La pelea entre Maduro y Guaidó por las reservas en oro llega a la Corte británica
El alto tribunal debe decidir quién controla US$ 1.900 millones en lingotes. Los efectos de una disputa legal.
¿Quién tiene el control de 1.900 millones de dólares en reservas de oro venezolano guardados en el Banco de Inglaterra: Nicolás Maduro o Juan Guaidó? La respuesta, que ha agitado la política de Caracas, tiene más implicancias que el mero control del metal con sus profundas ramificaciones a nivel diplomático y financiero. Luego de meses de litigio, la Corte Suprema británica empezó ayer lunes a examinar el caso.
El Reino Unido forma parte del medio centenar de países, encabezados por Estados Unidos, que consideran ilegítimo el segundo mandato de Maduro, reelegido en unas presidenciales de 2018 que denuncian como fraudulentas. Y, contra ese comicio irregular, sigue reconociendo al líder opositor como mandatario interino en su calidad de presidente de la Asamblea Nacional elegida en 2015, pese a que las legislativas del pasado diciembre, boicoteadas por casi toda la oposición y marcadas por una alta abstención del 69%, devolvieron el control de la cámara al chavismo.
Ayer mismo, horas antes de que la Corte de Londres tomara el caso, la cancillería británica reafirmó su reconocimiento a Guaidó al asegurar que se trata de “la única persona reconocida y que tiene autoridad para actuar en nombre de Venezuela como su jefe de Estado”, según dijo en un comunicado.
En un caso de gran tecnicismo legal, sin expertos ni testigos, cinco magistrados de la más alta jurisdicción del Reino Unido deberán determinar si efectivamente “el gobierno británico ha reconocido al presidente interino Guaidó como jefe de Estado de Venezuela” a todos los efectos. Y, de ser así, si un tribunal inglés puede juzgar la invalidación por el Tribunal Supremo de Caracas de sus decisiones ejecutivas, en particular el nombramiento de su propia junta directiva del Banco Central de Venezuela.
La decisión judicial puede tardar varias semanas, pero tendrá consecuencias a nivel diplomático y puede sentar precedente para otros bancos europeos, públicos y privados, que custodian reservas de Venezuela.
El gobierno chavista, a través del Banco Central de Venezuela presidido por Calixto Ortega, intenta sin éxito desde octubre de 2018 recuperar 32 toneladas de oro de la reserva nacional, valoradas en US$ 1.900 millones, que tiene guardadas en las cámaras acorazadas del Banco de Inglaterra.
En ese momento, las autoridades del Banco Central de Venezuela designadas por Maduro habían demandado al Banco de Inglaterra por negarse a vender parte del oro para adquirir medicamentos y equipos para enfrentar la pandemia por intermedio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Pero Guaidó, reconocido en febrero de 2019 como presidente encargado por unos 50 países, nombró en julio de ese año su propia dirección ad hoc del banco central venezolano y pidió a Londres que no entregase los lingotes, asegurando que podrían servir para reprimir al pueblo o llenar los bolsillos de un régimen que califica de “cleptócrata”.
El Banco de Londres, que custodia el oro como hace para otros países, es un prestatario de servicios cuyo cliente es el Banco de Venezuela. Pero dijo verse atrapado entre dos grupos rivales que le daban instrucciones contradictorias y pidió a la Corte que resolviese quién tiene su control.
Desde entonces, ha habido dos decisiones, una a favor de cada uno de los “presidentes” rivales, por lo que ambos recurrieron a la Corte británica. El fallo final excederá, pues, el mero tema de las reservas. La decisión de este lunes significa que el caso volverá al Tribunal Superior para que determine de manera definitiva a quién reconoce realmente el Reino Unido como presidente de Venezuela, si a Maduro o a Guaidó.