La acusación de Morla y el testimonio de los enfermeros
El abogado, a través de su cuenta de Twitter, lanzó un fuerte cuestionamiento antes del velatorio de Diego.
“Es inexplicable que durante 12 horas mi amigo no haya tenido atención ni control por parte del personal de la salud abocado a esos fines". Con ese mensaje, Matías Morla, abogado de Diego Maradona, decidió romper el silencio en la previa del velatorio del ídolo del fútbol y prometió luchar para que se investigue “hasta el final” por qué murió. Así Morla no solo sembró polémica cuando miles de personas se aprestaban a ingresar a la Rosada para el adiós, sino también disparó dudas: ¿a quién apuntaba al hablar de “criminal idiotez”?
Algunos especularon con que era un mensaje apuntado a la familia. Otros creyeron leer entre líneas una indirecta contra el famoso entorno que convivía con el Diez. Es decir, a los que estuvieron esas últimas horas. ¿Podía referirse a Johnny Espósito, sobrino de Maradona, el hijo de Mary, y Maximiliano Pomargo, su propio cuñado? No.
Según pudo confirmar Clarín, el comunicado de Morla apuntó directamente a la enfermera a la que le tocaba cuidar en ese turno la salud de Maradona, cuya identidad aún no trascendió. Morla responsabilizó de lo sucedido al servicioque se contrató para monitorear las 24 horas la salud del Diez.
El abogado cree que hubo una desatención porque nadie lo fue a ver durante la noche a pesar de que había tres turnos de 8 horas. Según el parte de la fiscalía, la última persona que vio con vida al ex DT de la Selección fue su sobrino a las 23 cuando se iba a dormir. En ese momento, en la casa de Tigre donde Maradona había ido a vivir tras recibir el alta por un hematoma subdural, además había
un empleado contratado para su seguridad física y una cocinera. Sin embargo, recién a las 11.30, cuando el psicólogo y la psiquiatra personales de Maradona llegaron al lugar e ingresaron a la habitación fue cuando todos se dieron cuenta de que el exfutbolista no tenía signos vitales.
Ayer declararon los últimos dos enfermeros que atendieron al Diez. La mujer no había dado precisiones. Sin embargo, el testimonio del enfermero fue contundente: “Antes de dejar mi turno a las 6.30 de la mañana entré a la habitación y Maradona estaba vivo. Lo controlé. Estaba descansando y respirando”. Para los forenses, Diego murió cerca de las 12. ■