Ante al alemán Scholz, Fernández cuestionó las sanciones económicas a Rusia
“Repercuten muy negativamente en el resto del mundo”, sostuvo el Presidente. Volvió a condenar la invasión rusa a Ucrania, pero reclamó “que el mundo económico se ordene”.
Haciendo equilibrio para mantener la buena sintonía con su anfitrión, el canciller alemán Olaf Scholz, Alberto Fernández cuestionó ayer las sanciones económicas impuestas a Rusia por su invasión a Ucrania, al advertir que "repercuten muy negativamente en el resto del mundo" y descartó la posibilidad de aplicar sanciones ante la intransigencia del gobierno de Vladimir Putin, a pesar de que calificó de “brutal” el efecto que generó la guerra.
"Argentina no tiene muchas sanciones para aplicar porque el intercambio es prácticamente nulo, pero lo que sí digo es que las sanciones a Rusia repercuten muy negativamente en el resto del mundo y también en Argentina. Por eso insisto en que tenemos que encontrar un camino rápido que ponga solución al conflicto bélico", dijo Fernández, al ser consultado en la rueda de prensa que ambos mandatarios ofrecieron tras la primera reunión que mantuvieron en la sede de la Cancillería Federal y que desde ambos lados calificaron como “muy cordial”.
Ante un interlocutor que se anota entre los más duros respecto al accionar de Rusia, Fernández reiteró sentirse conmovido por la decisión del presidente Vladimir Putin de iniciar la guerra ("Jamás pensé que, después de una pandemia, se desate una guerra y arrase con vidas humanas"), se diferenció de su anfitrión al asegurar que "no mandaría armas a nadie, para que nadie más muera”, y pidió entender que el conflicto "no es sólo de Rusia con Ucrania y la OTAN", ya que el impacto "es global".
“Necesitamos que el mundo económico se ordene. Cuando salen del sistema comercial internacional proveedores de trigo, girasol. He leído que el 75% del aceite de girasol que consume Europa sale de Ucrania, si uno no presta atención a eso creo que se equivoca", remarcó.
En esa línea, el mandatario dijo “condenar la agresión a Ucrania” pero, a pesar de que Scholz no se lo pidió explícitamente en la bilateral, cuestionó la metodología de la sanción económica al alertar el impacto que tienen, principalmente "en los países periféricos" y en los ciudadanos rusos, que no son responsables de las decisiones de Putin.
"Vemos con enorme preocupación el modo en que la guerra está repercutiendo en nuestro continente y en continentes como África, donde la seguridad alimentaria se pone en riesgo. Más allá de condenar la agresión que padece Ucrania, debemos buscar caminos que, cuanto antes pongan fin a esta guerra, que se lleva vidas, que es una guerra inmoral", reforzó Fernández. Scholz, por su parte, dijo "celebrar" la postura de Argentina en torno a la guerra.
Con un clima más protocolar que lo que había sido el encuentro con el español Pedro Sánchez, en la conferencia de prensa hubo un momento de distensión cuando Scholz fue interpelado por la prensa local por el viaje que realizó el hijo de su ministra de Defensa a bordo de un helicóptero del ejército. "Asombrosa esa pregunta, gracias a Dios no tengo que contestarla yo", bromeó Fernández, en un gesto de complicidad con su anfitrión. "Me hubiera gustado", devolvió, entre risas, el alemán.
De vuelta abordado por la guerra, Fernández consideró que Rusia no debía salir del G20, como piden EE.UU. y otras naciones del mundo.
La de Berlín fue la segunda escala de la gira, que culminará mañana en París, con la reunión bilateral con el francés Emmanuel Macron.
Por la tarde, luego de la reunión con Scholz y mientras hacía tiempo para dar una entrevista con la televisión alemana, Fernández salió a caminar por la avenida Unter den Linden y se instaló en un puesto callejero para comer un hotdog con parte de la comitiva. Aceptó selfies con una pareja de argentinos que lo reconoció y con un grupo de brasileños. Al cabo de unos minutos lo pasó a buscar la custodia y retomó la agenda.