Zelenski nos recuerda a todos que el coraje no está pasado de moda
En un mundo egoísta se destaca la actitud del presidente ucraniano que se quedó en su país, unió a su gente y pidió al mundo acción contra la invasión.
El valor puede parecer una virtud obsoleta en un mundo de egoismos y economía utilitaria.
Si estamos destinados a ponernos a nosotros mismos siempre en primer lugar, para maximizar nuestra utilidad individual, ¿qué espacio queda para el heroísmo? ¿Cómo puede uno ser desinteresado? Suena casi ilógico.
No lo es.
Volodimir Zelenski, el presidente de Ucrania, nos ha recordado a todos que el coraje no está pasado de moda.
Al negarse a buscar refugio en el extranjero cuando Rusia atacó, reunió primero a su pueblo y luego a gran parte del mundo para desafiar la invasión ordenada por el autócrata ruso Vladimir Putin.
Zelensky tiene mucha compañía en su actitud. Una vez que seempieza a buscar, se encuentran perfiles de valentía en todas partes: en grupos de vigilancia vecinal que se enfrentan a narcotraficantes, en enfermeras y médicos que se exponen a enfermedades como la pandemia del Covid-19 para cuidar a sus pacientes, en políticos que corren el riesgo de perder elecciones defendiendo sus ideas y posiciones.
Así que el coraje claramente existe. Pero, ¿cómo se define? ¿Qué cuenta y qué no cuenta como coraje? Si se puede explicar un acto de valentía, ¿eso de alguna manera socava su valor? ¿Existe, además, una economía del coraje?
Aristóteles, a quien a veces se le llama el primer economista, dijo que el valor, como otras virtudes, era el término medio entre los vicios opuestos, en este caso la temeridad y la cobardía.
Agregó una calificación importante: el valor no es valiente a menos que sea por una causa digna. Pelear para defenderse es valiente pero no especialmente admirable: los animales hacen eso. Luchar por defender la patria, dijo, es valeroso.
Si Aristóteles estuviera aquí hoy, probablemente consideraría valiente a Zelenski, pero no así a los secuestradores de los atentados del 11 de septiembre.
La economía moderna rechazó la filosofía de Aristóteles y la reemplazó con el utilitarismo, que trata de maximizar la “utilidad”, generalmente definida como placer. Para un utilitarisminio ta, un acto de heroísmo es un desperdicio si no resulta en el mayor bien para la mayor cantidad de personas. Reducir toda la experiencia humana a una cantidad de “útiles” es matemáticamente conveniente, pero no cuadra fácilmente con virtudes antiguas como el coraje, la fortaleza y la prudencia.
La demolición del coraje pareció completarse con el darwinismo social, una filosofía nacida en el siglo XIX que argumentaba que la supervivencia del más apto debería aplicarse a las personas, no solo a otros organismos reproductores.
El filósofo Richard Rorty estaba satisfecho con la falta de heroísmo en las sociedades democráticas modernas. En un trabajo de 1988, “La prioridad de la democracia a la filosofía”, escribió, “incluso si los tipos de carácter típicos de las democracias liberales son insípidos, calculadores, mezquinos y poco heroicos, el predode tales personas puede ser un precio razonable a pagar por ellas”.
Geoffrey Hodgson, quien se formó en economía, enseñó administración en varias universidades británicas y escribió “De máquinas de placer a comunidades morales”, afirma que los seres humanos son únicos en el sentido de que su tendencia a sacrificarse unos por otros, aunque tiene una base biológica, se ve reforzada por la cultura.
“Crecí con historias de personas heroicas”, dijo. “Enseñamos a los niños sobre los grandes héroes. Gente haciendo el bien. Poner a los demás antes que a sí mismos”. El caso de Zelenski, su actitud frente a este enorme desafío y desdicha, se utilizará como ejemplo para inculcar coraje y desinterés en las generaciones futuras, predijo Hodgson.
Al Gini, profesor jubilado de ética empresarial en la Universidad Loyola de Chicago, sostiene un punto similar apuntando al mandatario ucraniano. Dice que no es coincidencia que Zelensky fuera un actor cómico antes de convertirse en presidente de su nación. “Ser un líder es desempeñar un papel”, dijo Gini. “Un papel dedicado a los demás.”
Zelensky está jugando el papel de héroe, y está creciendo en él. ▪
Su ejemplo frente a este enorme desafío, se utilizará para inculcar coraje y desinterés