Medio Brasil paralizado por el alza inédita de muertes y de contagios
En 13 de los 27 Estados hay toques de queda y cierre parcial de actividades ante el alza inédita de muertes y contagios. Brasilia entró ayer en cuarentena por 14 días.
El país registra un aumento no visto desde julio de infecciones y casos fatales. En 13 de los 27 Estados la situación es crítica, con las terapias intensivas a punto de desbordar. Brasilia, la capital, entró ayer en cuarentena por 14 días. Hay un total de 10,5 millones de contagios y 254 mil muertos.
Brasil está semiparalizado. La mitad del país trabaja a media marcha este lunes luego de que varios Estados aplicaran nuevas medidas para restringir la movilidad y evitar un colapso del sistema de salud ante el fuerte avance de la pandemia que no da tregua en el gigante suramericano. Toques de queda en la noche y durante la madrugada y el cierre parcial de establecimientos comerciales, salvo aquellos que brindan servicios esenciales, comenzaron a ser aplicados con fuerza este fin de semana en 13 de los 27 Estados del país.
La intención es disminuir la movilidad de las personas para frenar la propagación del virus que, tras su llegada al país, el 26 de febrero de 2020, hace ya un año, ha dejado en Brasil unas 254.000 muertes y 10,5 millones de infectados. En la actualidad, Brasil enfrenta un aumento no visto desde julio del número de muertes por Covid y la situación del sistema de salud en la mitad del país es crítica, ya que las Unidades de Cuidados Intensivos (UTI) están a punto de desbordar su capacidad.
Un ejemplo de ello es Brasilia, la capital, con el 85% de las camas ocupadas, según el ministerio de Salud local. El gobierno inició ayer una cuarentena de dos semanas para reducir la propagación del virus con cierre de bares, restaurantes, centros comerciales y escuelas hasta el 15 de marzo. Quedan prohibidas las reuniones sociales y la venta de bebidas alcohólicas pasadas las 8 de la noche. El jueves fue uno de los días más mortíferos desde el inicio de la pandemia, con 1.541 muertes confirmadas por el virus. Es el segundo mayor número de fallecidos en un año, tan sólo superado por el del 29 de julio pasado (1.595 decesos), cuando el país estaba en el pico de la primera ola de la pandemia.
Desde el viernes, los Estados de Sao Paulo, Ceará, Paraná, Paraíba, Bahía, Piauí, Mato Grosso y Pernambuco iniciaron toques de queda que se extienden entre 7 y 10 horas. Mato Grosso do Sul prorrogó por quinta vez y por 15 días más el toque de queda que viene aplicando desde el 11 de diciembre y otras regiones como Acre y Santa Catarina endurecieron sus medidas. En la ciudad de San Pablo, capital del Estado homónimo, aunque bares, discotecas, restaurantes y centros comerciales estaban cerrados, muchas personas seguían anoche circulando en las calles e incluso algunos se unieron para protestar por la medida en la icónica Avenida Paulista, la más importante vía de la ciudad.
Ayer, un pequeño grupo de manifestantes, sin tapabocas, vestidos con camisetas amarillas y armados con la bandera de Brasil, pidió la destitución del gobernador Joao Doria mientras gritaban “¡lockdown no!”. Aunque fueron anunciadas multas para quienes violaran la norma, las autoridades solo realizaron “orientaciones pedagógicas” a quienes transitaban la víspera por las calles después de las 23.00. La medida regirá hasta el próximo 14 de marzo. La restricción de la circulación en San Pablo se suma a otras medidas que ya habían sido adoptadas por el gobernador Doria como la restricción de horarios para bares, restaurantes y comercios durante el resto de la jornada.
En Brasil hay 13 Estados en situación crítica por las altas tasas de ocupación de Unidades de cuidados Intensivos y 17 capitales regionales al borde del colapso, con más del 80 % de sus camas ocupadas, una situación que, para la Fundación Oswaldo Cruz, el principal centro de investigación médica de América Latina, “revela el peor escenario jamás observado”, desde el inicio de la pandemia.
“Veníamos viendo una tendencia en ascenso de los casos pero para el último boletín fue un shock”, aseguró a Efe Margareth Portela, investigadora de Covid-19 de la Fiocruz. De acuerdo con la experta, en septiembre el panorama mostraba cierta mejoría pero con el paso del tiempo “fuimos viendo como la situación empeoró hasta llegar a lo que estamos viendo”.
Desde hace más de un mes, el promedio de muertes por el virus sobrepasa las 1.000 diarias y el de contagios se sitúa cerca de los 50.000, una situación que, para la investigadora, “no puede tratarse como una nueva normalidad”.
De acuerdo con el último boletín del Observatorio, la transmisión de la covid en el gigante suramericano es “intensa” y no se muestra una tendencia a la baja en contagios y muertes en ningún estado.
Esta segunda ola que se muestra más virulenta en el país parece haber sido provocada por la circulación de nuevas variantes del coronavirus, entre las cuales la llamada mutación brasileña que ya está presente en 17 Estados de Brasil.