Clarín

Huracán se llevó un mejor gusto ante un San Lorenzo que cambió poco su cara

El local venía de ser goleado por Central Córdoba y ahora se le viene la Copa Libertador­es. Dabove metió siete modificaci­ones pero su clásico rival lo terminó empatando.

- Daniel Avellaneda davellaned­a@clarin.com

El clásico tiene mejor sabor para Huracán. Porque se le iba de las manos y logró un empate que lleva alivio hasdel ta Parque de los Patricios. San Lorenzo no sólo necesitaba ganar; también, mostrar otra cara después de la paliza que había recibido en esa cancha ante Central Córdoba. No pudo cerrar el partido cuando estaba a pedir del contragolp­e y no hubo respuestas en el banco. Nadie entendió la salida de Juan Ramírez, el guía del equipo. Se viene la Copa Libertador­es para un San Lorenzo que genera incertidum­bres.

Diego Dabove tenía claro que debía hacer cirugía en el equipo después del 4-0 frente al equipo santiagueñ­o. Hizo ¡siete cambios! el entrenador. Hasta sacó a Fernando Monetti, el cuestionad­o arquero, y le dio una chance al joven José Devecchi. No modificó el esquema, su 4-3-3 habitual, pero eligió fortalecer el mediocampo con Yeison Gordillo, recién llegado de Colombia. Y fue un acierto. Porque el volante central provenient­e de Deportes Tolima mostró personalid­ad, concentrac­ión y anticipo. Recuperó la pelota por su sector, ya que es más posicional que el resto de sus compañeros, y también en los costados. Con Diego Rodríguez a su derecha, colaborand­o en la marca, le planteó batalla a la línea media de Huracán que tuvo tres jugadores con más técnica que templanza: Claudio Yacob, Esteban Rolón y Franco Cristaldo.

A bordo de un 4-1-4-1 que se desplegó en un 4-3-3 para atacar con Norberto Briasco y Nicolás Silva por los extremos, Huracán intentó manejar la pelota y, a partir del juego de los volantes centrales, abrir la cancha. Y cuando no salió claro porque se cerraba el circuito de juego, fluyó el pelotazo.

De un envío largo de José Moya, precisamen­te, casi llegó el gol visitante. Sin embargo, Silva definió a las mano de Devecchi cuando la pelota había superado a Diego Braghieri. San Lorenzo, de todos modos, era más peligroso. Con menos tenencia, pero profundo por la izquierda con las trepadas de Juan Ramírez. Tres veces tuvo el gol antes de la media hora de juego: un tiro de Nicolás Fernández que tapó Sebastián Meza, una apilada de Angel Romero que asistió con el revés del pie derecho y derivó en un misil de zurda de Ramírez que explotó en el travesaño y un mal despeje juvenil arquero que Uvita no pudo resolver con la red a su merced.

Entonces,llegó el golazo de Franco di Santo, una suerte de Forrest Gump. Porque rechazó la pelota en su área y aprovechó la pifia de Raúl Lozano en el círculo central para correr con la pelota dominada, hacer una gambeta larga, dejar en el camino a Meza y resolver de zurda. Fue una definición de Liga de Campeones y el desahogo para un delantero apuntado por los hinchas.

Huracán no encontró claridad porque San Lorenzo apretó bien en el medio y el equipo le quedó largo. Entonces se agotó en los bochazos para Diego Mendoza, muy a pesar de los esfuerzos de Briasco, quien arrancó por la derecha y terminó por la izquierda.

Movió el banco Israel Damonte. Sacó a Silva y apostó al pibe Oro, pero cotizó mejor el ingreso de Ezequiel Bonifacio. Y mientras San Lorenzo no podía resolver las contras, llegó el empate. Hubo un notable quite y el cambio de frente de Lucas Merolla, un centro de Bonifacio y el cabezazo goleador de Cristaldo entre los centrales y de frente a un Devecchi que no salió.

Se rompió el partido. Y se hizo de ida y vuelta. Cabeceó Braghieri y Bonifacio salvó en la línea. Briasco quedó mano a mano, pero eligió tocar al medio en lugar de patear al arco y Diego Rodríguez la cortó en el corazón del área.

Llamó la atención la salida de Ramírez, incisivo. No tanto la de Gordi

llo, que había sido amonestado. Ya estaba Oscar Romero en la cancha y el técnico armó un 4-3-1-2 con Palacios, Alexander Díaz y luego Lucas Melano. Muchos cambios pero poco volumen de juego y nitidez en tres cuartops de cancha.

Huracán terminó con Claudio Yacob entre los centrales, cortando entre la desorienta­ción de San Lorenzo y a la pesca de una réplica.

El empate, en definitiva, estuvo bien. Pero dejó más preocupado a San Lorenzo, con su objetivo internacio­nal a la vuelta de la esquina.

 ?? MARCELO CARROLL ?? Pura lucha. Di Santo, muy resistido por los hinchas de San Lorenzo, busca mantener la posesión de la pelota ante Cristaldo. Ambos marcaron los goles del encuentro.
MARCELO CARROLL Pura lucha. Di Santo, muy resistido por los hinchas de San Lorenzo, busca mantener la posesión de la pelota ante Cristaldo. Ambos marcaron los goles del encuentro.

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