Al final, el secretario de Energía estará al frente de las audiencias
La convivencia en el Ministerio de Economía se tensó en la antesala de las audiencias para subir las tarifas de luz y gas. Y ni el santuario de San Cayetano montado por la UPCN en uno de los pisos del edificio, parece capaz de asegurar la paz. Tuvo que bajar una orden desde lo más alto en las últimas horas para que el secretario de Energía, Darío Martínez, se ponga al frente.
Alberto Fernández y Martín Guzmán se lo transmitieron así: “La responsabilidad de que el proceso de actualización de tarifas sea efectivo es del secretario de Energía”. Hasta el fin de semana, desde Energía aseguraban que el equipo de Guzmán iba a liderar la convocatoria. Finalmente, Martinez aceptó y designó a tres funcionarios, uno por audiencia, para encabezarlas. “Darío Martínez estará al frente del operativo”, confirmaron fuentes oficiales.
En concreto, la subsecretaria de hidrocarburos, Maggie Videla, presidirá la sesión virtual del martes para discutir la tarifa de gas, el jefe de gabinete, Guillermo Usandivaras, participará el miércoles en la de energía eléctrica, y el subsecretario de Planeamiento Energético, Santiago López Osornio, estará a cargo de la última el jueves para presentar la segmentación de los subsidios.
Pese al pedido de asociaciones de consumidores cercanas al kirchnerismo para que Guzmán participe, el ministro no expondrá en las audiencias. Lo más probable es que monitoree la discusión a distancia, ya que puede llegar a acompañar al Presidente en su gira por Europa.
El clima en los pasillos de Hacienda se enrareció en las últimas semanas, como lo revelan los documentos que cruzaron las espadas de Guzmán con el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo.
En un documento oficial, Osornio consideró “distorsivo” un informe del funcionario que reporta a Cristina Kirchner. Allí, Basualdo estima una suba de hasta el 65% para el grueso de los usuarios, por encima del 42,7% previsto por Guzmán para todo el año.
En otro informe, el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, negó que la reducción de subsidios fuera “despreciativa” y calculó que el ahorro de $ 163.463 millones en subsidios hubiera representado una suba del 100% en la tarjeta Alimentar.
El secretario de Política Económica, Fernando Morran, sostuvo en un documento dirigido a Martínez que, si no aumentaran las tarifas, habría un incremento de los subsidios. Esto, según el funcionario, implicaría un mayor endeudamiento o asistencia del Banco Central para financiar ese gasto, lo que generaría presiones cambiarias e inflacionarias.w
Juan Manuel Barca