Familiares de soldados de la acería de Mariúpol reclaman la ayuda de China
Mientras se agudiza el bombardeo ruso, los familiares de los combatientes ucranianos atrapados en la acería de Azovstal, el último enclave de resistencia al avance del Kremlin en el puerto estratégico de Mariúpol, pidieron al presidente chino, Xi Jinping, que ayude a evacuarlos.
“Hay una persona en el mundo a la que (el presidente ruso Vladimir) Putin le resultaría difícil decir que no. Confiamos en que China, fuerte y noble, pueda tomar decisiones difíciles por una buena causa”, dijo Natalia Zarytska, esposa de un combatiente, en una conferencia de prensa en Kiev. “Llamamos a su Excelencia, el presidente chino, Xi Jinping, a mostrar una gran sabiduría oriental y a trabajar para salvar a los defensores de Mariúpol”, agregó, en una sala donde se había colgado un retrato de Xi.
Citando mensajes enviados por su marido, afirmó que los rusos están retrasando las cosas, para prolongar la “tortura” de los combatientes.
Cerca de 1.000 soldados ucranianos están atrincherados en las galerías subterráneas de esta inmensa acería. Unos 600 están heridos y “son blanco de todo tipo de armas lanzadas desde mar, aire y tierra, inclusive prohibidas. No es la guerra, es una masacre”, dijo uno de sus comandantes, según reprodujo la agencia de noticias AFP. China se ha negado hasta ahora a condenar la guerra.
Durante días, los familiares y algunos combatientes de Azovstal han estado pidiendo ayuda, solicitando el apoyo de Turquía, Estados Unidos y ahora China. El asalto ruso a la planta de Azovstal comenzó el pasado 3 de mayo, después de que se evacuara a los cientos de civiles que se refugiaban allí y, desde entonces, las fuerzas rusas han tratado de irrumpir en su interior desde varias zonas.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, reconoció el domingo pasado la imposibilidad de liberar la ciudad de Mariúpol, prácticamente bajo control de las fuerzas rusas, a través de medios militares. Según Zelenski, el país “carece del armamento pesado necesario para liberar Mariúpol” en una operación militar.
En los últimos días, Rusia redobló sus ataques usando aviones, tanques y artillería pesada, en un intento por quebrar la resistencia de los defensores ucranianos, que se han transformado en un ícono del rechazo nacional a la invasión del Kremlin. También en el extremo sur del país, las tropas rusas se están reagrupando para retomar la ofensiva en Barvinkove (en el área de Járkov cerca de Donbas) y Sloviansk (en Donetsk) y continuar llevando a cabo la ofensiva en otras ciudades del área.
La ofensiva rusa en Ucrania se ralentiza por la falta de efectivos y la exitosa contraofensiva ucraniana. Según la Inteligencia británica, el Ejército ruso podría haber perdido un tercio de las fuerzas de tierra que penetraron en suelo ucraniano hace casi tres meses. En vísperas de la contienda, Rusia concentró 100.000 soldados en la frontera con Ucrania y en la anexionada península de Crimea, lo que no incluye a las tripulaciones de la veintena de buques de guerra estacionados frente a las costas o de los aviones que bombardean el país.w