Podoroska venció a su ídola de la infancia
Pasó a los octavos de final del WTA 1000 de Roma en el Foro Itálico y hoy enfrentará a la croata Martic.
La tenista argentina se dio un gran gusto en el Master 1000 de Roma. Venció a la estrella estadounidense, Serena Williams, por 7-6 y 7-5. La victoria le permite seguir subiendo en el ranking. “Cuando era chica soñaba que jugaba con ella”, dijo.
Enfrente tuvo a una leyenda viva del tenis. A la campeona de 23 Grand Slams. A quien dominó el circuito durante más de 15 años y quien se mantiene en el top ten desde su octavo puesto del ranking mundial. A la jugadora que idolatraba y admiraba cuando era chica. Nada de eso le importó a Nadia Podoroska, que se anotó en la segunda ronda del Abierto de Roma (1.041.480 euros) la victoria más grande de su carrera. Porque superó por 7-6 (8-6) y 7-5 a Serena Williams, que jugó su 1.000° partido en el circuito, para protagonizar un festejo histórico.
Para las estadísticas no fue su triunfo más importante. Si del ranking de la rival y de contexto se habla, el que consiguió ante la ucraniana Elina Svitolina, quinta del mundo, en los cuartos de final de Roland Garros del año pasado pesó más. Pero por todo lo que significa para el tenis la estadounidense, la alegría y la satisfacción fueron mayores ahora.
“Es un triunfo muy especial. Jugar contra Serena es un gran honor porque la miraba jugar cuando era chica”, reconoció la argentina. “Pero más que nada estoy feliz por la manera en que jugué. Fue un gran partido, de un nivel alto”.
Es cierto. En un duelo intenso y vibrante, Podoroska, 44ª del ranking, doblegó a Williams jugando de una manera excelente. Y con una mentalidad de campeona que le permitió aguantar la presión de su adversaria y no perder la concentración en esos pasajes del partido en los que la ex número 1 se posicionó como una verdadera amenaza.
La rosarina, que juega por primera vez el cuadro principal de un WTA 1000, necesitó una hora y 58 minutos para sellar el triunfo.
“En estos partidos uno da lo mejor que tiene. Juego más suelta contra las grandes jugadoras. No puedo escatimar demasiado. No me quiero guardar nada. Estos partidos me demuestran que estoy al nivel de ellas”, comentó luego de celebrar con los puños en alto y una gran sonrisa el gran batacazo de la jornada.
Es cierto que Williams ya no es la jugadora letal que fue y que volvió a la competencia en Roma tras tomarse un descanso de casi tres meses luego de su derrota ante Naomi Osaka en las semifinales de Australia. Pero la menor de las más famosas hermanas en la historia del tenis tiene un juego y una potencia que la transforman en favorita en cada partido que juega.
“Sabía que Serena no jugaba desde Australia y podía notar la falta de ritmo. Pero igualmente iba a tener que jugar cada punto, pelear cada pelota. Quería jugar sólida y, a la vez, no dejarle tomar la iniciativa”, afirmó quien tampoco había llegado al torneo en su mejor momento.
Podoroska no ganaba dos partidos consecutivos desde principios de febrero en el Abierto de Yarra Valley, en la burbuja de Melbourne y antes del primer Grand Slam de la temporada, había perdido ante la checa Marketa Vondrousova en los cuartos de final. Y volvió a jugar en la capital italiana después de recuperarse de una molestia en la cadera que la obligó a bajarse de Madrid.
En el Foro Itálico debutó con una victoria ante la alemana Laura Siegemund, lucky loser. Y con el triunfo ante Williams cortó esa mala racha.
Podoroska, además, se aseguró dar un pequeño salto en el ranking y alcanzar el 41° puesto el lunes, la mejor ubicación de su carrera. Podría avanzar más si continúa sumando triunfos en el polvo de ladrillo. Hoy, por ejemplo, lo intentará ante la croata Petra Martic, 25ª del mundo.
Revelación de la temporada 2020 por las grandes actuaciones que cosechó justamente en la gira europea de canchas lentas, terminó de explotar cuando se convirtió en la primera jugadora de la historia en meterse entre las semifinalistas de Roland Garros luego de superar la clasificación.
“Volví a sentirme cómoda en polvo de ladrillo y eso es importante. Porque cuando jugué hace unas semanas la Billie Jean King Cup en Córdoba no me sentía bien. En este partido jugué mi mejor tenis desde Roland Garros”, reconoció Podoroska, la que derrumbó a una enorme leyenda.