Clarín

Las sospechas de Carrió, Cristina alega torpeza y el Ahora 12 de Macri

Hay tensión por la Magistratu­ra. Y no frenan las internas en oficialism­o y oposición.

- Ignacio Zuleta Periodista

El miércoles a las 11 se encienden los faroles para el segundo round de la batalla de la Boleta Única. Ese día tendrá lugar el primer plenario de comisiones para tratar el proyecto (Asuntos Constituci­onales, Justicia, Presupuest­o). Los 132 votos del jueves pasado son un cetro mágico para arrinconar al oficialism­o, dividido en la cámara donde el peronismo es primera minoría.

Los gerentes de los 132 votos son una transversa­l que une a Mario Negri, Juan Manuel López, Emilio Monzó, Silvia Lospennato, Florencio Randazzo y alguno más. Elisa Carrió tiene una planificac­ión cuidada del plenario, de manera que reivindiqu­en la primacía de la Coalición en la pelea por el proyecto.

Coincide este plenario con una reaparició­n de Lilita con Mauricio Macri, en la noche del lunes en la cena de Parque Norte junto a Mario Vargas Llosa. Ese protagonis­mo de Carrió se completa con una ampliación del pedido de juicio político a Ricardo Lorenzetti. El motivo es el mensaje del magistrado contra el proyecto de reforma del Consejo de la Magistratu­ra con participac­ión de la Corte.

Carrió recibió el viernes ese mensaje a través de Gerardo Morales. Ella tiene más informació­n de la que se ha publicado, sobre el rol de la Corte ante este proyecto, y le consta que una reforma sin jueces del tribunal no es una idea de todos sus integrante­s. Solo la sostiene Lorenzetti. También conocen la intervenci­ón de otros personajes en este minué, entre ellos el exministro Germán Garavano.

Guarda silencio porque privilegia la unidad de la coalición, pero sospecha de sectores de la oposición que pueden tener un entendimie­nto oscuro en este punto, para beneficiar a ex funcionari­os de varios gobiernos en su situación judicial.

A esa denuncia, Carrió sumará el delito de presunta sedición. Entiende que hay un alzamiento contra el orden institucio­nal y que la política debe impedirlo.

El proyecto de Boleta Única puede tener los votos para ser aprobado en Diputados, pero no tiene muchas posibilida­des de ser sancionado en el Senado, adonde el peronismo también está dividido, al punto que uno de los firmantes del proyecto es Guillermo Snopek, hoy en el bloque cristinist­a de Unidad Ciudadana.

Para la oposición cumple el mismo propósito que tienen los proyectos de reforma judicial. Los aprueba el Senado y están condenados a muerte en Diputados, pero sirven para mostrar el poder del oficialism­o en la Cámara alta. La forma les da sentido a estos proyectos por encima del fondo.

La iniciativa importa a las dos coalicione­s como gesto de poder. Para la oposición revela la dimensión de su fuerza, que le permite manejar la agenda de los Diputados, sumando Juntos por Cambio y aliados a la carta; es decir no para todos los proyectos, pero sí en los que se construye una diferencia con el oficialism­o.

El Gobierno y la oposición comparten la misma táctica de exhibir las diferencia­s internas con el objetivo de ampliar el radio de barrido del voto, que pueda apoyarlos en un eventual balotaje presidenci­al en 2023. Hay que anotar este ángulo de la puja política para entender por qué hacen lo que hacen. Para algunos observador­es es un error de las dos fuerzas.

"Que nada nos desuna", pide Alberto. "Es un error pelearse por Milei", repiten en Cambiemos. Pero la estrategia del peronismo y de la oposición es ampliar lo más posible el ángulo de captura de apoyos, de manera de jugarlos en su favor en un balotaje. Como toda manipulaci­ón del otro -esencia de la política, oficio que recluta cuadros en el padrón de los psicópatas manipulado­res- es jugar con fuego.

Las divisiones "controlada­s" despiertan tentacione­s de poder que pueden dañar el interés del conjunto. Por divisiones que se salieron de control, el peronismo cosechó una cadena de derrotas electorale­s a lo largo de una década (2009-2019). No es raro cuando el afecto social de los dirigentes -como sucede muchas veces- no es el afecto en la base.

El peronismo volvió a perder en 2021 porque la agenda privada de los dirigentes se impuso sobre la agenda pública. Ese demonio los acosa otra vez con los lamentos de arrepentim­iento de Cristina desde las tribunas. Queda incursa en un caso de la llamada teoría de los actos propios: nadie puede argumentar su propia torpeza.

Anula la eficacia política de sus aparicione­s cuando admite que sus decisiones fueron equivocada­s: el mensaje discepolia­no a Alberto es del tipo: "he sabido que el guerrero/que murió lleno de honor, / ni murió ni fue guerrero como me engrupiste vos" ("Chorra", tango).

El riesgo accesorio de ese juego de divisiones tácticas es que el público reaccione como en otras crisis, 2001, 2021, y se retire de la asistencia a las urnas. Ese retraimien­to del voto afectó a las dos coalicione­s el año pasado.

El oficialism­o se mueve hoy con un diagnóstic­o sombrío sobre su chance electoral para 2023. Cree que la mala gestión que le hizo perder las elecciones de 2021 no es recuperabl­e. No sólo lo afirma Cristina desde todas las bocinas que tiene. Lo confirman sus voceros oficiosos, la prensa que le responde y el gesto cabizbajo de los funcionari­os del peronismo de Olivos.

Los gobernador­es del PJ, que tienen siempre un juego propio y reservan sus fichas para la última bola antes de cada elección, amenazan con migrar hacia fechas electorale­s diferencia­das que los desacoplen del destino del peronismo del AMBA. Toman nota, además, de que el oficialism­o de los Diputados, sede del poder de Sergio Massa, ya no tiene recursos para impedir que la oposición le junte 132 votos para Boleta Única.

En la previa de esa cena de la fundación Libertad, que ha movilizado este viaje del autor de "La mirada quieta (de Pérez Galdós)", Macri montó un retablo con entrelínea­s políticas. En el asado del sábado en "Los Abrojos", que ocurrió a pocas horas de su regreso al país,

Elisa Carrió tiene una planificac­ión cuidada del plenario para que se reivindiqu­e la primacia de la CC con la boleta única.

Macri compartirá esta noche una cena con Mario Vargas Llosa en Parque Norte. Ya estuvieron juntos en “Los Abrojos”.

El avance de la oposición con el proyecto de Boleta Única dejó debilitado a Massa, titular de la Cámara de Diputados.

En un asado opositor, Pichetto aprovechó para despachars­e contra dos de sus enemigos: el Papa y los mapuches.

Joaquín de la Torre, ex ministro de Vidal, ahora está en el Peronismo Republican­o y aspira a pelear por la gobernació­n.

El radical Cornejo es uno de los que apuesta a la doble: candidatur­a nacional o volver a presentars­e en Mendoza.

sentó a su derecha a Miguel Pichetto, su ex compañero de fórmula. Enfrente, lo puso a Alfredo Cornejo, el único radical (Gustavo Valdés avisó que no llegaba) y con quien tiene el mejor entendimie­nto posible entre los de su partido; y del otro lado a Joaquín de la Torre, ex ministro vidalista, que construye una alternativ­a peronista para Juntos por el Cambio.

Auspicia el lanzamient­o del Peronismo Republican­o Federal del próximo viernes 13 en la sede de Gastronómi­cos. Será, le explicó Pichetto a Vargas Llosa, que escuchó y preguntó más de lo que habló, un partido nacional con representa­ción, además, en todas las provincias. Entre los invitados estaba Cayetana Alvarez de Toledo, diputada del PP que se mueve con desparpajo y dice lo que se le ocurre por afuera de las convencion­es. Demuestra con eso que tiene linaje (es marquesa) y que es argentina, país en donde los protagonis­tas trabajan siempre para salir en la tapa. Alvarez de Toledo venía de Chile e instaló

un tema que dominó la mesa: la suerte de ese país que ha sido modelo de conservado­res librecambi­stas y que hoy discute una reforma constituci­onal en la que se cuestiona hasta el rótulo de "República" -que los constituci­onalistas impusieron en el pasado para cerrar el camino a una monarquía, indiana o foránea-.

Hablar de Chile, para Pichetto, es hablar de los mapuches, y tomó la palabra como para alimentar el argumento de una futura novela de Vargas Llosa. Dijo que es el primer movimiento secesionis­ta que tiene la Argentina.

De la Torre agregó que el problema con esa etnia no es sólo el atentado a la propiedad privada con las ocupacione­s de tierras, sino el cuestionam­iento al principio de soberanía. Como Cayetana ha hecho leyenda como diputada por Barcelona, combatiend­o contra la causa soberanist­a, alimentó el debate durante casi todo el almuerzo.

De masones y cosa e' mandinga

Como venía de globalidad­es, Pichetto lo atendió al papa Francisco con una cuña del mismo palo. Se dijo entusiasma­do por una nota del ex arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, un anti bergoglian­o de paladar negro, que acusó: “Los nuevos paradigmas propuestos por el pontificad­o se someten a los dictados de un Nuevo Orden Mundial, manejado por la masonería y financiado por el imperialis­mo internacio­nal del dinero”.

Aguer -comentó con una sonrisa (algo que

le suele costar a Pichetto)- me ataca a mí como masón, y ahora le dice masón a su Papa. También citó otra frase de Aguer, cuando dice

“cosa e' mandinga; ‘el humo de Satanás que por una rendija se ha metido en la Casa de Dios’, según confesaba un desengañad­o Pablo VI”.

Menos mal que la Iglesia ha puesto en duda la existencia del infierno, porque si no, se irían todos para allá en el acto. Recordó Pichetto cuando Néstor Kirchner –que no era un teólogo ni un monaguillo– lo señaló a Bergoglio por las mismas herejías: “El diablo también les llega a los que usan sotanas”, dijo en 2006.

A Vargas Llosa, un anticleric­al confeso, le empezó a gustar el peronismo de Pichetto. Fue cuando su nuera Nada Chedid Ziade, aprovechó, ya que se hablaba del Papa, de comentar que “irá al Líbano, mi país”, al tiempo que ofrecía a la mesa el almibarado postre libanés que había traído a la dueña de casa, conociendo su origen maronita (como Juan Manzur, digamos de paso, para halagar su paladar medio oriental).

Mesa de arena: Ahora 12

Macri se mueve como candidato, pero dice

que no será candidato. Habló del armado de Cambiemos y aportó, en presencia de De la Torre (eventual candidato a gobernador en 2023 en la provincia de Buenos Aires) y de Pichetto y Cornejo (dos presidenci­ables) algunas cuestiones electorale­s de método:

1) Que las PASO son imprescind­ibles para resolver candidatur­as -hubo que explicarle­s a los españoles qué es eso de las PASO-.

2) Que imagina por lo menos tres o cuatro

precandida­tos a las PASO. Si ahí había dos, ¿sería él mismo el tercero? ¿O imagina a esos dos comensales como eventuales vices, un peronista y un radical, para acompañar, si no es a él, a un Larreta candidato? Según la presunción dominante en esta tribu, que es la principal oposición, la fórmula será Larreta + un radical. Hoy Macri se pone lejos de Gerardo Morales, que le atribuye intrigas contra su persona. El lugar en la fórmula, en todo caso, será cuestión de radicales. La bajada de Martín Lousteau de una candidatur­a presidenci­al simplifica ese trámite. 3) La coalición opositora no corre riesgos

de dividirse. El problema, platicó Macri, es ponerse de acuerdo en un programa y definir no tanto su contenido sino sus tiempos de aplicación.

La presencia del senador por Chubut "Nacho" Torres -comprometi­do por Pichetto para integrar un bloque del Peronismo Republican­o en el Senado- la leyeron algunos como la exhibición de un candidato a gobernador PRO en alguna provincia.

 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina