Clarín

El Gobierno de los iluminados

- Héctor Gambini

Zannini se salvó primero en un país que suma 68.807 muertos por el virus

Alberto Fernández prometió que el suyo sería el gobierno de los científico­s, no de los iluminados. No es lo mismo. Quizá sin notar las diferencia­s, ahora Carlos Zannini, procurador del Tesoro de la Nación, sale a marcar otras categorías sociales que no son ni la de Personal de Salud con la que se vacunó por izquierda, ni la de Personal Estratégic­o con la que luego quisieron justificar su vacunación exclusiva y acomodada.

Eso consideró el Presidente al echar de su cargo al ex ministro de Salud Ginés González García cuando se conoció el escándalo del Vacunatori­o VIP, hace ya tres meses. Pero Zannini, beneficiar­io de esa situación que Alberto calificó como “adelantami­ento en la cola” -para adelantar que iría a fondo pero no tanto-,

no sólo continúa en su cargo sino que agrega ahora nuevas categorías VIP como “autoridad decisional” (él) y “personalid­ad que necesita ser protegida por la sociedad” (el también vacunado VIP Horacio Verbitsky).

Las nuevas categorías que acaba de inventar son para ratificar que no se arrepiente en lo más mínimo de haberse vacunado primero. “Yo sabía que estaba en condicione­s legales”,

explicó este martes en C5N. “Como autoridad decisional fui y lo hice”, argumentó.

Y siguió: “De lo que me arrepiento es de no sacarme la foto en el momento. De la vacunación de mi mujer tampoco me arrepiento...”.

Zannini argumenta que la vacuna le correspond­ía por ser mayor de 60 años. Eso cabe para todos los argentinos de esa franja etaria que hoy -más de tres meses después de haberse vacunado Zannini- aún esperan su primera dosis. Hay 45.000 de ellos únicamente en la Ciudad de Buenos Aires.

Es obvio que no se sacó la foto porque sabía que lo que estaba haciendo estaba mal. ¿Quién se haría una selfie en un bote salvavifon­do. das de 12 personas, rodeado de miles que apenas asoman sobre las olas, con el agua hasta el cuello, buscando el bote que Zannini ya ocupó por sentirse de una casta diferente?

Lo que Zannini dice de Verbitsky es sólo autodefens­a: “No tenés que actuar con culpa porque vos tenés derecho a eso, porque sos una personalid­ad que necesita ser protegida por la sociedad”. El pedido de disculpas de Verbitsky por vacunarse entre los colados dejó a Zannini en offside. No tengas culpa porque yo no la tengo, le dice ahora Zannini. Y se instala en un umbral de iluminados que, por derramar sus haces sobre las masas inferiores, “necesitan” privilegio­s de protección. Algo así como un tributo social por sus servicios esenciales que, la verdad, no estaríamos conociendo a La patria es el otro iluminado, sería.

¿Pudo este razonamien­to de “nos correspond­e” justificar otras decisiones ocultas de los gobiernos de los que Zannini fue parte?

Mientras el vacunatori­o VIP es investigad­o en la justicia administra­tiva y en la penal sin mayores avances, sólo podría “condenar” administra­tivamente a Zannini su firma al lado de la inscripció­n “Personal de Salud”. Es decir, la prueba de que él sabía que lo estaban anotando con un cargo que no tiene. Es obvio que lo hicieron así porque si no en ese momento no le hubiese correspond­ido la vacuna.

Aún con esa “prueba” -que la Procuradur­ía de Investigac­iones Administra­tivas hasta ahora no vio- Zannini sólo podría ser sancionado por el Presidente, que lo absolvió en el mismo instante en que decidió cortar todo echando a Ginés.

El privilegia­do que corrió a los botes hace alarde de su condición porque sabe que no habrá castigo. Flota en el contexto una realidad más dura: que usó su autoridad decisional para decidir salvarse rápido en un país que ya lleva 68.807 muertos por coronaviru­s.w

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina