El camino hacia el oro olímpico
Santiago Lange acepta gustoso el desafío de sintetizar lo que significaron sus seis Juegos Olímpicos.
•Seúl 1988, noveno en clase Soling con Pedro Ferrero y Raúl Lena: “Cuando son juveniles, muchos deportistas sueñan con ganar un Mundial o una medalla olímpica. A mí eso no me pasó, porque era algo inalcanzable ir a los Juegos Olímpicos. Era imposible. ¿Ganar una medalla? Olvidate. Pero en esos Juegos ganamos una regata y quedamos novenos luego de competir en un solo torneo internacional previo, con un barco prestado por los ingleses y las velas prestadas por los norteamericanos. Me di cuenta de que teníamos la capacidad y que había que conseguir el dinero y la organización para soñar con la medalla. Fue la semilla del sueño olímpico”.
•Atlanta 1996, noveno en la clase Laser: “Fue la primera experiencia en la que pensé que se podía ganar una medalla. Llegué muy lejos con el barco equivocado. Hubo errores que me hicieron ver que había que prepararse de otra manera y cambiar de categoría. Fue puro aprendizaje”. •Sydney 2000, décimo en la clase Tornado con Mariano Parada: “Fueron unos Juegos de transición, porque empecé a navegar en catamaranes, una categoría en la que me siento cómodo. Y lo hice junto a Mariano Parada, que es gran parte de nuestro equipo y súper importante en nuestro éxito”.
•Atenas 2004 y Beijing 2008, bronces en la clase Tornado con Carlos Espínola: “Viví el sueño cumplido de ganar una medalla y luego otra. Sin lugar a dudas. Pero en ambos me quedé con la espina de haber podido ganar el oro. Cuando estaba en el podio de Río. pensé mucho en Camau. ¿Por qué ahora y no antes? Siempre me costó responder la pregunta de qué es lo teníamos que haber corregido para ganar o en qué nos equivocamos en Atenas o en Beijing. Como deportistas, la suerte no existe y tenés que analizar qué debés cambiar si no ganaste. Nunca pude contestar bien esas preguntas”.
•Río de Janeiro 2016, oro en la clase Nacra 17 con Cecilia Carranza Saroli: “En Río se dio todo y al final pude decir: 'Sueño cumplido'. Quizás con Ceci habíamos pasado algo muy grosso antes (su enfermedad) y eso nos dio una fuerza extra. Quizás fueron las dos espinas anteriores las que me dieron más determinación para llegar al oro. No lo sé. Todavía no tengo respuesta”.w