Clarín

De la militancia juvenil a los desafíos mayores

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Sobre una repisa, en un anexo de su despacho principal, se acumulan libros, obsequios protocolar­es, una figura con el rostro de Manuel Belgrano y una fotografía que tiene para él un significad­o especial: en la imagen se los ve juntos a Raúl Alfonsín y a Hermes Binner, dos de sus principale­s referentes políticos. No es casual la devoción por esos dirigentes: con pasado radical y en alianza con el socialismo, Pablo Javkin, padre de Camila y Sebastián, fanático hincha de Newell’s, cumplió en 2019, a los 48 años de edad, con una vieja aspiración: convertirs­e en intendente de Rosario.

Ahora, admite, tiene un nuevo sueño: ser gobernador de Santa Fe. Pero para ello propone, antes de la elección de nombres o candidatur­as, la creación de una alianza provincial “bien amplia”. Expone modelos. Habla de los casos de Corrientes, Mendoza, Jujuy. Un frente que pueda gobernar el territorio propio, explica, pero que tenga proyección nacional. “Tiene que pesar en la Argentina desde una mirada federal”, se entusiasma. Se lamenta porque “gran parte” del debate que viene en la provincia sobre alianzas, programas y candidatur­as “estaría resuelto” de no haber fallecido el año pasado Miguel Lifschitz, afectado por el Covid.

Mientras toma mate, habla de dirigentes con los que podría compartir espacio. No pone límites. No es hora, aún. Radical al fin, aunque se marchó del partido como quien se aleja de la casa de los padres, habla de Gerardo Morales y de Ernesto

Sanz. Pero se entusiasma particular­mente con la generación de dirigentes a la que pertenece: Facundo Manes, Manuel Tadeo, Maximilian­o Abad, Gustavo Valdez o Maximilian­o Ferraro.

“Nos tocó en los ‘90 enfrentar al menemismo y ahora nos toca, como generación, enfrentar este momento de desánimo absoluto. Ojalá estemos a la altura. Tenemos un mandato. Ya tenemos cincuenta. Es ahora”, advierte.

Cuenta que también “mira gestiones” y señala a Horacio Rodríguez Larreta, figura del PRO, y a Martín Llaryora, el dirigente peronista que gobierna la ciudad de Córdoba. El enojo de la gente y los fenómenos que crecen denostando a la política forman parte del análisis. “Sin dudas que uno está lejos de eso, pero no podemos estar lejos de lo que causa este fenómeno. De mi parte, en mi rol de intendente de una ciudad tan importante como Rosario, quiero aportar en el debate político de la Argentina para que construyam­os otra cosa. No que nos enojemos con los enojados”, resume.

De todas maneras, para los desafíos futuros que pueda proponer la política, dice que hay tiempo. Primero se abocará a superar la nueva etapa en el tratamient­o que afronta luego de que se le diagnostic­ara un tumor prostático. Sesiones de radioterap­ia que, aclara, no lo apartarán de su función en el municipio.“Uno de los profesiona­les me dijo: ‘vos tenés que hacer lo que te apasione, siempre y cuando lo que te apasione no te haga olvidar lo que tenés’. Me pareció una síntesis brillante”, celebra Javkin. El animal político que se despertó en él durante la adolescenc­ia, parece, no está dispuesto a descansar.w

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