“Tírense al piso que nos están tirando”, el relato de una pasajera

Romina hace los viajes de compra cada dos semanas. “Fueron los 6 minutos más largos de mi vida”, dice.

“Los micros parecen un colador”. La que habla con Clarín es Romina, pasajera de uno de los ómnibus baleados en la Ruta 2. Pide compartir la menor cantidad de datos personales posible porque dice que atrás del ataque hay una mafia: “Esto no fue casual, tengo miedo”.

La pesadilla para el grupo de comerciantes, que regresaba a Mar del Plata luego de un tour de compras por Capital, comenzó el martes cerca de las 19. “Viajamos todas las semanas o cada 15 días y volvíamos como siempre. Tipo 19 me desperté porque el micro de adelante, que venía con nosotros, había frenado. Pensé que se había roto algo”, relata Romina.

A los pocos segundos empezamos a sentir estruendos: “Pa,pa,pa, pa”. “Creíamos que era una falla en el aire acondicionado, hasta que, desde la parte de abajo del micro, nos avisaron que se trataba de disparos”, sigue. “Tírense al piso que nos están tiroteando, nos gritaron.

Fueron los 6 minutos más largos de mi vida”, cuenta con la voz entrecortada.

Asegura que los choferes les salvaron la vida. “A uno le apuntaron y, a pesar de eso, apretó el acelerador y siguió. Pasó en el otro micro, ellos llegaron a Castelli y pudieron alertar a la policía”, sostiene.

“Desde el nuestro también llamamos al 911, aunque no pudimos escapar. Quedamos frenados porque nos tiraron en el motor, así que recién pudimos salir cuando llegaron los efectivos”, repasa Romina.

La pesadilla para los pasajeros terminó pasadas las 2 de la mañana. “La policía nos llevó a Castelli y de ahí a un polideportivo. Nos trataron muy bien”, agrega.

“La chica que organiza este tour de compras es la mejor de Mar de Plata, tiene todo en regla. No sé si el ataque fue dirigido a ella pero estoy con mucho temor”, señala.

Sobre lo ocurrido, se lamenta: “No fue un robo, parecían 10 o 15 tiros pero después nos enteramos de que los micros recibieron 88 impactos”. ▪