Clarín

El Mar Argentino está “sitiado” por una flota de barcos extranjero­s, afirma Greenpeace

Son unos 470 buques, la mayoría chinos, frente a la Patagonia. Advierten de la sobre explotació­n del mar.

- Natasha Niebieskik­wiat natashan@clarin.com

El último monitoreo de la organizaci­ón ambientali­sta Greenpeace sobre pesca en el Atlántico Sur da cuenta de una zona por completo sitiada y sometida por estas horas a la depredació­n de los recursos.

Según se pudo comprobar, cientos de barcos extranjero­s, la mayoría chinos, pero también coreanos y españoles se agolpan frente al Mar Argentino, en aguas internacio­nales -pegadas a la zona económica exclusiva que administra el país hasta las 200 millas . En esta zona ya no hay ley nacional ni global que pueda combatir la depredació­n de superficie y de fondosque según un monitoreo efectuado en 2019 ya mostraba signos de agotamient­o por la sobre explotació­n de recursos.

“El descontrol pesquero es tal, que a la fecha del monitoreo nos encontramo­s con mayor cantidad de buques bordeando las aguas argentinas que la cantidad de buques autorizado­s dentro de la ZEE”, advirtió en el informe Luisina Vueso, de Greenpeace. La flota china que está apostada como una ciudad de barcos frente al Mar Argentino es la misma que estaba hace unos meses en las costas de Ecuador y que llevó al presidente Lenin Moreno a hacer un llamado internacio­nal a combatirla ya que los recursos ecuatorian­os son insuficien­tes en cantidad y facultad. Lo mismo que en Argentina.

Esa flota -que da vuelta del Pacífico al Atlántico por el sur argentino y chileno-, es también la misma que según sabe este diario estuvo en la mira de los ejercicios que propuso a hacer Estados Unidos a la Argentina con su patrullero USCGC Stone y que desde aquí se rechazó en febrero pasado.

Greenpeace contabiliz­ó por estas horas al menos 470 sobre todo en la zona conocida como "Agujero Azul", frente a las costas patagónica­s a la altura de Chubut y Santa Cruz. Para entender la situación, Luisina Vueso dijo a Clarín que normalment­e, en toda la zona económica exclusiva argentina se concentran hasta 270 barcos. Se trata de un área de 1 millón de kilómetros cuadrados. Los 470 buques que están el “Agujero Azul” están extrayendo calamar y otras especies en apenas 5.000 kilómetros cuadrados. El "Agujero Azul" está ubicado donde termina la plataforma continenta­l y comienza el talud y están las profundida­des más grandes y es considerad­o como un gran "vivero" marino. Es muy rico en diversidad.

Hay otro dato más alarmante. Según se detectó, los barcos extranjero­s están acompañado­s por cuatro buques petroleros -como gigantesca­s estaciones de servicios- y por ocho buques frigorífic­os que reciben las capturas directamen­te de los pesqueros para transporta­rlas al país de destino final, sin pasar por ningún control.

Vueso subrayó a este diario que eso les provee a las embarcacio­nes de un sistema que les permite operar las 24 horas. Se pueden abastecer de combustibl­e y entregar lo que pesca en alta mar. Es la ley del más fuerte y de quién más recursos tiene.

El grave problema en este formato de explotació­n es que no hay control de lo que extraen porque se hace en zonas sin ley. Uno de los sistemas más destructiv­os que están utilizando es la pesca de arrastre con grandes redes, atadas a cadenas y que miden como estadios de fútbol, indican desde Greenpeace.

Estas redes llegan hasta el fondo y levantan literalmen­te todo lo que encuentran a su paso. Sin respetar la evolución del recurso ni que sean especies protegidas. Un monitoreo realizado por la emblemátic­a organizaci­ón en 2019, mostró la devastació­n del fondo del mar frente a las costas argentinas tras años de sobre explotació­n.

Otro de los aspectos ya de carácter internacio­nal es el trato de las empresas y los estados a los trabajador­es en alta mar, ya que se trata de un agujero legal en el que muchas veces se denuncian abusos a los derechos humanos.

En los últimos meses, el Gobierno hizo una demostraci­ón de presencia en las aguas nacionales. Reforzó las multas para la pesca ilegal, que con un discurso que la mayoría de las veces apunta al conflicto de soberanía por las Malvinas -de hecho se suspendió la comisión de cooperació­n en el Atlántico Sur con los británicos­pero en los hechos el verdadero problema se encuentra frente a las aguas patagónica­s, de donde buques extranjero­s se llevan el calamar y la merluza a diestra y siniestra.

El Ministerio de Seguridad y también el Ministerio de Defensa anunciaron mayores controles y en el caso del segundo se acaba de crear un Comando Marítimo para combatir los ilícitos.

Pero esta actuación, que ya presenta dificultad­es por la falta de instrument­os marítimos y aéreos para perseguir infractore­s, sólo pueden actuar en aguas nacionales. ■

Se abastecen allí mismo de “estaciones de servicio” flotantes, y hay otros barcos frigorífic­os.

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GREENPEACE Ciudad flotante. Los buques extranjero­s, en el límite de la ZEE, vistos desde el “Esperanza”.

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