Guerra de drones en el Mar Negro contra el avance de las fuerzas del Kremlin
Según la inteligencia británica, Moscú replegó su armada a Crimea y dejó a su flota logística desprotegida.
La invasión rusa en el Este de Ucrania “no está marchando” ni “a la velocidad ni con la eficacia “que el presidente Vladimir Putin quería. Se encuentra en un estado de “estancamiento” militar que no lo deja avanzar y, en el Mar Negro, su Armada se ha retirado a la protección del puerto de Crimea, luego de que los misiles Neptune ucranianos hundieran el Moskva, su nave insignia. Así lo consigna un informe de la inteligencia de Gran Bretaña.
“La desobediencia de sus tropas” y “la autodestrucción de sus blindados y tanques para no pelear” son una conducta común de los soldados, en un ejército zarista sin suboficiales. Los rusos abandonan a sus soldados muertos en Ucrania, a la intemperie o en las casas que han ocupado, agrega el documento.
Como si este panorama no bastara, en la mañana de este miércoles está sufriendo otra ofensiva en un lugar simbólico, según informaron fuentes de la inteligencia británica. La batalla por la Isla Zmiinyi, también conocida como Isla de las Serpientes, se está librando una batalla de drones contra las defensas rusas. Ucrania busca recuperarlas.
La isla fue el escenario de uno de los intercambios históricos entre las fuerzas ucranianas y rusas, al comienzo de la guerra a fines de febrero, cuando los guardias fronterizos ucranianos le dijeron a un buque de guerra ruso "Buque ruso, váyase a la mierda", cuando éste les exigió que se rindieran.
“Ucrania ha atacado con éxito las defensas aéreas rusas y a los buques rusos de reabastecimiento con drones Bayraktar”, según la última actualización del Ministerio de Defensa británico.
Este miércoles, el Ministerio de Defensa británico dijo: "Los buques de reabastecimiento de Rusia tienen una protección mínima en el Mar Negro occidental, luego de la retirada de la Armada rusa a Crimea después de la pérdida del Moskva”, el buque de guerra que Ucrania dice que golpeó y hundió en abril.
"Los esfuerzos actuales de Rusia para aumentar sus fuerzas en la isla de Zmiinyi ofrecen a Ucrania más oportunidades para enfrentarse a las tropas rusas y desgastar material. Si Rusia consolida su posición en la isla de Zmiinyi con misiles de crucero de defensa aérea estratégica y de defensa costera, podrían dominar el noroeste del Mar Negro", dijo.
Antes este escenario, el presidente Vladimir Putin ha dejado de lado a los jefes del espionaje de Rusia del FSB y los ha reemplazado por el GRU, parte de sus fuerzas especiales, en la guerra contra Ucrania.
En marzo, después de una serie de errores garrafales en los primeros días de la invasión hacia Kiev, el jefe del Quinto Servicio del FSB, Sergei Beseda, fue enviado a la prisión de Lefortovo, donde Stalin mantuvo a muchos de sus ayudantes caídos en desgracia. El mes pasado se llevó a cabo una purga de unos 150 agentes del FSB.
Beseda, de 68 años, recientemente volvió a trabajar en Lubyanka, la imponente oficina neobarroca de la agencia, según Borogan y Soldatov. “Pero volver a poner a Beseda en su oficina no significa que Putin confíe en el FSB, o en el servicio de Beseda en particular en Ucrania, como deja claro el nombramiento de Alekseyev”, dice un informe de Irina Borogan y Andrei Soldatov, expertos en seguridad rusos, para el Centro de Análisis de Políticas Europeas.
“Son las fuerzas entusiastas dentro de la comunidad de espionaje de Rusia las que ahora están encargadas de sacar la victoria del pantano del peor fracaso militar y de inteligencia de su país desde la Segunda Guerra Mundial”, opinaron.