Clarín

En la compra de alimentos, el 40% de lo que se paga son impuestos

Mochila pesada. Así, si se gastan $ 5.000, unos $ 2.000 son impuestos. Este año la presión fiscal sería equivalent­e al 33% del PBI. En el 2000 era el 20%. Los motivos.

- Gustavo Bazzan gbazzan@clarin.com

Así, por una compra de $ 5.000, en impuestos se van $ 2.000. Este año, la presión fiscal en la Argentina va a ser de 33%, una de las más altas de la región. En el 2000 era del 20%. El Gobierno de Alberto Fernandez creó, aumentó y modificó unos dieciséis impuestos. Y hay municipios que tienen tributos insólitos, como el impuesto al viento de Puerto Madryn, sobre la generación de energía eólica. En el país se estima que, cada año, hay que trabajar seis meses para pagar los impuestos. La presión impositiva es a nivel nacional, provincial y municipal para financiar el gasto del Estado.

Los impuestos están ocupando una parte cada vez más importante en los presupuest­os de las familias y las empresas. En los últimos años, la presión fiscal ha ido creciendo de forma casi ininterrum­pida. La carga tributaria total, calculada como el total de impuestos que se pagan en relación al tamaño de la economía, pasó del 20% en el año 2000 al 33% estimado para el 2020.

Esta presión fiscal creció a la par del incremento de impuestos en los tres niveles de Gobierno, que cada vez necesitaro­n más fondos para financiar el creciente gasto público de la Nación, las provincias y los municipios. De hecho el gobierno de Alberto Fernández creó, aumentó o modificó 16 impuestos. El último fin de semana, por ejemplo, se conoció la resolución que amplía la aplicación del impuesto al cheque a las billeteras digitales, para el caso de operacione­s cursadas por operacione­s jurídicas.

La economista Diana Mondino, del CEMA, por ejemplo, advirtió este fin de semana que la queja del gobierno por los aumentos de precios no se correspond­ía con el fuerte incremento de la presión impositiva.

Aldo Abram, de la Fundación Libertad y Progreso señaló que este año la presión fiscal podría llegar a ser equivalent­e al 33% del PBI, bien por encima del promedio de la región.

“Me parece interesant­e decir que obviamente eso no significa que cada uno de nosotros esté pagando en porcentaje esa tasa de impuestos. De hecho no es así, porque en la Argentina y en los países que tienen alta informalid­ad como nosotros, en realidad el que paga impuestos paga una mayor proporción de impuestos de lo que marca la presión tributaria.

Los que pagan tienen que pagar más en porcentaje porque hay gente que no paga. Eso se da porque, lamentable­mente los que pagan si hay mucha informalid­ad están en realidad pagando mucho más en proporción a lo que producen.”

En estas mediciones no se incluye el impuesto inflaciona­rio, que golpea a los que menos ingresos tienen.

En forma directa o indirecta, todos los argentinos pagamos impuestos. En cada compra que realizamos, detrás del precio al público están cargados los impuestos que cobran la Nación, las provincias y los municipios. También pagamos impuestos con los descuentos sobre los salarios, o cuando se paga la declaració­n de Bienes Personales o Ganancias.

La presión fiscal se puede ver en la vida cotidiana. Un trabajo realizado por el economista Nadin Argañaraz, del IARAF, concluyó que cerca del 40% del ticket que pagamos en un supermerca­do representa impuestos: sobre todo IVA, impuesto al cheque, Ingresos Brutos y tasas municipale­s. Es decir que en una compra de 5.000 pesos, 2000 pesos son impuestos. Esto demuestra que hasta el sector más rezagado de la población paga impuestos, aunque ni siquiera lo sepa o se de cuenta.

Además de los cambios impositivo­s impulsados por el Gobierno nacional, algunas provincias se sumaron con cambios que le son de su competenci­a, como incremento­s en

ingresos brutos y sellos. El municipio de Puerto Madryn se destacó por una tasa sobre la generación de energía eólica (impuesto al viento). En la mayoría de los casos, las modificaci­ones elevaron la presión fiscal sobre personas y empresas. Como alivio, el Congreso aprobó la modificaci­ón al impuesto a las Ganancias para las personas físicas, un beneficio que alcanza a los asalariado­s que perciben sueldos de hasta $ 150.000 al mes.

Dada la creciente presión fiscal, se puede calcular el día de la liberación de impuestos. Esto representa qué cantidad de días trabajamos para pagar impuestos. En la Argentina, se estima que el día de la liberación llega el

1 de julio. Hasta esa fecha, los ingresos de una familia se aplicaron en pagar impuestos. Desde ese día, los ingresos son efectivame­nte para la familia.

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