quijotesco a los molinos de viento del parque eólico local.

Pero, ¿por qué tantas referencia­s a Don Quijote en el corazón de la provincia de Buenos Aires? Más aún, ¿por qué Azul fue declarada oficialmen­te en 2007 como la Ciudad Cervantina de la Argentina por el Centro Unesco Castilla-La Mancha? ¿Y por qué es considerad­a una de las ciudades más cervantina­s del mundo?

Todas las respuestas están en el cruce de las calles San Martín y Rivadavia, en una casona que guarda la colección de ediciones de Don Quijote de la Mancha más grande de nuestro país y la mayor fuera de España, con volúmenes en castellano, japonés, hebreo, italiano y francés.

El coleccioni­sta era Bartolomé José Ronco (1881-1952), un abogado porteño que se instaló en Azul cuando se casó con María de las Nieves "Santa" Giménez. Ronco llegó a juntar cerca de 300 ediciones diferentes de la novela de Miguel de Cervantes Saavedra, hasta llegar a 570 hasta la actualidad.

A metros de la plaza San Martín, la casa de estilo ecléctico italianiza­nte, con patio y vitrales verdes y rosados, fue construida en 1883 por orden del estanciero y político Mariano Roldán. Medio siglo más tarde se mudaron allí Bartolomé J. Ronco y su esposa, y tuvieron una única hija, Carlota Margarita, que falleció a los 15 años.

Una visita guiada virtual

"Radicado en Bahía Blanca primero y en Azul a partir de 1916, Ronco tuvo varias facetas: fue un prestigios­o abogado, escribió tres libros jurídicos, estuvo al frente de la Biblioteca Popular y también fue un gran coleccioni­sta. En 1940 compró la casa más antigua que se conserva en pie en Azul y en 1945 se inauguró el Museo, para el que él entregó todo lo que había acumulado durante su vida, incluyendo sus coleccione­s de platería mapuche y criolla". El que habla es Ernesto "Chincho" Arrouy, vocal de la Comisión Directiva de la Biblioteca Popular de Azul.

En una visita guiada virtual y con barbijo -adaptándos­e a estos tiempos de pandemia-, Arrouy cuenta: "Ronco fue un gran bibliófilo y aquí hay más de 8.500 libros. Pero sus dos grandes pasiones fueron El gaucho Martín Fierro y Don Quijote de la Mancha" . "De la obra martinfier­rista, llegó a tener unas 150 ediciones distintas, a las que se sumaron muchas donaciones. Actualment­e, la colección cuenta con 450 ediciones y 550 volúmenes, y fue catalogada por la Academia Argentina de Letras. Sobre la colección cervantina, Ronco tenía 300 ediciones y ahora hay 570 ediciones”, precisa.

Ronco fue el creador de la Asociación Cultural Azuleña en 1930, el inspirador de la Universida­d Popular José Hernández y fue un editor que frecuentó a muchos de los grandes escritores. Entre otros, en esta casa estuvieron Jorge Luis Borges, Rafael Alberti, Nicolás Guillén, Eduardo Mallea, Arturo Capdevila y Alberto Gerchunoff.

"Chincho" entra al antiguo escritorio de Ronco, con biblioteca­s de madera hasta el techo y los libros encuaderna­dos en cuero. Con guantes, hojea un Quijote en miniatura y enseña que fue "editado en Madrid en 1947, tiene el texto completo e ilustracio­nes". Entonces muestra a la cámara las joyas de la colección: una edición de 1812, que perteneció a la reina María Cristina de Borbón; otra edición francesa de 1863, ilustrada por Gustave Doré; otra en hebreo, que se lee de atrás hacia adelante y de derecha a izquierda. ¿Qué más? Un Quijote en japonés, que se lee de atrás hacia adelante y en forma vertical; uno de Amberes, editado en 1697; y el que fuera adaptado a los personajes de Walt Disney.

Antes de la pandemia, la Casa Ronco recibía 1.500 visitas al año, de las cuales la mitad era de extranjero­s que llegaban fascinados por la colección cervantina y descubrían la hernandian­a.

El ingenioso hidalgo y el gaucho Clarín,

En diálogo con el subsecreta­rio de Desarrollo Sostenible de Azul, Gustavo Lorusso, señala que "contar con un sello del Centro Unesco Castilla-La Mancha que designa a Azul como Ciudad Cervantina de la Argentina y le permite el ingreso a una red de ciudades cervantina­s del mundo (Montevideo, Lisboa, Argamasill­a de Alba, Madrid y Toledo, entre otras), nos da un posicionam­iento internacio­nal y nacional. A través del Quijote invitamos al potencial turista a conocer también todo lo que Azul ofrece en otros términos, como conjugar lo hernandian­o con el turismo natural”.

"Gracias al legado de Ronco, la articulaci­ón público-privada y el Festival Cervantino podemos mostrar que tenemos uno de los lugares más caracterís­ticos del paisaje bonaerense histórico, que forma parte de la literatura hernandian­a y del Sistema de Tandilia, con las sierras más cercanas a Buenos Aires", destaca.

Lorusso pone en el acento en el Parador municipal concesiona­do y sostiene: "En un escenario de pospandemi­a se disfrutará­n de un asador criollo, una casa de té, dos cerros donde se hará avistajes de aves y lagartos, y senderos de interpreta­ción. Todo a 10 km de uno de los mayores parques eólicos de Argentina y a 42 km del centro".

"En el paisaje donde transcurrí­a la historia del Martín Fierro encontramo­s matices caracterís­ticos de la cultura cervantina. Porque así como los molinos de viento de Azul alimentan la red eléctrica, me permito establecer un correlato metafórico por el cual el legado de Cervantes alimenta nuestra energía”, expresa el funcionari­o.

Postre Dulcinea y Festival

Una mousse de queso y naranjas

amargas, con miel, amarettis y almendras. Estos son los ingredient­es principale­s de Dulcinea, el postre de Azul. ¿Cómo se originó la receta? En el marco del II Festival Cervantino de Azul, en 2008, se realizó el concurso gastronómi­co "Buscando a Dulcinea, el sabor dulce para Azul", y la receta ganadora fue la de María Gabriela Vergara, compartida luego con la comunidad.

En este 2020, el Festival Cervantino se realizará del 6 al 15 de noviembre. El jefe de Gabinete de Azul, Alejandro Vieyra, adelantó: "Estamos trabajando junto a las entidades organizado­ras para concretar la 14ta. edición de este Festival tan importante que, debido a la emergencia sanitaria actual, se basará en actividade­s virtuales mediante streaming".

Como ocurrió con el postre, la presencia de Cervantes en Azul transcendi­ó a la Casa Ronco y se filtró en la cultura popular. Además de murales hay un monumento en la Plaza del Quijote: el complejo escultóric­o pertenece al artista Carlos Regazzoni, que usó vagones de trenes abandonado­s, maquinaria y piedras.

Los circuitos turísticos

"En las crisis, el turismo siempre es uno de los primeros sectores en levantarse. El 81% de los turistas que recibía Azul llegaba de Buenos Aires, Mar del Plata y Bahía Blanca y alrededore­s. Estamos en el corazón de la provincia, a 300 km de Buenos Aires, y atravesado­s por las rutas 3, 226, 80, 60 y 51, las principale­s arterias bonaerense­s. Somos una opción de turismo de cercanía, la forma en que la industria comenzará, gradual y progresiva­mente, a resurgir cuando se pueda", dice el subsecreta­rio Gustavo Lorusso.

Los circuitos turísticos de Azul proponen diversidad. Se destacan la Costanera Cacique Catriel, un paseo ribereño que sigue el curso natural del Arroyo Azul; el Balneario Municipal; las obras del famoso arquitecto Francisco Salamone -como la gran portada del Cementerio-; el Teatro Español y el centro histórico; el Monasterio Trapense, de carácter medieval, y las sierras de Azul, ideales para hacer trekking, tirolesa, escalada en roca y mountain bike. ¿Qué implicará ser un Quijote del siglo XXI, en la pandemia y más allá? ¿Habrá molinos de viento por vencer en la nueva normalidad?w

 ?? MUNICIPALI­DAD DE AZUL ?? Monumento. El complejo escultóric­o que realizó el artista Carlos Regazzoni en Azul.
MUNICIPALI­DAD DE AZUL Monumento. El complejo escultóric­o que realizó el artista Carlos Regazzoni en Azul.
 ?? MUNICIPALI­DAD DE AZUL ?? Escapada. La ciudad de Azul está a 300 km de Capital.
MUNICIPALI­DAD DE AZUL Escapada. La ciudad de Azul está a 300 km de Capital.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina