La parábola del comisario Medina: de “distinguido” a preso en cinco meses
El jefe antidrogas de Presidente Perón fue detenido, acusado de proteger a un policía prófugo. En diciembre fue felicitado por la intendenta Blanca Cantero.
El jefe antidrogas de Presidente Perón -en el sur del conurbano bonaerense, Carlos Alberto Medina (47) quedó detenido, acusado de encubrimiento por haber ayudado a esconderse durante meses al teniente Adrián Baeta (50), también especializado en narcotraficantes y residente en Quilmes.
Hasta el jueves 6 de mayo pasado, la carrera del comisario Medina en la Policía Bonaerense parecía no tener techo. Incluso, el 13 de diciembre de 2020 fue uno de los oficiales jefes “distinguidos” por la intendenta de Presidente Perón, Blanca Cantero, en el acto por el aniversario de la fuerza.
A Medina le gustaban el éxito y las cámaras. El 28 de marzo, en su calidad de titular de la Subdelegación Departamental de Investigaciones de Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado dio una entrevista televisiva, para comentar los detalles de un operativo antidrogas, en el que se secuestraron 300 gramos de cocaína y poco más de un kilo de marihuana.
El operativo se realizó en San Miguel del Monte y Medina estaba exultante: “Vamos a seguir trabajando, no vamos a bajar los brazos”. Pero sus planes se truncaron en la mañana del 6 de mayo, cuando agentes de la Policia de Seguridad Aeroportuaria (PSA) llegaron a su casa de Quilmes Oeste, con una orden de detención firmada por la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado.
Por su parte, Baeta (o “Palermo”, como más se lo conoce) está procesado en la causa de Arroyo Salgado por “mexicanear” cargamentos de droga, extorsionar a traficantes y quedarse con media tonelada de cocaína del Operativo “Leones Blancos”, de 2013.
Baeta integraría una banda liderada por el fiscal de San Isidro, Claudio Scapolan (actualmente de licencia) y con estrecho contacto con el financista narco Diego Guastini (45), asesinado por sicarios en 2019, tras haber declarado como arrepentido.
Antes de ser ser apresado en enero, “Palermo” estuvo prófugo durante seis meses. Ahora se supo que pudo hacerlo, en gran parte, gracias a su amigo, el comisario Medina.
Según pruebas reunidas por el fiscal federal de San Isidro, Fernando Domínguez, el 18 de agosto de 2020 Medina firmó el contrato de alquiler de la casa del complejo Villa Los Remeros (en Rincón de Milberg, partido de Tigre), donde Baeta se fue a vivir luego de que el 24 de julio se pidiera su captura.
Según la reconstrucción de la Fiscalía, el comisario Medina entregó a la inmobiliaria 275 mil pesos en efectivo, con el propósito de pagar un año de alquiler por adelantado. En el mismo contrato figura como garante la esposa de “Palermo”, quien puso como aval una casa ubicada en un country. “Incluso se probó que Baeta se quedó esperando fuera de la inmobiliaria”, contaron fuentes del caso.
El 6 de mayo, la Policía de Seguridad Aeroportuaria allanó la Subdelegación Antidrogas de Presidente Perón y la vivienda de Medina, donde fue encontrado y quedó detenido el comisario, acusado de encubrimiento doblemente agravado, lavado de dinero (por el pago del alquiler) y tenencia ilegal de armas.
En el domicilio del comisario se secuestró una escopeta, una pistola ametralladora y cinco pistolas de diferentes calibres, que carecían de la debida documentación. Cuando los policías ingresaron a su casa, Medina les dijo que las armas eran de Baeta. El dato se está investigando, al igual que la propiedad de numerosos chalecos antibala, también atribuidos por Medina a su amigo.
Para los investigadores es central el análisis de los teléfonos y la computadora del comisario, que también quedaron en poder de la Justicia.
En el operativo se secuestraron 20 mil dólares y un millón de pesos en efectivo. Aunque Medina no vivía en medio de grandes lujos había sido propietario de una camioneta Toyota Hilux -que acababa de vender-, una lancha y un cuatriciclo.
Medina fue llevado a prestar declaración indagatoria, pero -por el momentoprefiere no hablar. A raíz de la escala de los delitos que se le imputan, su condición de insulinodependiente, el hecho de que tiene hijos chicos y su esposa acababa de ser operada, la jueza Arroyo Salgado le concedió la prision domiciliaria.
Las autoridades esperan que su situación se pueda resolver en los próximos días. Por lo pronto, en el expediente ya hay 27 policías procesados, de los cuales seis son comisarios, entre ellos un comisario mayor y tres comisarios inspectores.w
Durante el allanamiento en la casa del comisario se secuestraron varias armas sin declarar.