Putin advierte, pero Finlandia y Suecia están más cerca de la OTAN
El presidente ruso Vladimir Putin está a punto de lograr precisamente lo que oficialmente quería evitar. El mandatario niega que atacara a Ucrania para anexionarla y cumplir sus sueños imperiales sino que lo hace porque las sucesivas ampliaciones de la OTAN en las últimas décadas suponen una amenaza para su país.
Sus vecinos occidentales no parecen pensar igual. Finlandia y Suecia pueden dar esta semana los pasos políticos necesarios para unirse a la Alianza Atlántica, rompiendo su oficial neutralidad militar (en la práctica llevan años participando en maniobras militares de la OTAN). La OTAN pasaría de 30 a 32 Estados miembros y en Finlandia tendría más de 1.300 kilómetros de frontera terrestre directa con Rusia.
La primera fecha clave es este miércoles. El comité de Asuntos Exteriores del Parlamento finlandés empezará a redactar un informe sobre la seguridad del país que, aunque no contendrá una petición oficial de entrada en la OTAN, sí dirá que es la mejor manera de mantener la seguridad del país.
Dos días más tarde, el viernes, el gobierno sueco publicará un informe de seguridad similar. Los dos gobiernos intentan coordinar sus pasos para pedir juntos el ingreso y entrar juntos en la Alianza Atlántica.
El fin de semana se tomarán decisiones clave para el futuro de la seguridad escandinava y en general europea. El próximo sábado, la primera ministra finlandesa Sanna Marin debe aclarar qué hará su gobierno. Su partido, el socialdemócrata, fue tradicionalmente contrario al ingreso en la OTAN, pero ahora lo apoya. La prensa finlandesa cree que unos dos tercios de los diputados piensan igual.
La primera ministra sueca, la también socialdemócrata Magdalena Andersson (cuyo partido fue contrario al ingreso en la OTAN) anunciará su posición el domingo.
Las decisiones necesitarán un proceso legislativo con ratificación parlamentaria y en Finlandia la firma del presidente de la República. La del rey de Suecia es un mero formalismo protocolario. Ninguno de los dos gobiernos estima necesario consultar a la población en referéndum porque las mayorías parlamentarias a favor del ingreso son amplias.
El martes y miércoles viajará a Estocolmo el presidente de la República finlandesa, Sauli Niinistö. Debería reunirse con el gobierno y con el rey sueco. En su visita se podría hacer algún anuncio conjunto si los parlamentos ya se hubieran pronunciado.
A partir de ahí los dos gobiernos deberán enviar su petición de ingreso a la sede central de la OTAN en Bruselas, donde se los espera con los brazos abiertos. La cumbre anual de la Alianza Atlántica, a celebrar en Madrid los días 28, 29 y 30 de junio, debería ser la que ratificara la ampliación. Hace falta unanimidad para su aprobación, pero ningún gobierno de los 30 Estados miembro ha notificado su negativa.