Marcha en reclamo de justicia, a tres años de la Masacre de Monte
En 2019, la Policía persiguió a un grupo de jóvenes. Cuatro de ellos murieron y sólo sobrevivió una chica.
“Este 20 de mayo es el último día que vamos a pedir justicia”. Las palabras de Susana Ríos, madre de Gonzalo Domínguez, una de las víctimas de la masacre de San Miguel del Monte, resume las esperanzas que familiares y amigos tienen antes de fijarse la fecha para el comienzo del juicio oral contra los responsables. Hace tres años, la Policía Bonaerense persiguió y asesinó a Camila López (13), Danilo Sansone (13), Gonzalo Domínguez (14) y Aníbal Suárez (22). Sólo sobrevivió Rocío Quagliarello, que estuvo presente en la marcha de ayer.
En el tercer aniversario, familiares y amigos se manifestaron para pedir justicia y la condena a cadena perpetua de cuatro de los 24 imputados. Un juicio por jurados juzgará a Rubén García, Leonardo Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Ibáñez. Los cuatro están procesados con prisión preventiva como coautores de “homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales calificado por el empleo de armas de fuego y violación de los deberes de funcionario público”.
Días atrás, otro imputado, el exsecretario de Seguridad municipal, Claudio Martínez, falleció por el ataque de un perro rottweiler en su casa, donde cumplía su arresto.
La movilización, en la ciudad bonaerense ubicada a poco más de 100 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, comenzó en el Skate Park, donde se inauguró una obra en homenaAbrazos, je a los cuatro adolescentes, y llegó hasta la plaza principal de la ciudad.
“Danilo y Gonzalo siempre te trataban bien, no tenían problema con nada y se prendían en cada rapeada. Les gustaba la vida. Los recuerdo con una sonrisa en la cara y un bit de fondo”, cuenta Felipe, amigo de dos de las víctimas. La marcha comenzó en el lugar que elegían los chicos para juntarse y practicar skate.
lágrimas y esperanza marcaron la jornada. La ciudad no volvió a ser la misma y familiares y amigos recuerdan todos los días a sus seres queridos que les fueron “arrebatados”. A lo largo de las seis cuadras que separan el Skate Park de la plaza principal se camina con bombos, al grito de “basta de gatillo fácil, basta ya de represión. Como a los nazis, a donde vayan los iremos a buscar”.
Según la mamá de Danilo, Gladys Ruiz Díaz, “las fuerzas se acaban día a día”, pero luchan con el fin de que los chicos descansen en paz. “Esperamos juicio y castigo para todos los responsables. Por suerte, la causa no quedó parada en ningún momento”.
Niños, la comunidad educativa, adolescentes, madres y padres se detienen en cada esquina para escuchar a los oradores. “No pensamos permitir que nos lleven a otro pibe más. En la Secundaria N° 1 hay cuatro bancos que no se ocupan”, lee una egresada del colegio al que iban las víctimas.
Fotos de los adolescentes, imágenes de patrulleros y frases de alumnos de la escuela la rodean. “Todos al final reciben castigo”, “Cuatro pibes fueron asesinados por la policía y deberían estar con nosotros”, “Memoria, verdad y justicia” y “Basta de gatillo fácil” son algunas frases que aparecen en cartulinas. Se suma más gente, como la mamá de Camila, Yanina Zarzoso. Su dolor le impidió ir hasta el Skate Park. “La Justicia va a escuchar nuestro pedido. Queremos ser positivos y la Justicia llegará”, afirma.
El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragallo, dijo presente: “lo más importante es que el juicio se lleve adelante y sucederá dentro de poco”. Y admitió que “la violencia institucional y el gatillo fácil suceden aún en todo el país”.
En el cementerio de Concepción de la Sierra (Misiones), Blanca Suárez está visita la tumba de su hijo Aníbal. “Todos los 20 son muy dolorosos, no hay día que no lo recuerde”, confiesa. El reclamo colectivo de justicia se extiende en todo Monte. Recuerdan cuatro muertes que no deberían haber sido. “Vuelen alto mis guerreros”: los homenajea un mural, donde chocaron contra un acoplado estacionado y fallecieron. Al lado se observan sus caras dibujadas, en el kilómetro 111 de la ruta 3. “Solo muere quien es olvidado y el pueblo no olvida ni perdona”, advierte otro cartel.w