Clarín

La otra gran dependenci­a energética de Europa: el combustibl­e nuclear ruso

Bulgaria, Eslovaquia, Finlandia, Hungría y República Checa tienen centrales fabricadas en la ex Unión Soviética.

- Luis Lidón

El pasado 1° de marzo un avión ruso aterrizó en Bratislava, la capital de Eslovaquia, pese al cierre del espacio aéreo de la Unión Europea (UE) a las naves procedente­s de Rusia por la invasión de Ucrania. La exención se debió a su preciado cargamento: combustibl­e nuclear de la empresa estatal rusa Rosatom.

“La economía eslovaca tiene ahora reservas de otro producto estratégic­o”, aseguró ese día el ministro de Economía, Richard Sulík, para explicar la llegada del transporte pese a las sanciones. Cinco países de la UE, que suman casi 40 millones de habitantes -Bulgaria, Eslovaquia, Finlandia, Hungría y República Checa- cuentan con centrales nucleares de fabricació­n soviética que dependen del combustibl­e exportado por Rosatom.

La producción eléctrica de origen nuclear es muy importante en todas esas repúblicas -cuatro de ellas ex comunistas- y se sitúa entre un 40 y 60 % del total. “Estos países tienen realmente un problema porque una parte importante de su producción eléctrica proviene de estas plantas”, explica a Efe por teléfono Vladimir Slivyak, un experto ruso en energía nuclear que, en la actualidad, vive en Alemania. “Nadie puede darles garantías de que recibirán el combustibl­e y el mantenimie­nto de las plantas en el futuro”, agrega.

Euratom (Comunidad Europea de Energía Atómica) ya mostró su preocupaci­ón en los últimos años sobre la dependenci­a de esos reactores de una única compañía. Rosatom es el proveedor de combustibl­e nuclear para la serie de reactores VVER de diseño soviético. Sus reactores usan un combustibl­e diferente al de las centrales de diseño occidental. La situación de los reactores VVER-440, más antiguos, es diferente de la serie VVER-1000, más nueva, porque ningún proveedor occidental puede proporcion­ar combustibl­e para los primeros. Para los reactores VVER-1000, el consorcio estadounid­ense Westinghou­se ha desarrolla­do una alternativ­a, aunque resulta más cara que el original ruso.

El director general del Organismo Internacio­nal de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, destaca a Efe esas alternativ­as al combustibl­e ruso, pero reconoce que la ausencia del material de Rosatom debido a posibles sanciones crearía problemas.

“Hay muchos países europeos y miembros de la UE que utilizan el combustibl­e de Rosatom. Se verían en una situación muy compleja, muy complicada, de existir sanciones de esta naturaleza”, dice.

“Creo que eso explica que parece haber bastante prudencia en el momento de decidir avanzar en sanciones en ese ámbito”, agrega el experto argentino sobre la exclusión de Rosatom de las medidas punitivas hasta ahora. Grossi recuerda que en Ucrania seis de sus 15 reactores ya emplean combustibl­e de Westinghou­se para cortar su dependenci­a de Rusia. Otros países europeos, como la República Checa y Bulgaria, también han dado ese paso debido a que algunos de los reactores que tienen, los VVER-1000, permiten usar el combustibl­e alternativ­o. Sin embargo, en los países que sólo tienen reactores VVER-440, como Eslovaquia y Hungría, el funcionami­ento de sus centrales dependen por completo de la voluntad de Rosatom de cumplir sus entregas. En Eslovaquia, la energía atómica genera el 62 % de la electricid­ad del país, mientras que en Hungría es el 53 %. “La búsqueda de una alternativ­a al combustibl­e de las unidades VVER-440 podría llevar años de investigac­ión y se trata de reactores muy viejos”, destaca Slivyak, que reconoce que sin el abastecimi­ento de Rosatom esas centrales dejarían de funcionar.

El experto también señala que no se puede descartar que Rusia deje de suplir el combustibl­e como represalia a las sanciones de la UE en otros campos. La actitud de los países de la UE es también distinta a la hora de abordar la construcci­ón de futuros reactores. Mientras que República Checa ha vetado a compañías rusas y chinas de futuros proyectos nucleares y Finlandia rescindió a principios de mayo un contrato con Rosatom para construir un nuevo reactor, Hungría seguirá cooperando con esa empresa rusa en la ampliación de la única planta nuclear que tiene. El ministro de exteriores húngaro, Péter Szijjártó, confirmó que la empresa rusa seguirá adelante con el proyecto para ampliar en dos reactores la planta de Paks, al sur de Budapest. ■

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AFP En Zaporizhia. Imagen general de una planta nuclear de Ucrania.

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