Alberto se ilusiona con una mejora de la economía para poder negociar con Cristina
Espera que su gestión dé frutos en empleo e inflación. Siguen los cuestionamientos a Feletti y Wado de Pedro.
Tras el discurso de Cristina Kirchner del último viernes en el Chaco, alguien escuchó hablar al Presidente: "Si yo no necesito nada, ¿para que la voy a llamar?". Quien recibió esta respuesta presidencial, comprendió cuál será la estrategia de Alberto Ángel Fernández. El Presidente tiene una determinación de metas y objetivos para sobrevivir a la interna: lograr que su gestión nacional, atada a la economía, dé frutos sobre dos ejes, empleo e inflación.
En el rubro Empleo, en la Casa Rosada ven indicadores que los hacen creer que van en camino de mostrar resultados sostenibles en poco tiempo. Allí, aseveran que el índice actual de Desempleo es mejor que el de los tiempos presidenciales de Cristina Kirchner. Y ven que las paritarias que ellos han avalado que sean libresordenan a la totalidad de los trabajadores formales.
"Lo putean a Claudio Moroni, ¿explicame por qué? ¿Será que están celosos de su gestión sobre Empleo y Paritarias que es mejor que la de ellos?", suelta irónico un ministro.
En la administración nacional hubo este fin de semana convencimiento de que Cristina Kirchner comprendió (y lo hizo público el viernes con su discurso en el Chaco) que ya no puede arrinconar más con las críticas de su entorno y de los voceros de La Cámpora, incluido su hijo Máximo. Es más: hasta se animan a desdeñar algunas herramientas que usan funcionarios del riñón cristinista como Roberto Feletti. "Los controles de precios no sirven de nada", remarca el mismo ministro que ha escuchado de boca de Alberto F. un profundo malhumor con el secretario de Comercio Interior.
Por eso, Alberto dice que su elenco debe atarse a la economía y dejar que "ladren", en relación a dichos como los de "Cuervo" Larroque. Y mantener templanza.
Así, el Presidente espera que a partir de mayo, la inflación ceda y eso, sumado a números de la producción que le acerca el ministro Matías Kulfas, puedan mostrar una gestión que el cristinismo ya no tenga para fustigar.
Llegado el caso de que esto pudiera suceder, Fernández podría sentarse más adelante a negociar desde un lugar de fuerza con el resto de la coalición gobernante. El mandatario está convencido de que no se romperá el Frente de Todos y que todos, precisamente, necesitan ir juntos a la elección del año próximo.
Pero eso no deja de manifestar enojos varios. Un ministro no ve la hora de discutir con Wado De Pedro: "Si sos el ministro del Interior, tenés que trabajar por la reelección del Presidente", manifiesta en relación al funcionario camporista que luce ropas de canciller al viajar a Israel, España y mostrarse allí, con gobernadores.
Para Alberto F., Cafiero es su hombre en ese rubro y por eso, viajarán juntos a una gira por París, Madrid y Berlín (Ver página 13).
Otro recelo de la Rosada es con Axel Kicillof, a quien le habilitan partidas fuertes para la administración bonaerense pero a quien ven con mayores chances de ser el candidato presidencial de Cristina Kirchner en 2023. En Balcarce 50, creen que Máximo Kirchner no lo quiere más en la gobernación y que allí apuntan a Martín Insaurralde o al fiel Wado.
Pero el enojo mayor de los “albertistas” es con Máximo Kirchner, a quien ahora señalan con sorna ya que su último proyecto sobre adelantar el aumento del salario mínimo no hizo más que beneficiar a sus rivales en la interna: "Si sale ese proyecto de Máximo, lo va a beneficiar al Movimiento Evita. Si el que más planes Potenciar Trabajo tiene es Emilio Pérsico", detallan en relación al poderío que el funcionario tiene en el ministerio que conduce Juan Zabaleta.
Es que el proyecto de Máximo Kirchner propone adelantar a julio la totalidad de las subas del salario mínimo, que impactan en las actualizaciones del programa Potenciar Trabajo y las Becas Progresar.
Pero no todos los enojos son para los rivales cristinistas. Alguien del círculo íntimo del Presidente se animó a plantearle la necesidad de que Martín Guzmán hable por los medios. "Su voz tiene que estar en la cancha, no lo podés defender vos y nada más"; escuchó Fernández.
Fernández apuesta a que a partir de este mes la inflación ceda y los K dejen de fustigarlo.