Clarín

Argentina aparece como uno de los países donde es más fácil aprender a conducir

- Penélope Canonico

Argentina es uno de los lugares más fáciles del mundo para aprender a manejar. El dato surge del ranking global de una empresa internacio­nal de educación vial Zutobi, que nos ubica en el puesto 16° en la tabla de comparació­n con un puntaje total de 6.69.

México, Qatar, Letonia y Estados Unidos rankean el podio de los más sencillos. Entr e los países donde es más difícil tener el registro, se encuentran Croacia, Brasil y Hungría.

La clasificac­ión se fundamenta en la combinació­n de siete criterios: edad, costo financiero de la prueba de manejo, si se requiere prueba de teoría y/o práctica, si se pide prueba de vista y/o un examen médico y si hay horas de lecciones obligatori­as para realizar el examen.

A nivel nacional, en 2019 se otorgaron 4.092.000 licencias y en lo que va del año (desde enero hasta el 27 de septiembre), 2.370.924, según los registros brindados por el Sistema Nacional de Licencias de Conducir. De las 400.000 anuales que se emiten en Ciudad de Buenos Aires, 320.000 (80%) correspond­en a renovacion­es, 50.000 (12%) a otorgamien­tos y 30.000 (8%) son ampliacion­es.

“Deben renovarse en un máximo de 5 años y en un mínimo de uno, según la edad del conductor y también hay que considerar si las licencias son particular­es o profesiona­les. Obtenerla no es un trámite sino un hito en la vida del aspirante. Estamos trabajando cada día en el aumento de la complejida­d para lo cual se requieren acuerdos caso por caso porque el tránsito es materia local”, le explica a Clarín Pablo Martínez Carignano, director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV).

Por eso, no existe un criterio unificado en el país. La instancia en que el aprendizaj­e de los movimiento­s para que el control del vehículo sea correcto y seguro se pone a prueba implica diferentes requisitos en los municipios. Cada uno tiene la facultad de emitir la licencia con sus propias exigencias porque Argentina es un país federal. “Solo aplican la ley nacional de tránsito las jurisdicci­ones que se hayan adherido a la misma”, aclara.

Y plantea que en Argentina la dificultad es media en algunos distritos y baja en otros. “A diferencia de lo que sucede en algunos países, los cursos de capacitaci­ón para principian­tes no poseen muchas horas cátedra y por lo general se dictan en un mismo día. Además, los exámenes prácticos se realizan sólo en circuito cerrado mientras que en otros lugares se llevan a cabo también en la vía pública”.

Si bien aún no hay ningún proyecto ingresado en la Legislatur­a, en la Ciudad se analiza la posibilida­d de que en el futuro se puedan realizar exámenes fuera de la pista con vehículos doble comando. “Hubo conversaci­ones con distintas ONG’s y actores sociales para estudiar la viabilidad de la idea”, explica una fuente del Gobierno porteño.

Vilma Azcurra es instructor­a de una escuela de manejo, ubicada en Nuñez, que lleva su nombre. En diálogo con Clarín, sostiene justamente que el examen tiene un bajo nivel de dificultad porque no se evalúa la interacció­n con otros vehículos dentro de la vía pública. ■

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