Los opositores celebran su avance en Bolivia pero aún no hay cifras oficiales
La dividida oposición boliviana celebraba ayer lunes su posible victoria frente al gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) del presidente Luis Arce y del exmandatario Evo Morales, aunque hasta anoche aún no se conocían los resultados oficiales de las elecciones de alcaldes y gobernadores del último domingo, cuyo cómputo avanzaba lentamente.
Las dos encuestas de boca de urna para cadenas de TV proyectaron el día del comicio victorias de los opositores en ocho de las 10 alcaldías más grandes, entre ellas las de La Paz, Cochabamba, Alto y Santa Cruz, mientras el Movimiento al Socialismo podría retener cuatro de las nueve gobernaciones del país del Altiplano y en otras cuatro se perfilaba una segunda vuelta el 21 de abril.
El ex presidente Morales (20062019) dijo por Twitter que “el MAS se ha consolidado como la primera fuerza política”. El político partió ayer a Buenos Aires -donde estuvo asilado hasta noviembre del año pasado- pero no mencionó los motivos del viaje.
El expresidente renunció en noviembre de 2019 tras unas elecciones denunciadas como fraudulentas en las que buscaba un cuarto mandato consecutivo, lo que sumió al país en un estallido social que dejó 36 muertos y la asunción de un gobierno interino de derecha encabezado por Jeanine Áñez hasta las nuevas elecciones de octubre pasado. Arce no hizo comentarios públicos después de los comicios del domingo.
“Luis Arce tendrá que gobernar con gobernadores y alcaldes que políticamente no le son afines y esa situación puede complicar la gobernabilidad”, comentó a The Associated Press el profesor de Ciencia Política, Carlos Cordero.
Las proyecciones indican que el MAS tendrá menos votos que en los comicios presidenciales, que Arce ganó con el 55%, pero en los comicios para elegir gobernadores y alcaldes ratificó que sigue siendo el único partido con presencia nacional frente a una dividida oposición cuya fortaleza son sus liderazgos regionales, según los expertos.
El MAS llegó dividido a los comicios y podría haber perdido la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, su reducto más fiel, donde la disidente y expresidenta del Senado, Eva Copa, arrasaba con 67% de los votos.