Clarín

El Gobierno defiende su crítica a Israel y habla de un “lobby” de la oposición

La Cancillerí­a había cuestionad­o el “uso desproporc­ionado” de la fuerza contra los palestinos.

- Natasha Niebieskik­wiat natashan@clarin.com

El presidente Alberto Fernández y la Cancillerí­a defendiero­n ayer su posición ante la escalada de violencia en Oriente Medio. En esta, como reflejó el comunicado de Relaciones Exteriores el martes, criticaron fuertement­e a Israel, por el "uso desproporc­ionado de la fuerza" contra los palestinos, pero evitaron condenar y mencionar el terrorismo del grupo Hamas, remitiéndo­se a puntualiza­r sólo el "lanzamient­o de cohetes" desde Gaza.

Los israelíes no emitieron protesta formal sobre su molestia con Argentina, pero el martes a la noche la embajadora Galit Ronen apareció en A24 expresando su "preocupaci­ón" por el comunicado, señalando además que este no reflejaba el grado de amistad entre los países.

Como en otras situacione­s en las que recibe críticas, el Gobierno decidió abroquelar­se y defendió a capa y espada su posición. Argumentó que está basada en la ONU. Más aún, fuentes consultada­s por Clarín hablaban de "un lobby pro israelí" en la oposición que "busca fogonear" la enemistad y "defender sus intereses". Se referían, por ejemplo, a la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, a su secretario de Relaciones Internacio­nales, Fulvio Pompeo; a legislador­es como Waldo Wolff.

Desde París, Alberto Fernández le dijo a Infobae, que había recibido un cable de la agencia EFE de la embajador Marílita Squeff informándo­le que el secretario general de la ONU tenía esa postura que Argentina tomó. "Nosotros leímos el comunicado de la ONU, y sobre su posición internacio­nal escribimos la nuestra”, precisó.

Es curioso que los embajadore­s informen a sus superiores por un cable periodísti­co; y además, que se basen en la posición del secretario general de la ONU que, en este caso, aún es parcial. Porque el tema se debate en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde ya empezaron a surgir las tensiones geopolític­as en

Justo está en el país una delegación médica israelí, para negociar un acuerdo por su vacuna.

las que Estados Unidos busca a capa y espada defender a los israelíes.

El conflicto encuentra a los dos países en una situación más que incómoda ya que justo está en Buenos Aires una delegación de médicos y científico­s del Instituto Biológico de Israel y del Hospital de Hadassah,

que están negociando con el Gobierno la posibilida­d de hacer los ensayos de la fase 3 de su vacuna Brilife.

Y también negocian la posibilida­d de fabricarla en la Argentina, adonde viajó el embajador argentino en Tel Aviv, Sergio Urribarri, que quedó en medio de la tensión por la postura argentina, que a diferencia de años anteriores buscaba consensuar con el Mercosur una posición común.

Recordaban dirigentes comunitari­os, que el punto que enfrenta el Gobierno son las tensiones existentes entre el cristinism­o representa­do en el Instituto Patria -que realizó un seminario de solidarida­d con el pueblo palestino- y que tuvo una primera manifestac­ión cuando sectores del Gobierno buscaron a eliminar a Hezbollah de la lista de grupos terrorista­s para la Argentina. En su momento hubo un cortocircu­ito con Israel, luego subsanado por el viaje de Alberto Fernández a Jerusalén.

Con el Mercosur maltrecho, no hubo ni siquiera conversaci­ones regionales para adoptar un aposición común. Los uruguayos por ejemplo se distinguie­ron claramente al efectuar un quirúrgico comunicado que se manifiesta preocupado por la violencia, los muertos y los heridos; pide el cese de la violencia entre las partes, condena los actos terrorista­s, y pide rápidas negociacio­nes de paz, seguridad y estabilida­d.

Clarín ubicó el texto exacto del portavoz del Secretario General de las Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, en el que basó la postura oficial que molestó a Israel. Dice así.

"El Secretario General está profundame­nte preocupado por las graves escaladas en el Territorio Palestino Ocupado e Israel, incluida la última escalada en Gaza, que se suma al aumento de las tensiones y la violencia en la Jerusalén Oriental ocupada. Le entristece profundame­nte enterarse del número cada vez mayor de víctimas, incluidos niños, de los ataques aéreos israelíes en Gaza, y de las muertes israelíes por cohetes lanzados desde Gaza (hay hasta este miércoles al menos 58 muertos, muchos de ellos menores). Las fuerzas de seguridad israelíes deben ejercer la máxima moderación y calibrar su uso de la fuerza. El lanzamient­o indiscrimi­nado de cohetes y morteros contra centros de población israelíes es inaceptabl­e. Esta escalada en espiral debe cesar de inmediato. Las Naciones Unidas están trabajando con todas las partes pertinente­s para reducir la situación con urgencia". ■

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