Cuánto deberían aumentar ciertos precios “pisados” para igualar la inflación de Alberto

Desde diciembre de 2019 el IPC subió 153%. Qué debería pasar con luz, gas, nafta, Internet y medicina prepaga.

La discusión por los aumentos de tarifas de los servicios públicos se está centrando en la electricidad, el gas natural y el agua corriente. Todavía no se habla nada del transporte público. Pero los inminentes -aunque acotados- ajustes en algunos servicios no oculta el atraso que se viene acentuando en otros precios.

El economista Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica afirma que el atraso en los valores de las tarifas para igualar la inflación acumulada durante el mandato de Alberto Fernández es importante.

Así, para el caso de la electricidad y el gas, a su entender deberían aumentar un 88%, solo para recuperarse frente a la inflación acumulada entre diciembre de 2019 y abril de 2022, que fue del 153% En Telefonía e Internet el aumento para empatarle a la inflación observada debería ser del 50%. En cuanto al transporte público, el aumento debería orillar el 46%. Para el rubro medicina prepaga, el aumento necesario debería ser de 27%. Finalmente, las naftas, que aumentaron un 11% la semana pasada, debería subir otro 18%.

De todas maneras esos aumentos solo alcanzaría para recuperar el terreno perdido en 26 meses. Pero luego, para el caso de los servicios públicos, hay una discusión adicional: cuánto deberían aumentar para que los usuarios paguen sin subsidios el total de la factura. Hoy se calcula que los hogares pagan con sus recursos solo el 25% de lo que consumen de gas y electricidad. Para el transporte público, el precios del pasaje cubre solo el 10% del costo real del servicio.

“Toda esta marea de control de precios ya generó una inflación reprimida que suma 7,8% sobre el índice general, y sobre eso falta sumar el impacto indirecto los meses subsiguientes, posiblemente duplicando a 16% la inflación total reprimida con controles” dice Castiñeira. “La historia demuestra que los controles de precios acumulan tensiones en la economía que se hacen imposibles de sostener. Pisar precios hace volar el gasto público porque lo que no paga el privado, lo tiene que pagar el Estado” concluyó.

Estas cuentas son sobre precios regulados. Pero en el sector privado admiten que si desaparecieran los controles y se pudiera traslada a precios al consumidor los costos de producción habría productos de consumo masivo que deberían aumentar cerca del 30% en el acto.

Una demostración de estas distorsiones las dejó explícitas la firma Mastellone cuando divulgó los resultados de su balance trimestral, que arrojó pérdidas por 1.024 millones de pesos. La empresa, con buena parte de sus productos alcanzados por el programa Precios Cuidados, señaló "Estos resultados reflejan una nueva caída de sus márgenes operativos, producto de no poder trasladar los permanentes incrementos de sus costos a los precios de venta. Al igual que en períodos anteriores, lejos de impulsar el índice de precios al consumidor, la compañía absorbe inflación de costos, en detrimento de sus resultados económicos", señaló.w