Para Fernández, el conflicto de Guzmán con La Cámpora está terminado
El Gobierno negocia la reunión con la directora del FMI para el viernes, antes de volver al país. El mandatario sostuvo que busca “ratificar acuerdos con Europa”.
El Presidente le reiteró su apoyo al ministro de Economía y dio por terminada la interna. Fue en Portugal, donde recibió el respaldo de su par a la negociación con el FMI. Fernández busca encontrarse el viernes con la titular del Fondo, Kristalina Georgieva. Hoy va a España.
"Venimos a ratificar nuestros acuerdos con Europa, para que nos acompañen en el desarrollo". Distendido y de buen humor, en un apartado del bar del hotel Eurostars Museum frente al río Tajo -el más largo de la península ibérica-, en Lisboa, Alberto Fernández se mostró expectante en su primera escala de la gira europea, y en la comitiva argentina no descartaban por estas horas un encuentro entre el Presidente y Georgieva Kristalina, la directora del FMI, el viernes en Roma, antes del regreso al país.
La reunión, que todavía se negociaba entre la delegación y las autoridades del Fondo, estaba sujeta, según fuentes oficiales, a la agenda de la directora del organismo, que sí tiene previsto participar junto a Martín Guzmán de una actividad en el Vaticano que incluye, por ejemplo, al Nobel Joseph Stiglitz, su mentor.
Para el Presidente, el encuentro con Kristalina, con quien mantuvo en los últimos tiempos algunas conversaciones más de las que trascendieron oficialmente, sería el final ideal de un viaje atravesado por completo por la renegociación del país con el Fondo Monetario, un programa que Fernández y Guzmán esperan reprogramar, con ventajas para la economía Argentina, con el apoyo de Europa.
Es decir, de Portugal, España, Francia e Italia, además de Alemania. Un tema que, en el país, genera recelos internos con el sector de la coalición que responde a Cristina Kirchner.
Si bien Berlín no figuró entre los destinos de la gira por las restricciones sanitarias de esa ciudad, en el Gobierno aseguraron que la semana próxima habrá un encuentro virtual con las autoridades alemanas.
"Hay mucha expectativa de verla (a Kristalina), estamos viendo su agenda", abundaron desde la delegación oficial a este diario. Fue también un mensaje de respaldo a Guzmán que llegó tocado a la gira tras las internas oficiales (ver aparte).
En ese sentido, el primer encuentro oficial de la gira presidencial con Marcelo Rebelo de Sousa, el presidente portugués, en el coqueto Palacio de Belem -la residencia fue declarada monumento nacional en el 2007 aunque el mandatario no la utiliza para vivir-, fue más que auspicioso para Fernández.
"En el 2011, Portugal se plantó ante las políticas de ajuste del Fondo. Tuvieron el apoyo de la Unión Europea con una política expansiva que llevaron adelante. Buscamos lo mismo", explicaron desde el entorno presidencial después del encuentro, de más de una hora, que incluyó un mano a mano entre ambos mandatarios y luego una reunión de trabajo ampliada con Guzmán, Felipe Solá, Julio Vitobello y Juan Pablo Biondi.
Para la Casa Rosada, el apoyo portugués que hoy terminará de confirmarse con la bilateral que tendrán a media mañana el jefe de Estado y el primer ministro Antonio Costa deberá replicarse el resto de la semana con el guiño de Pedro Sánchez, Emmanuel Macron y Mario Draghi,
el premier italiano. Y el Papa Francisco, que recibirá a Fernández en la última parada de la gira.
El Gobierno llegó a Europa con un par de objetivos claros. Obtener el apoyo de los presidentes a la renegociación con el FMI, refinanciar el vencimiento con el Club de París de poco más de US$ 2.000 millones previsto para fin de mes -y que la Argentina no entre en default con ese organismoy, con eso, plantear un nuevo programa ante el board del FMI.
"Es muy importante que los países europeos nos sigan apoyando en el planteo ante el Fondo. Nuestra alianza con Europa tiene que ser firme", plantearon desde la delegación ante este diario.
El Gobierno busca que la reprogramación de los US$ 44.000 millones del crédito Stand-by que tomó la administración de Cambiemos sea definido por el país. "Basado en la recuperación económica, como el modelo portugués", explican. Portugal, por caso, aplicó un programa expansivo que alimentó el consumo y terminó con una coalición estable a nivel político y económico con la que ahora el Frente de Todos se siente a gusto: "Somos dos naciones amigas que nos apoyamos".
Fernández y Costa, el premier portugués, habían forjado un vínculo durante la campaña. De hecho, la inclusión de Lisboa como primera escala de la gira se confirmó, juran, ante el pedido del gobierno portugués.
Hace menos de un mes, Guzmán, cascoteado en la Argentina pero con un rol clave aquí en el viejo mundo,
había hecho la primera parte del trabajo cuando recogió el respaldo de los ministros de finanzas. "Ahora buscamos cerrar el capítulo Europa", se confiaron ante Clarín desde la delegación. El Presidente sostiene a su ministro.
Pero lo que aquí en Lisboa aparece como prenda de consenso, en la Argentina todavía genera discusiones internas. Antes del arranque de la gira, el kirchnerismo le dio dictamen a un proyecto de declaración para utilizar los US$ 4.300 millones de derechos de giro que le corresponden a la Argentina en gastos vinculados a la pandemia, y no para pagar deuda. Un límite a la estrategia de Guzmán.
En el lobby del hotel portugués relativizan los desacuerdos. "Nosotros queremos lo mismo. Lo ideal es que esos fondos constituyan reservas que respalden la emisión para gastos de la pandemia", dicen. En Buenos Aires, parece, no piensan de la misma manera. ■