La Casa Blanca apeló un fallo judicial que prohíbe expulsar a niños migrantes
Son chicos que no están acompañados por adultos y a quienes el gobierno les impidió una asistencia legal.
Donald Trump apeló la orden de un juez que prohibió la expulsión de menores migrantes que fueron detenidos tras cruzar la frontera solos, es decir, sin sus padres u otro familiar. Una política promulgada por el gobierno de Donald Trump durante la pandemia del coronavirus para negar protección de asilo a los niños.
El 18 de noviembre, el juez Emmet Sullivan emitió una orden judicial preliminar solicitada por defensores de los migrantes que prohibía la expulsión de estos niños no acompañados con base en las leyes de salud pública que disponen que deben ser protegidos.
El ministerio de Justicia del gobierno presentó esta semana una notificación de apelación ante la Corte de Apelaciones para el Circuito del Distrito de Columbia, y pidió a Sullivan que decrete la suspensión de su orden pendiente de recurso, una solicitud que le fue denegada antes.
Desde marzo, los agentes fronterizos han expulsado a 200.000 migrantes adultos y menores citando como motivo la pandemia y la necesidad de controlar la propagación del virus, aunque el Covid-19 circula tanto por las comunidades fronterizas como por el resto del país. La enfermedad ha sido un pretexto para agudizar la políticas contra la migración.
La orden de Sullivan solo afectaba a los niños que cruzaron la frontera sin un padre, no a los adultos ni a las familias. Al menos 8.800 menores no acompañados han sido expulsados sin oportunidad de solicitar asilo o hablar con un abogado. La mayoría fueron sacados del país en cuestión de horas o días aunque, durante semanas, el gobierno del presidente Trump detuvo a cientos de ellos en hoteles cerca de la frontera con México, hasta que otro juez prohibió esa práctica.
El presidente electo, el demócrata Joe Biden, dijo que revertirá los programas migratorios de Trump cuando asuma el poder el 20 de enero.
En su apelación, el ministerio de Justicia citó la propagación del coronavirus en las comunidades fronterizas de Arizona y Texas. Advirtió que la orden de Sullivan “podría tener un impacto irreversible en la salud pública” al saturar la capacidad hospitalaria y obligar al gobierno a trasladar a niños y adolescentes “potencialmente infectados” por aeropuertos.
AP informó el 3 de octubre que altos cargos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades se resistieron a emitir una declaración de emergencia que permitiera la expulsión de migrantes porque carecía de base de salud pública, pero el vicepresidente, Mike Pence, ordenó a la agencia que siguiera adelante.
Los defensores de los migrantes sostienen que el gobierno tiene capacidad para proteger a los menores y a los agentes fronterizos al mismo tiempo. No se debe permitir que esta política cruel y sin precedentes entre en vigor, dado el daño que estos jóvenes podrían enfrentar si son deportados y las vías ya disponibles para alojar de forma segura a los niños’’, afirmó Lee Gelernt, abogado de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles.