Ricardo Darín y Andrea Pietra, de nuevo a escena
Tras la pandemia, hacen la obra de Ingmar Bergman en la sala de Antonio Banderas en Málaga.
Ricardo Darín está en España de gira con Escenas de la vida conyugal, la obra que coprotagoniza con Andrea Pietra. De nuevo en los escenarios tras el parate de dos años al que obligó la pandemia en todo el mundo, dijo en una conferencia de prensa que “hay pocas cosas tan irremplazables como una función de teatro”.
Y agregó: “El evento, acudir a una sala teatral para formar parte del ritual de estar todos participando del conflicto que se expone en el escenario, codo a codo con nuestros semejantes, no se parece a nada, y nos hace suponer que las cosas empiezan a volver a la normalidad”.
Desde ayer y hasta el próximo domingo 22, Darín y Pietra subirán a escena en el Teatro del Soho, de Málaga, en el sur de la península ibérica. Es propiedad del actor malagueño Antonio Banderas, que ayer estuvo en la sala para darles la bienvenida.
Así, Escenas de la vida conyugal retoma su camino después de “dos años rarísimos en los que se tuvieron que suspender y postergar tantas ideas, tantos proyectos y ambiciones”, comentó la estrella argentina.
“A todos nos ha pasado lo mismo de quedar detenidos en un gesto hasta retomar la dinámica, y teníamos tanta ansiedad por volver al ruedo como la de los espectadores por encontrarse con sus semejantes en una sala de teatro”, añadió, según consigna la agencia EFE.
Por eso, Pietra y él están “contentos de haber podido atravesar esta
etapa difícil para la humanidad” y ahora quieren “disfrutar estos espacios de felicidad comparados con lo que está ocurriendo en el mundo, con lo que estamos todos desolados”.
Escenas de la vida conyugal es una obra “en movimiento permanente”, según Darín, que suele comentar con Pietra “la resignificancia desde hace un par de añosde las cosas que dice, que insertadas en la actualidad toman un significado distinto”.
Para el actor, eso parte de “la habilidad, la capacidad y la inteligencia” del autor del texto original, Ingmar Bergman, “al plantear el conflicto en la vida de dos seres humanos a lo largo de veinticinco años”.
“Tiene entre sus efectos positivos que sintetiza en las escenas situaciones que atravesamos los seres humanos en nuestras relaciones, o sabemos de alguien cercano que las ha atravesado, y se genera un efecto, mal llamado espejo, que nos hace sentir proximidad con lo que ocurre en el escenario, por muy arriesgado que parezca”, apuntó.
Al preguntarle si ver esta obra puede salvar matrimonios en crisis o condenarlos definitivamente, Darín admite que cuando sus amigos le dicen que van a ir a verla, les pregunta “cómo están en sus parejas”.
“Me ha ocurrido alguna vez encontrarme a amigos que vinieron a la función y que me miraban diciendo: '¿Cómo no me avisaste de qué se trataba de esto?'”, bromeó.
Darín puntualizó que en este montaje “hay mucho humor, cosa que no ocurría en las versiones de la televisión y el cine”, y a ello se suma “el agregado de que, cuando el conflicto pasa por la idiosincrasia latina y sanguínea, aún se profundiza más en el sentido del humor”.
Por su parte, Pietra -sucesora de Érica Rivas y Valeria Bertuccelli en la obra- coincidió con Darín en que el teatro “no se parece a nada, es el vivo, estar en el instante” y esta obra además tiene un texto que les “encanta recorrer” a los actores.
Pietra consideró que la obra “deja a la gente en estado positivo y rescata el amor, que es lo más importante de estas dos personas”, y aunque habla de que el matrimonio “es una trampa”, el espectador “reconoce sensaciones, situaciones y vivencias que se cuentan en el escenario”. ■