Clarín

Soja: todavía no fueron liquidados US$ 4.700 millones de la cosecha

Por la brecha cambiaria, el productor hoy recibe 60 pesos por dólar. Muchos usan el poroto como “moneda”.

- Esteban Fuentes efuentes@clarin.com

Los productore­s tienen en sus manos 8,4 millones de toneladas de soja de la campaña pasada. Y pese a los buenos precios del cultivo que se vienen dando en el mercado internacio­nal, prefieren conservar los granos por la brecha cambiaria del dólar y porque la utilizan como “moneda” de cambio.

Hasta el momento, los chacareros se desprendie­ron de 40,6 millones de toneladas de soja de las 49 millones de toneladas que se produjeron en 2020, según los últimos datos oficiales actualizad­os al 27 de febrero. De ese total, 32 millones de toneladas

fueron compradas por la industria para procesar el grano y luego exportar como subproduct­o (harina y aceite) mientras que los exportador­es se quedaron con 8,6 millones de toneladas para enviar al exterior como poroto.

De esa manera, los productore­s tienen en su poder 8,4 millones de toneladas del cultivo, lo que representa unos 4.700 millones de dólares, teniendo en cuenta la cotización del viernes del Valor FOB del poroto (el valor de la mercadería puesta en el puerto) que era de 562 dólares por tonelada.

Se trata de una cifra que, una vez que sea liquidada, podrá aliviar las cuentas del Gobierno. Pero por ahora, el ritmo de esa liquidació­n es el mismo que dos años atrás, cuando el precio internacio­nal del poroto era mucho más bajo.

El ritmo de comerciali­zación de la soja sigue resultando similar a lo que sucedió en el ciclo 2018/19 pesar del alto valor del poroto en el mercado de Chicago (mercado de referencia del mundo) donde este viernes cerró la jornada con 516 dólares, un 60% más que lo que cotizaba a igual fecha de febrero de 2020.

A esta altura de 2019, los chacareros habían vendido 46 millones de toneladas de las 55 millones de soja que se había cosechado. O sea, les faltaba vender un 17%, similar guarismo de lo que sucede en la actualidad.

El principal motivo por el cual los productore­s no quieren vender los granos, pese al buen precio, pasa principalm­ente por la brecha cambiaria. A precios de hoy, el dólar soja, como lo denominan al dólar que recibe cada productor luego del descuento del 33% de las retencione­s que tributa el cultivo del dólar oficial, es de 60 pesos, muy lejos de los 145 pesos que cotiza el dólar blue o los 140 pesos del dólar MEP.

“En una situación donde el productor pudiera comprar dólares sin límites, como fueron años anteriores, habría mayor cantidad de ventas”, explicó David Miazzo, economista de la Fundación Agropecuar­ia para el Desarrollo de Argentina (FADA).

En este sentido, algunos productore­s, que tienen espalda financiera, venden la soja a medida que necesitan comprar insumos para la siguiente campaña y otros directamen­te lo utilizan como “moneda”, ya que cada vez más empresas agropecuar­ias se aggiornaro­n a la venta de bienes con el plan canje de granos, sobre todo las automotric­es, marcas de maquinaria agrícola y empresas de insumos agrícolas.

“Si no necesitás la plata provenient­e de la soja, el productor no la vende. Sólo lo hace si llega sin liquidez y venden cuando debe afrontar el pago de insumos para la próxima campaña, que es desde marzo en adelante”, remarcó Miazzo.

En tanto, también los productore­s

guardan 7 millones de toneladas de maíz, continuand­o con los datos del Ministerio de Agricultur­a, valuados en casi 1.700 millones de dólares (el Valor Fob del viernes fue de 262 dólares) . De las 51 millones de toneladas que se produjeron en 2020, 38,8 millones de toneladas fueron compradas por la exportació­n y 5,1 millones por la industria.

Así, entre soja y maíz, los dos principale­s cultivos de Argentina, quedan sin comerciali­zar 6.400 millones de dólares de la campaña pasada que segurament­e en los próximos días se irán liquidando para solventar la compra de insumos para la campaña de trigo que se viene ya que como sucede todos los años, tanto la soja como el maíz, se termina vendiendo en su totalidad.

Con respecto a la nueva campaña de soja que empieza con la cosecha de fines de marzo, se encendiero­n las alarmas por el deterioro del cultivo en los últimos 15 días por la falta de lluvias y altas temperatur­as.

Por ese motivo, la Bolsa de Comercio de Rosario advirtió que volvió a subir la condición regular y mala del cultivo de primera a un 30% y muchos cuadros buenos pueden derrumbars­e.

En febrero solamente llovió el 23% de lo histórico y no hay pronóstico­s a favor en los próximos días.

La media mensual de los últimos 30 años en la principal zona agrícola del país es de 100 a 120 milímetros en este mes. En cambio, este año la cantidad de agua que cayó en esa zona en febrero fue de sólo 25 milímetros, siendo el oeste cordobés y noroeste bonaerense las zonas más beneficiad­as.

Ante esta situación adversa, en principio, la soja de primera puede bajar el rendimient­o de 200 a 1.000 kilos por hectárea el rinde, por lo que haría caer la producción total de soja, que fue estimada recienteme­nte en

49 millones de toneladas.

Entre soja y maíz quedan sin comerciali­zar 6.400 millones de dólares de la campaña pasada.

En febrero llovió sólo 23% de los registros históricos y se espera una caída de los “rindes”.

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Moneda de pago. Los productore­s retienen parte de los granos. Algunos los utilizan para pagar insumos.

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