Las “fake news” del Kremlin o cómo la TV rusa muestra la guerra
Muchos de los ataques a Ucrania son presentados en Moscú como episodios positivos. La mayoría de los medios funciona bajo control del régimen.
Para los espectadores occidentales, la invasión de Rusia a Ucrania se ha desarrollado como una serie de violentos ataques salpicados de equivocaciones estratégicas. Pero en la televisión rusa, esos mismos acontecimientos fueron procesados como sucesos positivos, una interpretación respaldada por un embrollo acelerado de posturas y mentiras.
Una buena parte de los medios noticiosos de Rusia está fuertemente controlada por el Kremlin y la televisión estatal actúa como portavoz del gobierno. Los reportajes críticos sobre la guerra han sido criminalizados. Según los especialistas en desinformación, la complicada y en ocasiones contradictoria narrativa de la televisión rusa acerca de la guerra no sólo tiene como objetivo convencer a los espectadores de que su versión de los acontecimientos es cierta. Por lo general, el propósito es confundirlos y generar suspicacia para que no sepan qué creer.
The New York Times analizó más de 50 horas de imágenes de televisión para exponer cómo se les mostraba la guerra a los rusos a través de los medios noticiosos del país. Por ejemplo, Rusia afrontó una pérdida importante cuando el Moskvá, su emblemático crucero lanzamisiles, naufragó tras ser atacado a mediados de abril. Las autoridades ucranianas señalaron que el buque fue alcanzado por dos misiles antibuque Neptuno. Esa semana, el Times informó que Estados Unidos proporcionó los trabajos de inteligencia que ayudaron a que Ucrania ubicara y atacara el barco. Los medios noticieros independientes rusos fuera del país informaron que fallecieron cerca de 40 hombres. No obstante, en los medios rusos estatales, los programas de noticias minimizaron el ataque mediante una narrativa que han modificado con el paso del tiempo.
Al principio, el Ministerio de Defensa ruso aseveró que el buque se dañó después de que un incendio a bordo había propiciado que estallaran algunas municiones. El informe ruso decía que el barco estaba siendo remolcado a la orilla y que la tripulación había sido evacuada a salvo. Después, los medios rusos informaron que el barco se había hundido durante una tormenta mientras era remolcado. En un segmento también se mostró a una fila de marineros rusos ilesos que fueron presentados como la tripulación del Moskva, sana y salva.
En otro hecho, cuando las fuerzas rusas se retiraron de la zona de los alrededores de Kiev, circularon imágenes gráficas que mostraban cadáveres de civiles tirados en las calles. En Bucha, un suburbio de Kiev, se descubrieron algunos civiles con las manos atadas o con disparos de arma de fuego en la cabeza. Estas imágenes generaron peticiones reiteradas de levantar cargos de crímenes de guerra contra Rusia.
Pero en la TV rusa esos materiales fueron presentados como un montaje, y los conductores de televisión analizaron las imágenes y el video en busca de elementos para desenmascarar la farsa. En un video, los periodistas rusos señalaron que la ropa de algunos civiles muertos estaba demasiado limpia como para haber estado en las calles durante varios días, lo que implicaba que los civiles no podían haber sido asesinados durante la ocupación rusa.
Un comunicado del Ministerio de Defensa que se transmitió en el noticiario nocturno “Vremya” decía que los cuerpos no tenían señales de descomposición y que la sangre de las heridas no se había coagulado. “Todo eso es una prueba irrefutable de que las fotos y los videos de Bucha son otro montaje del régimen de Kiev para que los medios de comunicación occidentales saquen provecho”, decía el comunicado del ministerio.
Sin embargo, las nítidas fotografías que manejaron los medios occidentales mostraban que los cuerpos tenían claras señales de putrefacción.
En otro caso, Rusia se ganó el repudio después de bombardear un hospital de maternidad en Mariúpol. Las imágenes de mujeres embarazadas heridas, a quienes transportaban por los terrenos calcinados del hospital o ayudaban a bajar las maltrechas escaleras del lugar, dejaron claro en Occidente que la guerra tenía un costo para la población civil. No obstante, en Rusia, ese ataque fue calificado como una mentira.
En una avalancha de alegatos que duró varios días, la TV rusa diseccionó las escenas y planteó muchas dudas sobre la narrativa occidental, casi siempre utilizando las mismas imágenes vistas en Occidente. En los medios occidentales, circularon sobre todo las imágenes de dos mujeres. Una de ellas, Marianna Vyshemirskaya, que sobrevivió al ataque y luego dio a luz a una niña. La otra, que no ha sido identificada, fue fotografiada en una camilla y después la agencia Associated Press informó que había fallecido. En un segmento, los periodistas rusos afirmaron que ambas eran la misma mujer.w