Durante un año de pandemia, Italia superó los 100.000 muertos por Covid
El primer caso fue el 21 de febrero de 2020. Se agregarían 30.000 víctimas más con la actual tercera ola.
Italia superó ayer la cifra de 100 mil muertos en un año de pandemia, iniciada el 21 de febrero del año pasado con el fallecimiento en un hospital del norte de Adriana Trevisan, la víctima número uno por el Covid-19 en el país, que se convirtió en el pionero y más castigado de la tragedia que se extendió rápidamente por toda Europa y el resto del mundo. En 24 horas hubo 318 decesos, que hicieron llegar el total a 100.103 muertos, con 13.02 contagiaos, se informó oficialmente.
La pandemia vuelve a agravarse ahora por tercera vez con una oleada que durará al menos hasta mayo y puede causar hasta 30 mil muertos más. Esta realidad debido al creciente dominio de las nuevas variantes del virus Covid-19 original, difunde una oleada de temor, mezclada con bronca y depresión.
El gobierno, que creó una paleta de colores en la península para diferenciar las zonas de riesgo, aparece ahora empujado a decretar una supercuarentena “roja” al menos por tres semanas para contener con el aislamiento y encierro de la gente la movilidad social, que es la clave del triunfo del virus.
Esas tres semanas deben estar acompañadas por el impulso de un creciente plan de vacunación masiva, para el cual falta nada menos que la materia prima básica, que son las vacunas. Hasta ahora, los envíos de los laboratorios han sido inferiores a los acuerdos con la Unión Europea que dirige en forma centralizada las compras de los 27 país que la forman, con 450 millones de habitantes. Pero se estima y se promete que desde fines de marzo llegarán 26 millones de vacunas, que sumarán 50 millones cuando arribe el verano en junio-julio.
No hay otro remedio que creer y presionar para que este enorme tesoro, la única arma directa contra el coronavirus, arribará por fin. El gobierno del primer ministro Mario Draghi ha ordenado la movilización general. Ha puesto al comando del comité de emergencia a un general de Cuerpo de Armada, Pablo Figliuolo, el mejor especialista del Ejército en logística.
Por toda la península se esparcen centros de vacunación que serán abiertos lo antes posible para comenzar a vacunar “24 horas si hace falta” a la población. El ministro de Salud, Roberto Speranza, dijo que la mayor parte de los italianos estarán vacunados e inmunizados para el verano, una afirmación que muchos creen imposible visto los retardos acumulados. Pero en la batalla de la vacunación masiva el nuevo gobierno se juega su destino. Y no hay otra manera de enfrentar la epidemia -que no para de crecerque fomentar las vacunaciones en las tres semanas a un mes que duraría la supercuarentena que declararía “zona roja” a todo el país.
La anterior cuarentena nacional duró 72 días entre marzo y principios de mayo de 2020 y dio buenos resultados. Al verano se llegó con índices muy bajos de contagiados y mucho menos muertos.
La incidencia del Covid-19, que las autoridades no logran domar, ha llegado a 7,6 por millón de habitantes. No se puede perder más tiempo. El promedio de muertos no ha bajado de los 300 decesos diarios aún antes que llegara la tercera oleada, que puede levantar el número a más de 500 por día para llegar en los momentos de pico de la pandemia al millar de fallecidos, como ya ocurrió en las fases anteriores.
La situación vuelve a agravarse ahora con la aparición de nuevas variantes del virus.
La epidemia corre gracias a la multiplicación de contagios por variantes como la inglesa, que llevó a Gran Bretaña a consumar el dato récord de 124 mil muertos. Pero el primer ministro Boris Johnson logró un éxito enorme con su campaña de vacunación masiva que ya ha pinchado en el brazo con la dosis salvadora a 24 millones de británicos, logrando una disminución espectacular de fallecidos.
En Italia hay seis regiones, que son Lombardía (Milán) Campania (Nápoles), Piamonte (Turín), Emilia Romaña (Bolonia), Friuli y Marcas que registran más de 250 casos por cien mil habitantes en una semana, cifras de terror. En primer lugar, esta desgracia a llevado a una clausura generalizada de las escuelas, que naturalmente si hay una supercuarentena se convertirá en total, desde el jardín de infantes a las primarias, secundarias y universitarias.