Marchas, con “Ni una menos” como bandera
Miles de mujeres se manifestaron frente al Congreso, con consignas contra la violencia de género y la desigualdad. También hubo actos masivos en varias ciudades del Interior.
Miles de mujeres se movilizaron ayer en la Ciudad y en distintos puntos del país conmemorando el 8M. La preocupación por el flagelo de los femicidios, que se cobra cada 30 horas la vida de una mujer, fue una de las principales consignas. Hubo reclamos hacia la Justicia y el Estado por la falta de respuesta en estos casos. También se pidió por la igualdad de género, la paridad económica y el respeto a la diversidad. Una encuesta realizada en 28 países reveló que sólo un 17% cree que, después de la pandemia, habrá más igualdad entre hombres y mujeres.
La Plaza del Congreso comenzó a llenarse a partir de las cuatro de la tarde. Fue intempestivo. De repente, esa parte de la ciudad quedó paralizada y fue copada por miles de mujeres en lucha. Es una expresión para nada exagerada. A esas mujeres, las acompañaron miles de rostros. Rostros en fotos que se veían en pancartas, afiches, remeras. Eran los rostros de las mujeres muertas o desaparecidas en la Argentina. Sus caras se multiplicaban entre las más de 45 mil personas que en la tarde de ayer reclamaron en la marcha del 8M, Día Internacional de la Mujer: “Ni una menos”, basta de femicidios y mayor presencia de Estado.
Las consignas fueron y seguirán siendo múltiples: igualdad de género, paridad económica, respeto a la diversidad y un foco puesto en una reforma judicial feminista, para que jueces, fiscales y el Estado respondan ante el pedido de ayuda de una mujer que denuncia, algo que no ocurre en la mayoría de los casos.
En los documentos de la convocatoria, se sumó la exigencia de políticas públicas para paliar los efectos adversos de la pandemia por coronavirus entre las mujeres, la aplicación del cupo laboral travesti trans y medidas para frenar los femicidios y travesticidios.
Las movilizaciones comenzaron casi al unísono en todo el país y tuvieron su correlato en el mundo. Desde pasadas las 16, había marchas también en Mendoza, Rosario, Córdoba, Bahía Blanca, Mar del Plata, La Plata, Salta, Neuquén y Río Negro.
El colectivo Ni Una Menos había llamado a reunirse en el Congreso. Allí mismo, en la previa, se realizó un
“verdurazo feminista” junto con la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) y, cerca de las 16, repartieron bolsones con verdura a quienes se acercaban.
Minutos después de las 18 comenzaron a llegar las agrupaciones más grandes, con banderas, bombos y pecheras de cada una de las organizaciones sociales o partidos políticos que se integraron a la masiva y colorida jornada.
L a plaza se llenó de performances y expresiones artísticas o culturales. Una de las primeras de la tarde fue organizada por “Coordinadoras sin Frontera de fútbol feminista”, que armaron un picadito frente al edificio legislativo. “Paramos porque no vamos a soltar las calles, porque nuestra fuerza es colectiva, porque gritamos ya basta a la violencia patriarcal, porque no vamos a pagar la crisis con nuestros cuerpos y nuestros territorios”, señalaron.
Mujeres “vikingas”, lookeadas con escudos de guerra, llegaron al centro de la concentración envueltas en
pañuelos verdes, el símbolo que consagró la lucha y llevó a la legalización del aborto en la Argentina, a fines del año pasado. Una de las pocas consignas ya logradas, no sin esfuerzo colectivo.
Llevaban una bandera como estandarte: “Si no vuelvo, rompan todo”. La frase que se hizo piel en el colectivo de mujeres, una de las últimas que publicó Úrsula Bahillo en sus redes sociales antes de ser asesinada a puñaladas por su ex novio, un policía de 25 años. Si el aborto es el logro a celebrar, los femicidios son la cuenta pendiente más dolorosa.
Entre las personas que se concentraron frente al Parlamento hubo múltiples familiares de víctimas de femicidios. Tal fue el caso de Lourdes R. (21), quien fue abusada por su ex cuñado cuando era menor de edad: “Vengo a pedir Justicia porque nunca nadie me creyó y yo perdí muchos años en esta lucha”.
El pliego de consignas y propuestas “Nosotras Paramos” en Argentina, firmado por decenas de organizaciones, sindicatos y movimientos sociales de todo el país, iniciaba con un baño de coyuntura: los efectos que el coronavirus tiene sobre la situación de mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis y trans.
En tanto, uno de los gritos que se escuchó con fuerza volvió a ser “Ni una menos”, luego de que se escucharan los nombres de una serie de femicidios que conmovieron a la sociedad, una sucesión que se percibe interminable. Se reclamó la sanción de una ley de Emergencia en Violencia de Género.
Y además, por primera vez, la conmemoración y el paro del 8M se concretó con la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en el país. En ese sentido, el petitorio solicitó la aplicación efectiva de la ley y la liberación de quienes están presas por abortar o por eventos obstétricos, que se estima son 1.532 mujeres.
Cuentas pendientes, aún con las conquistas y la fuerza imparable del feminismo en estos tiempos.w
Hubo performances artísticas, partidos de fútbol y hasta un “verdurazo feminista”.