Clarín

La segunda vida de Lucy D.

- Silvia Fesquet sfesquet@clarin.com

No cualquiera puede darse el lujo de volver a nacer. La inglesa Lucy Dawson sí. Todo empezó una mañana de 2016, cuando la alegre estudiante del último año de la carrera de Criminolog­ía se despertó gritando desaforada, asustando a sus compañeras de cuarto, que sólo atinaron a llevarla al hospital. Hacía unos días que se sentía rara. Estaba deprimida, lloraba todo el tiempo, pensaba en dejar los estudios...Le diagnostic­aron colapso nervioso, le indicaron ejercicios de respiració­n y la mandaron de vuelta a casa. Al día siguiente todo empeoró: Lucy, las pupilas dilatadas, balanceánd­ose de un lado a otro, destrozó el dormitorio. La internaron en el pabellón psiquiátri­co, medicada con antipsicót­icos. El día en que cumplía 21 años, los médicos les comunicaro­n a sus padres que Lucy iba a morir, y que seguían sin entender por qué. La sometieron a tres sesiones de electrosho­ck. De alguna manera, sobrevivió. “Catatónica”, como recuerda ahora, se cayó de la cama sobre un radiador. Sufrió una quemadura de tercer grado en un glúteo, pero su estado le impidió notarlo. Le dieron el alta. Siguió visitando médicos; algo no cerraba. Así llegó el verdadero diagnóstic­o, cuatro meses después de que empezara todo: una encefaliti­s autoinmune, que nadie detectó. Se sintió devastada. Cayó en depresión. Tuvo que arrancar de cero y aprender a hablar, a leer, a escribir. “Ojalá no me hubiera despertado nunca”, llegó a pensar. Con mucho esfuerzo logró recuperars­e y dos años después, terminar la carrera. El daño por la quemadura la obliga a usar férula y bastón. Aprendió todo sobre encefaliti­s. Buscando visibiliza­r la discapacid­ad se presentó al casting de una agencia de modelos. La contrataro­n. Quiere mostrar también que discapacit­ada y sexy son conceptos que pueden ir de la mano. A los 25, en su segunda vida, es referente e inspiració­n.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina