Los Marcos y los Duterte acarician el poder en Filipinas
Bongbong, hijo del ex dictador Marcos, es el favorito. La hija del actual presidente sería su vice.
Bongbong Marcos, hijo del dictador Ferdinand Marcos, y Sara Duterte-Carpio, hija del actual presidente, Rodrigo Duterte, cerraron su campaña electoral en Manila con todas las encuestas otorgándoles una contundente victoria en las elecciones de este lunes, en las que buscan repartirse la jefatura de Estado y la vicepresidencia de Filipinas y perpetuar en el poder a las dos poderosas dinastías.
En Parañaque, al sur de Manila, una marea roja y verde de fieles colores que los herederos han elegido para la campaña esperó con paciencia la aparición sobre el escenario de Marcos Jr. y Sara, que se presentan formando un tándem político como presidente y vicepresidenta, respectivamente, en los comicios presidenciales.
La victoria parece cantada. Bongbong Marcos suma el 57% de los apoyos, según los últimos sondeos, que también dan a Sara DuterteCarpio una amplia mayoría. En Filipinas, el presidente y su vice se votan en boletas separadas.
El hijo del dictador Ferdinand Marcos, que gobernó el país desde 1965 durante 21 años imponiendo un régimen déspota y represivo que acabó con su huida a EE.UU. en 1986 tras una revolución popular, ha mantenido un perfil bajo durante toda la campaña, evitando todos los debates y preguntas incómodas, parapetándose en unas encuestas que apuntaban una cómoda victoria desde los albores de la campaña electoral. El entusiasmo se repite hacía la probable vicepresidencia de Sara Duterte- Carpio, que con una imagen de líder fuerte, como la que proyecta su padre, amenaza con afianzar una corriente populista conservadora y autoritaria, con la que Marcos Jr. también se identifica. Rodrigo Duterte, por su parte, no ha apoyado oficialmente a ningún candidato a la presidencia, movimiento que podría haber favorecido movilizado a un gran número de electores según muchos expertos, pero se ha declarado fiel admirador del dictador Ferdinand Marcos.
No parece, sin embargo, profesar el mismo respeto a su hijo, al que ha acusado de adicto a la cocaína y de ser un líder débil. Leni Robredo está segunda en las encuestas con un 25% y es la candidata que congrega el voto progresista. ■