Clarín

La encrucijad­a de Berni: el apoyo de Kicillof y una impasse con Cristina

El ministro de Seguridad bonaerense resolverá su situación en el Frente de Todos el 20 de noviembre. De qué depende su permanenci­a en el cargo.

- Ignacio Ortelli iortelli@clarin.com

"Me voy a deslomar para dar vuelta la elección por Axel, es un tipo que labura y se merece que pongamos todo". Hasta que asumió en diciembre de 2019, Sergio Berni no tenía relación con Kicillof. Su desembarco en el Ministerio de Seguridad bonaerense fue por orden directa de Cristina Kirchner, pero en los dos años de gestión tejió un vínculo especial con el que reconoce como su segundo jefe. Curiosidad­es de la política, en un momento en el que su vínculo con la vicepresid­enta luce distante, el gobernador es hoy su principal sostén y el motivo por el que (todavía) no pegó un portazo del Frente de Todos, luego de la discusión con Máximo Kirchner y los embates mutuos con Alberto Fernández.

Pero la continuida­d de Berni en el oficialism­o se terminará de resolver el 20 de noviembre, seis días después de las Legislativ­as. Es la fecha que eligió, simbólicam­ente, con su agrupación La 20 de Noviembre, para debatir internamen­te si mantienen la unidad o, por el contrario, cumple con la promesa que, tal como publicó el periodista Mariano Roa en Clarín, hizo de dejar su cargo de ministro y el FDT porque es un “cachivache”.

Esa considerac­ión no cambió, a pesar de los esfuerzos que tras esa informació­n hizo con Kicillof de mostrarse en público para intentar dejar en claro que hasta las elecciones generales no romperá. Más: las diferencia­s se acentuaron con el reciente rebrote del conflicto en la Policía Bonaerense, apagado con el anuncio de un nuevo aumento de las horas Cores de los efectivos, al que el ministro incluye en una larga lista de "operacione­s" en su contra. Ya no sólo desde el entorno de Alberto Fernández sino con el aval de Máximo Kirchner.

Es que al frente abierto con el Presidente, a quien desafió en forma constante con críticas dignas de un opositor hacia su ahora ex par en Seguridad Sabina Frederic, Berni le sumó desde las PASO una dura pelea con el jefe de La Cámpora porque le bajó dellof cenas de listas distritale­s que él quiso impusar en el territorio bonaerense como plataforma política. Esta puja, que no llegó a incluir una agresión física pero sí insultos, fue aprovechad­a -según cree Berni- por quienes nunca lo quisieron pero no se animaban a alzar la voz por tratarse de un protegido de Cristina Kirchner, a pesar de los problemas de insegurida­d que se multiplica­n en la provincia de Buenso Aires.

El desembarco del lomense Martín Insaurrald­e, un ariete de Máximo, como jefe de Gabinete de Kicillof terminó por tensar las cosas. Con su antecesor, el hoy jefe de asesores Carlos Bianco, el vínculo era óptimo y trascendía lo político. Tanto que este, en medio de la tensión latente entre el gobernador y el líder de La Cámpora, volvió a defender la gestión del ministro.

Con todo, días atrás, el ministro se enteró de una reunión en Ezeiza, en la que confluyero­n varios del grupo de intendente­s más críticos a su gestión, un encumbrado funcionari­o provincial y un pope camporista, con el objetivo de trazar una estrategia para desplazarl­o de su cargo. Uno de los presentes increíblem­ente le contó y juró que nada tenía que ver con la movida. Berni se aseguró de que Kicisupier­a del cónclave y volvió a repetir que su renuncia estaba a disposició­n, "como desde el primer día", encolumnán­dose detrás suyo y, al mismo tiempo, prestándos­e como fusible a sabiendas de que el vínculo entre el gobernador y Máximo K luce desgastado. "¿Quién quiere agarrar el lugar del Loco ahora, con este quilombo? El año pasado era diferente", razona un dirigente bonaerense con responsabi­lidades de gestión, que dice no ubicarse de ningún lado en esta interna.

Y cita como ejemplo que hasta el propio intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, uno de los que se mencionaba como posible sucesor de Berni, se anticipó a bajarse de la sucesión y dijo que no hay "ninguna posibilida­d" de que regrese al Ministerio que comandó durante la administra­ción de Daniel Scioli.

En efecto, hasta después de las Legislativ­as no habrá novedades. Berni arengó a los suyos "a trabajar más que nunca para dar vuelta la elección", mientras que en el Frente de Todos coinciden que hasta que pase la contienda, nadie irá a pedir su cabeza a Kicillof.

"Está 90 a 10 por ciento", dicen cerca de Berni al referirse a las chances de que pegue el portazo después de esa fecha. Igual la continuida­d del ministro depende exclusivam­ente de Cristina, a quien reconoce como su jefa política y la líder indiscutid­a del espacio. “Es la única que puede cambiar las cosas”, dicen cerca suyo. Los une, al cabo, una relación de confianza de más de 33 años.

Berni añora el liderazgo de Cristina. "Sergio -aporta un colaborado­r suyodice que parecemos como la serie 'El Juego del Calamar', que no nos dimos cuenta y nos metieron a luchar por sobrevivir a gente que nada tiene que ver entre sí". Y pregunta: "¿Qué tiene que ver él con alguien de izquierda o con alguien que un día dice que Cristina tiene que ir presa y dos años más tarde se arrastra por un cargo? ¿Qué tiene que ver (Juan) Grabois y su gente que no cree en la propiedad privada?".

Esta inquietud, juran en su entorno, fue trasladada por el ministro a la vicepresid­enta, no con el objetivo de que haya un descarte de figuras del FDT sino para que el orden baje desde la cúpula. "El problema es que hay contradicc­iones arriba", es el diagnóstic­o que genera el "cachivache" del que llegó a hablar.

En efecto, en una entrevista con el programa "Intratable­s", Berni admitió que la última vez que habló con la vicepresid­enta, discutiero­n. El ministro suele decir, con sentido de pertenenci­a, que cada vez que va a verla, llega con sus ideas y vuelve “con las de ella”.

La última vez que se encontraro­n parece que no fue tan así: ocurrió después de las PASO y antes de la carta abierta de la vice que incluyó críticas al Presidente Fernández tan duras como parecidas a las del ministro y que puso en jaque a la coalición de Gobierno durante larguísima­s horas que se convirtier­on en días. ■

Al frente abierto con el Presidente, Berni le sumó su pelea contra Máximo Kirchner.

La última vez que Berni se encontró con Cristina, discutiero­n, según dijo él mismo.

 ?? ?? Saludo. Axel Kicillof, gobernador, Sergio Berni, ministro de Seguridad, y Martín Insaurrald­e, jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires.
Saludo. Axel Kicillof, gobernador, Sergio Berni, ministro de Seguridad, y Martín Insaurrald­e, jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires.

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