El FMI amplía su capital y Argentina podría conseguir US$ 3.500 millones este año
Los países del G-20 impulsan una ampliación de US$ 500 mil millones. Son para fortalecer reservas.
Ante la decisión de los países del G20 de impulsar una nueva asignación de Derechos Especiales de Giro (DEG), la “moneda” del Fondo Monetario Internacional, por unos US$ 500.000 millones, el organismo decidió reflotar un documento en el que explica de qué se trata y cómo se asignan y cómo se usan.
Según la ficha técnica del FMI, el DEG es un activo de reserva internacional creado en 1969 para que el organismo de crédito internacional ayuda a complementar las reservas oficiales de los países miembros. “En marzo de 2016 se habían creado y asignado a los países miembros DEG 204.100 millones (equivalentes en la actualidad a unos US$ 285.000 millones). El DEG se puede intercambiar por monedas de libre uso. Al 1 de octubre de 2016, el valor del DEG se base en una cesta de cinco monedas principales: el dólar de EE.UU., el euro, el renminbi chino (RMB), el yen japonés y la libra esterlina”, describe el documento.
El principal objetivo de la asignación es proveer de liquidez a países con escasas reservas y problemas de financiamiento. Para Argentina, significará sumar a las reservas 3.350 millones de dólares, cuando el país afronta vencimientos para 2021 por un total de US$ 7.100 millones, entre lo que debe al Club de París y al propio FMI.
Esa cifra que podría sumar surge de la “cuota” de 0,67% que tiene el país como socio del Fondo. Ese monto equivale casi a US$ 1.000 millones más del vencimiento que debe afrontar el gobierno de Alberto Fernández en mayo pasado con el Club de París que fue de US$ 2.400 millones.
En 1969, cuando se creó el DEG, la intención fue que permitiera mantener el sistema de paridades fijas establecido en 1946, pero la oferta y evolución del oro y el dólar de EE.UU. no lo permitió y trabó cada vez más los flujos comerciales y financieros internacionales, hasta el derrumbe final, en 1973, del sistema de cambio fijo y su reemplazo por tipos de cambio flotantes entre las principales monedas y también con las del resto del mundo.
El DEG no es ni una moneda ni un activo frente al FMI. Más bien representa un activo potencial frente a las monedas de libre uso de los países miembros del Fondo. “Los tenedores de DEG pueden obtener estas monedas a cambio de sus DEG mediante dos operaciones: primero, la concertación de acuerdos de canje voluntario entre países miembros y, segundo, la designación, por parte del FMI, de países miembros con una sólida situación externa para que compren DEG a países miembros con una situación externa poco firme. Además de su función de activo de reserva complementario, el DEG sirve como unidad de cuenta del FMI y de algunos organismos internacionales”, detalla el FMI.
Sobre el caso argentino, según comenta el propio FMI, el país podría beneficiarse aún más l propio Fondo subraya la posibilidad de que además de los US$ 3.350 millones (en DEGs) que les corresponden por su “cuota”, la Argentina podría acceder a montos mayores si acuerda con países que no usarán esa mayor asignación, como pueden ser algunos países europeos (que en general priorizan a sus vecinos africanos), EEUU, Canadá y países asiáticos como China y Japón.
La asignación de DEG se sumaría a la supercosecha. Los precios vuelan y habrá miles de millones de agrodólares. El agro ayudará a sostener el saldo comercial en niveles altos. ■