Clarín

Caso Chocobar: piden 18 años de prisión para uno de los ladrones

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El juicio contra el policía Luis Chocobar (33) y uno de los ladrones que atacó al turista estadounid­ense Joe Wolek (57) el 8 de diciembre de 2017 está en la recta final. La Fiscalía pidió ayer 18 años de prisión para el asaltante que, junto a un cómplice, asestó diez puñaladas a Wolek durante un asalto en La Boca para robar su cámara.

El episodio derivó en el “caso Chocobar”: el policía mató a balazos a Juan Pablo Kukoc (18), uno de los atacantes del turista. Según dijeron fuentes del caso a Clarín, la fiscal de juicio Susana Pernas calificó el hecho como “robo agravado cometido con armas, en concurso real con tentativa de homicidio criminis causa agravado por intentar matar para asegurar el robo agravado”.

Ese delito prevé una pena de prisión perpetua, pero, como el ladrón era menor de edad en el momento del asalto, la condena se reduce a la mitad. Para ayer estaba previsto que la defensa del ladrón realizara su alegato, pero se pasó para el miércoles 19 de mayo. Los alegatos de la Fiscalía y la querella contra Chocobar están agendados para el viernes 21 y la defensa del policía lo hará el 26 de mayo. Las últimas palabras y el veredicto serán el 28 de mayo. Hace una semana, el agente de policía bonaerense declaró ante el Tribunal Oral de Menores N° 2: “No salgo a matar y nadie está preparado para matar a otro. Solo quise parar el ataque hacia mí”.

El oficial dijo que disparó “a los pies” de Kukoc, que murió por las heridas sufridas. “Podría haber disparado al cuerpo, pero disparé abajo, a los pies, para que no siguiera viniéndose hacia mí”, afirmó el agente, según dijo su abogado, Fernando Soto.

En su declaració­n, Chocobar contó su historia de vida y afirmó que, al nacer, fue abandonado por su madre, luego trabajó en plantacion­es de tabaco en la selva salteña, sufrió desnutrici­ón y quiso estudiar para ser contador, pero no pudo hacer uso de una beca otorgada en Salta porque su partida de nacimiento decía “hijo de nadie”, antes de radicarse en Buenos Aires. El policía contó que siempre tuvo “vocación en ayudar a los demás”. Estudió enfermería, rescatismo y se anotó en la carrera de policía.

En la segunda parte, los jueces indagaron a Chocobar sobre el momento del hecho, que se desencaden­ó a las 8 de la mañana, cuando dos ladrones estaban apuñalando a Joe Wolek (57), mientras tomaba fotografía­s.

“Le preguntaro­n cuándo vio a Wolek.

El Tribunal juzga al agente de la Policía Bonaerense y a uno de los atacantes del turista.

Él estaba saliendo de su casa y hablando por teléfono con una compañera para avisarle que llegaba más tarde. En ese momento escuchó gritos y vio que estban pegándole a una persona. Quedó claro que dejaron de apuñalarlo cuando él dijo ‘alto, policía’ porque no pudo correr al que quedó prófugo”, afirmó Soto.

La versión de Chocobar consistió en que vio a Wolek cubierto de sangre. El turista levantó su mano y le dijo “help me”. El policía vio acercarse a otras personas para asistir a la víctima y corrió a los ladrones, mientras llamaba al 911. Al asaltante menor de edad -juzgado por el ataque a Wolek en este juicio- lo perdió de vista cuando corrió hacia un pasaje. Entonces Chocobar persiguió a pie a Kukoc.

“Los jueces le preguntaro­n por qué y para qué hizo los disparos al aire y contó que tenía el arma enfundada y que no la desenfundó hasta que vio que corrían riesgo los vecinos porque el ladrón tenía algo en la mano y hacía gestos. Como le había dicho ‘alto, policía’ y no paraba, disparó al aire y corrió”, expresó Soto.

Otro interrogan­te fue “qué hubiera pasado si Kukoc se entregaba”. Chocobar respondió que “le hubiera puesto las esposas y quedaba preso”. El abogado defensor sostuvo: “la parte crucial fue cuando le preguntaro­n cómo fue el momento del disparo”. El policía explicó al Tribunal que “hubo un giro muy rápido (del ladrón) haciendo un paso y medio hacia él”. Por eso, Chocobar “retrocedió dos pasos”.

“Las pericias demostraro­n que estaba a 7 metros de distancia y que en ese momento disparó”, dijo Soto. Los jueces preguntaro­n al policía por qué el ladrón no cayó en ese lugar y el agente respondió que “corrió unos 20 metros y cayó”. Las pericias arrojaron que Kukoc se desplomó a 30 metros de donde fueron encontrada­s las vainas, en el cruce de Irala y Suárez.

Para el abogado, Chocobar supuso que el joven estaba armado porque vio el ataque al fotógrafo y que “cumplió con el reglamento” respecto a la posición de tiro que mostró la imagen de una cámara de seguridad.w

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