Los años ‘90 y la Argentina de Menem, en perspectiva

Considero que el libro “Los Noventa. La Argentina de Menem” que acaba de publicar la editorial Sudamericana, constituye un aporte necesario para la historia política de nuestro país. Se trata de una recopilación de 29 artículos, elaborados por otros tantos colaboradores que tuvo el presidente Carlos Menem durante su mandato que se extendió entre el 8 de julio de 1989 y el 10 de diciembre de 1999 y en los cuales se abordan diversos temas de su gestión.

Creo que es la primera vez que se publica un libro de esa naturaleza por parte de colaboradores de un gobierno, luego de transcurridos más de 20 años de su finalización, lo que permite analizarlo con una perspectiva histórica, con mayor objetividad y sin apremios ni intereses coyunturales o agonales.

Para evaluar al gobierno del presidente Menem en esa perspectiva histórica, no puede obviarse la situación en que se encontraba el país en el momento de su asunción al cargo.

Sobre el particular cabe recordar que tuvo que asumir su cargo 6 meses antes de lo establecido, por renuncia del gobierno anterior, en medio de una tremenda crisis económica y social, con una hiperinflación que había alcanzado al 209% en el mes de julio de 1989, con corridas bancarias, saqueos a supermercados, sin reservas en el Banco Central, déficit millonario de las empresas de servicios públicas, falta de pago de las deuda pública interna y externa, etc.

En ese estado de cosas y ante la inédita situación institucional de una sucesión presidencial anticipada, hubo que concretar una serie de acuerdos dentro del marco de la democracia, lo cual fue posible gracias a la buena voluntad y responsabilidad cívica y política de los protagonistas de la transición.

Precisamente a raíz de la grave situación comentada, hubo que tomar las drásticas medidas, acciones y adoptar las reformas que se detallan en la obra, entre ellas, como se hizo para derrotar la hiperinflación y volver al crecimiento del PBI que alcanzó al 48%, mientras el PBI per cápita se incrementó en un 31%, el tercero más alto en la historia del país, al finalizar los 90.

Asimismo se evalúa el rol que jugaron las privatizaciones, en sus diversas variantes, y el fenómeno de la convertibilidad, que fueran objeto de críticas y apoyos antes y después de finalizado ese periodo de gobierno, pero que en su momento permitieron una estabilidad económica que hoy seguramente se desearía volver a tener.

Más allá de las interpretaciones ideológicas, políticas y económicas que se pueden realizar sobre la gestión gubernamental del presidente Menem resultaba imprescindible que la evaluación de los resultados se hiciera sobre datos y estadísticas ciertas, provenientes de fuentes confiables, tanto oficiales como privadas que en cada caso se citan.

Se podrían exhibir resultados positivos sobre otros aspectos de la gestión, pero por razones de espacio nos referiremos a los de naturaleza económica, en cuanto son cuantificables.

Así a título de ejemplo se puede mencionar los crecimientos en la década del 90 de algunos rubros, tales como: PBI industrial en un 36 % y exportaciones de ese rubro un 119%; la construcción en un 59%; industria manufacturera en un 106%; la producción de petróleo 74% y la de gas 76%; las líneas de teléfono fijas en un 136%; pasajeros transportados en ferrocarril el 72%, en avión el 111%, y en subterráneos el 88%; la producción de granos un 83%; la energía eléctrica en miles de GWh un 78% ; la industria automotriz un 140% (contribuyó en gran parte la instalación de General Motors y Toyota).

Se podrían seguir dando datos de esta naturaleza, pero también es importante consignar, para desmentir algunas afirmaciones falsas, que el nivel de pobreza de la población descendió del 47,3% en 1989 al 26,7% en 1999.

Por otra parte no se puede dejar de señalar que la política exterior del gobierno justicialista, posibilitó no sólo mantener buenas relaciones con todas las naciones, sino además lograr el ingreso al selecto grupo del G 20, que integran los países centrales y más desarrollados del mundo, sin olvidar la celebración del Tratado de Asunción por el que se constituyó el Mercosur, y cuyos antecedentes se remontan al ABC de Perón y a la iniciativa de los Presidentes Alfonsín y Sarney. Se inscribe también en ese rubro, el arreglo definitivo del centenario conflicto de límites con Chile.

En otro sentido, la vocación de diálogo y el clima de concordia existente en los 90, posibilitaron realizar en 1994 la reforma constitucional más importante, legítima y democrática de la historia institucional de nuestro país, como lo demuestra el haber sido jurada por la totalidad de los convencionales integrantes de los 19 bloques políticos que participaron en la Convención Nacional Constituyente de ese año, superando los “portazos” y abandonos masivos ocurridos en Convenciones anteriores.

La incorporación de nuevos derechos y garantías, la mayor participación de los ciudadanos en la gestión pública y un nuevo equilibrio de poderes del Estado son algunos de los rasgos positivos de la reforma.

Por los motivos indicados considero que el libro que comentamos permitirá que los ciudadanos puedan conocer de primera mano las razones que llevaron a efectuar las políticas de transformación y modernización del gobierno de los 90 y los resultados obtenidos de ellas, muchas veces tergiversados por ignorancia o mala fe.

Cualquiera sea la óptica con que se analice la obra, no caben dudas que constituye un valioso aporte histórico, para que con un sentido crítico se puedan extraer los aspectos positivos y negativos de una gestión de gobierno, posibilitando además su comparación con gobiernos anteriores y posteriores al de los 90.w

Para evaluar al gobierno de Menem no puede obviarse la situación en que estaba el país.