La UCR enciende los motores para tres internas en plena pandemia
Un millón de afiliados podrá votar autoridades partidarias en marzo. Córdoba vota el 14. Provincia de Buenos Aires y Capital el 21. Sus aliados apuestan.
senador porteño Martín Lousteau prepara la mochila para un febrero intenso y desdoblado. Atravesará la ancha geografía bonaerense como refuerzo de la campaña de Gustavo Posse a la jefatura del Comité provincial, sin sacarle el ojo a la disputa que también comenzará a calentarse en su distrito, donde sus padrinos Enrique Nosiglia y Emiliano Yacobitti, medirán fuerzas con las listas de Daniel Angelici y Jesús Rodríguez.
Para ponerle más pimienta al verano radical, el rival del intendente de San Isidro, Maximiliano Abad, joven presidente del bloque de diputados provinciales, programó encuentros presenciales y virtuales con figuras de la talla de Mario Negri, Luis Brandoni y Adolfo Rubinstein. Eso después de haberse mostrado junto a Ernesto Sanz y Elisa Carrió.
El ardor de las internas partidarias en Capital y Provincia perdurará hasta el día final de la estación: renovarán autoridades el 21 de marzo. Pero no hay dos sin tres. También en Córdoba, la segunda plaza de la UCR por cantidad de afiliados, se preanuncia una disputa para el 14 de marzo, dado que un sector “renovador” encabezado por el concejal Rodrigo de Loredo, ex titular de Arsat y yerno de Oscar Aguad, resiste el llamado a la unidad de ex enemigos irreconciliables Ramón Mestre y Negri.
Con este panorama, la mitad de los dos millones de afiliados al radicalismo en todo el país será llamada a las urnas en plena pandemia: unos 650 mil de Buenos Aires, 230 mil de Córdoba y 120 mil de Capital. Con estricto protocolo y si no sobreviene otro pico que obligue a nuevas prórrogas como las que se acordaron el año pasado, finalmente los tres distritos clave podrán ser normalizados como más les gusta a los herederos de Alem e Yrigoyen: en las urnas.
El plato fuerte será sin dudas el de la provincia de Buenos Aires, donde
los aliados también juegan fuerte. Por algo hay tantas manos en el plato y al combo de los que balconean esa interna hay que agregarles a los macristas María Eugenia Vidal y Cristian RiEl
tondo del lado de Abad, el candidato del ex vicegobernador y actual jefe partidario, Daniel Salvador.
A Posse le apuestan Emilio Monzó, que armó con los diputados del possismo un bloque independiente en la Legislatura provincial, y en dosis menores Patricia Bullrich, que ya se mostró en un acto en San Isidro.
"Hay que terminar con el seguidismo al PRO y fortalecer al partido dentro de la coalición", repite Posse en cada incursión al interior bonaerense, donde afronta su mayor desafío, dado que 27 de los 32 intendentes radicales respaldan a Abad.
Como único representante partidario en el Conurbano, es allí donde Posse cuenta con mayores chances, incluyendo el arrastre de Lousteau, que colocó como primer delegado al Comité Nacional a Pablo Domenichini, rector de la Universidad de Brown. Se trata del primer delfín del ex ministro de Economía fuera de la Capital. La segunda línea de la lista opositora la ocuparon seguidores de los
"históricos" Federico Storani y Juan Manuel Casella, fuertes críticos del gobierno de Cambiemos.
"Pusimos al partido de pie y ahora podemos dar la pelea para meter candidatos propios en 2021 y 2023", asegura Abad, marplatense por adopción. Desde su sector le endilgan a Posse una trayectoria de "zigzagueos", que incluyen el armado de un partido municipal. Y muestran como mayor conquista al candidato a primer convencional nacional, Gastón Manes, hermano del neurocientífico y bestseller. Así como Posse se autopostula como candidato a gobernador, el oficialismo busca proyectar a Facundo Manes para futuros cargos nacionales dentro de Juntos por el Cambio.
Según el cristal con el que se mire, el llamado a votar en plena pandemia puede ser considerado un vicio de la vieja política o un ejemplo a imitar de democracia interna. Los que calzan boina blanca no dudan. ■