El acceso al conocimiento, herramienta de inclusión social
El conflicto suscitado sobre la educación presencial a partir de la evolución de la pandemia Covid en nuestro país, ha traído de modo paradojal un efecto positivo: colocar el rol sobre el Estado y la Educación en el primer plano del debate político y la sociedad toda. Un fenómeno que vivimos con el inusitado vértigo que tienen las cosas en nuestro país pero que también se da en el mundo.
El Covid-19 es para Naciones Unidas una catástrofe educacional sin precedentes. Según António Guterres su secretario general el impacto de la Pandemia en la educación ha provocado “la mayor interrupción de la educación de la que se tenga memoria”. El cierre de escuelas debido a la pandemia ha afectado a 1600 millones de estudiantes en más de 190 países en todo el Planeta.
En línea con la ONU y en base a la propia experiencia que hemos atravesado en todo el territorio nacional, en la Ciudad de Buenos Aires asumimos que las consecuencias de la interrupción de las clases presenciales significaron un retroceso en materia de Acceso al Conocimiento que puede arrastrar a varias generaciones
Estudios académicos y científicos han abundado sobre las consecuencias de la interrupción de las clases presenciales para niños y jóvenes, han mostrado las consecuencias sobre relacionamiento, afectividad, trastornos psicológicos y naturalmente el perjuicio desde la perspectiva pedagógica; las facetas sociales y emocionales de la enseñanza y del aprendizaje han marcado una línea roja.
Ahora bien, poco se habla del impacto a futuro sobre el Acceso a Oportunidades y la forma en que el retraso educativo afectará a los jóvenes en su integración al mundo profesional y productivo, al mercado laboral y a la propia realización de cada joven.
Paradójicamente en el marco del retroceso que significó el Covid en todo el ámbito de la Producción lo que no se detuvo sino por el contrario avanzó de modo exponencial fue el Salto Tecnológico. La Pandemia viene a acontecer en medio de la más importante transformación del sistema productivo desde la Revolución Industrial: la irrupción de la digitalización y la Industria 4.0 con la consecuente reconversión de los Recursos Humanos y la afectación en mundo del trabajo.
Por esto es que el Acceso al Conocimiento y la necesidad de no desacoplar a las generaciones actuales del Cambio que produce el mundo es una urgencia de orden social dramática. A los problemas socio afectivos y pedagógicos nosotros sumamos esta perspectiva que marca que ese Acceso al Conocimiento, en el Siglo XXI es la principal herramienta de Inclusión Social, lo que define a la Educación como el principal vector de la transformación hoy de una Sociedad.
El acceso al conocimiento (la educación y la asistencia a clases) que ha sido interferido por la pandemia agudiza la brecha y la desigualdad, donde los más perjudicados claramente son los sectores populares y más vulnerables porque son los más afectados por la falta de conectividad y el uso de las herramientas digitales para acceder a la educación a distancia.
Entonces, si la base de la reconversión de los recursos humanos en el sistema productivo es el Acceso al Conocimiento (la educación) esa también es nuestra prioridad porque implica la inserción social, el acceso al trabajo digno y la igualdad de oportunidades para la realización de cada joven
Puede que el efecto de esta Pandemia sea el más grande proceso de destrucción creativa que jamás haya ocurrido, y de la noche a la mañana. El gran desafío es recomponer la trama social con eje en la Educación, por eso la vuelta a las aulas es una tarea impostergable.