Los jóvenes, un sector muy castigado y motor central del reclamo popular
El desempleo afecta al 30% de ese grupo social, que reclama además una mejor educación pública.
Un diálogo amplio, que incluya a diversos sectores de la sociedad y en especial a los jóvenes, se perfila como una salida a la crisis de Colombia, afirman analistas y observadores.
Las manifestaciones fueron convocadas por el Comité Nacional de Paro, integrado por líderes sindicales y de organizaciones sociales, pero tienen como común denominador los rostros juveniles que se han encargado de mantener viva la llama de la “resistencia”, como llaman a su oposición a la política económica del presidente Iván Duque. Los reclamos de este sector son variados pero se resumen en una educación universitaria pública gratuita, renta básica para los más pobres y oportunidades de empleo, entre otros.
En Colombia, hay 11 millones de jóvenes de entre 14 y 26 años de edad que representan el 21,8 % de la población del país, según el Departamento Nacional de Estadística (DANE).
Justamente esa franja social es de las más golpeadas desde el punto de vista social por la pandemia de Covid-19 porque han visto aumentar la pobreza en sus hogares, el desempleo, la pérdida de oportunidades educativas y hasta la libertad de salir a divertirse, argumentos suficientes para ir a protestar.
La oposición a la reforma fiscal, que golpeaba con más impuestos a la clase media y a los que menos ganan, fue el detonante de las protestas, pero la algarabía de los jóvenes en las calles colombianas, ya sean universitarios o desempleados, muestra que la insatisfacción va más allá de la política tributaria.
“La población más golpeada es la juventud, no solamente la estudiantil sino la juventud en general con un desempleo del 30 % para las mujeres jóvenes; es una cosa que no podemos sencillamente ignorar (...) y es lo que particularmente está sacando a la gente a las calles”, aseguró Jennifer Pedraza, miembro de la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles de la Educación Superior.
Pedraza fue escuchada esta semana en una sesión del Congreso donde explicó el papel de los jóvenes en las protestas. Aunque Duque es el segundo presidente más joven en la historia de Colombia, nunca ha tenido sintonía con el grueso de ese sector social, haciendo realidad el refrán que dice “no hay cuña que más apriete que la del mismo palo”.
La falta de empatía de Duque con la juventud se remonta a las elecciones de 2018 por las críticas del entonces candidato presidencial del partido Centro Democrático al acuerdo de paz firmado con la guerrilla de las FARC, celebrado por los jóvenes como una ocasión de dejar atrás más de medio siglo de violencia.w