Condenan a casi 9 años de cárcel al ex presidente del banco del Vaticano
La justicia vaticana condenó ayer jueves a casi nueve años de prisión al ex presidente del Banco del Vaticano, Angelo Caloia, acusado de enriquecimiento ilícito con la venta fraudulenta de inmuebles de la Santa Sede.
Caloia, de 81 años, fue presidente del Instituto de Obras de Religión (IOR, nombre oficial del banco) durante veinte años, hasta 2009. Se lo condenó junto con el abogado Gabriele Liuzzo, de 97 años, a ocho años y once meses de cárcel por desfalco, al apropiarse ilícitamente de decenas de millones de euros tras la venta de una veintena de propiedades en Roma y Milán.
Hay un tercer implicado: el hijo del abogado, Lamberto Liuzzo, quien recibió una pena de 5 años y dos meses de cárcel, además del pago de una alta indemnización.
Según los investigadores, los tres condenados causaron un desfalco de más de 60 millones de dólares al banco vaticano durante la venta de decenas de inmuebles, realizada prácticamente sin publicidad ni control alguno entre 2001 y 2008. El caso fue descubierto en 2014, cuando se incautaron las cuentas bancarias de dos ejecutivos del banco y el abogado.
De 29 ventas investigadas, unas 21 “fueron realizadas por debajo de su valor y el dinero ahorrado por los compradores terminó en los bolsillos de los acusados”, explicó el abogado del IOR, Alessandro Benedetti.
El Banco del Vaticano, fundado en 1942, ha sido objeto de numerosos escándalos a lo largo de su historia, algunos de los cuales involucraron a la mafia siciliana. Los clientes de la entidad son sacerdotes, monjas, conferencias episcopales, fundaciones y organizaciones religiosas de todo el mundo.
El juicio por malversación de fondos públicos y blanqueo de capitales comenzó hace dos años y medio, en mayo de 2018. Se trata de la primera vez que el Vaticano solicita la cárcel por un delito financiero. A principios de diciembre, el fiscal del Vaticano, Alessandro Diddi, había solicitado ocho años de prisión para Angelo Calaoia y Gabriele Liuzzo, por blanqueo y malversación de fondos, así como el decomiso de más de 50 millones de euros de sus cuentas.
La justicia vaticana investiga actualmente otro escándalo inmobiliario que también podría desembocar en un juicio. Se trata del opaco sistema de compra de un lujoso edificio en Londres por parte de la Secretaría de Estado, el gobierno central del Vaticano, que garantizó jugosas comisiones a un grupo de empresarios italianos. Desde entonces, la Santa Sede decidió transferir los activos financieros e inmobiliarios de la Secretaría de Estado a una única administración.
El Tribunal del Vaticano anunció que también juzgará a Cecilia Marogna, asesora de la Secretaría de Estado, a la que le consignaron medio millón de euros en una cuenta en Eslovenia para sus servicios como mediadora para la liberación de sacerdotes y monjas secuestrados en África o Asia.
En esta causa está involucrado el ex número dos de la Secretaría de Estado, el cardenal Angelo Becciu.■