Clarín

El fenómeno Trueno “Nadie confiaba en que el rap iba a triunfar”

La figura del momento habla de su infancia, la fama mundial, su pareja con Nicki Nicole y su experienci­a con Gorillaz.

- Marcelo Fernández Bitar mbitar@clarin.com

Tiene veinte años y parece que es poco para protagoniz­ar un furor, pero en realidad Trueno lleva más de siete viviendo con gran intensidad su sueño de dedicarse a la música, el freestyle y el hip-hop. Y sin proponérse­lo, aunque tal vez ahora sí, se convirtió en la voz de una generación.

Tuvo su primer gran éxito al ganar una competenci­a de freestyle y lanzar su primer tema a los 14 años de edad. Después recorrió todas las instancias clave del género: más

batallas, viajes al exterior y singles, hasta llegar a lanzar su álbum debut en 2020, llamado Atrevido.

La pandemia no detuvo su productivi­dad y al año siguiente sacó el adictivo hitazo Dance crip como primer anticipo de su ambicioso y extraordin­ario segundo álbum, BIEN O MAL (en mayúsculas), que salió hace apenas dos semanas.

Trueno, cuyo nombre completo es Mateo Palacios Corazzina, también fue la gran sorpresa del reciente festival Quilmes Rock, donde fue invitado por la famosa banda británica Gorillaz para rapear en el hit

Clint Eastwood. Y lo hizo con gran calidad y solidez. También es furor en los medios por estar de novio con Nicki Nicole, otra estrella de la música urbana, a quien conoció en 2020 cuando hicieron el mega-hit

Mamichula, junto a Bizarrap.

Tuvo récords de convocator­ia en el Lollapaloo­za Chile y el Vive Latino México, además del Quilmes Rock. Y la tapa de su disco acaba de estar en Times Square neoyorquin­o, donde brilló en la marquesina más famosa del mundo.

Lo que sigue es una gira internacio­nal por España y Latinoamér­ica, adonde presentará el material nuevo, que incluye el Manifiesto Freestyle. Es un recitado de dos minutos y medio, con frases como: “Argentina tiene mucho que decir, los políticos ordenan, las calles hablan, el pueblo protesta” o “Los jóvenes somos quienes tenemos la sartén por el mango, somos los soldados en esta guerra contra la injusticia, la represión y la desigualda­d”.

-¿Ocupás un lugar que antes era de los rockeros más combativos?

-Sí, se va presentand­o a medida que voy creciendo. No estoy sólo haciendo música; estoy representa­ndo a un montón de personas que se sienten identifica­das con mi mensaje y sienten las mismas injusticia­s que yo. Tomé conciencia de que puedo elevar mensaje mundialmen­te. En este disco no hablo como un wacho de La Boca sino como un argentino para todo el mundo.

-Al principio eras la voz de tu barrio y ahora sos la voz de tu generación. -Sí. Y gracias a la gente, porque puedo estar diciendo y gritando cosas, pero si la gente no piensa igual que yo, todo queda ahí. Tomé conciencia de eso cuando vi que levantaban la mano, me decían que pensaban igual y me agradecían por decirlo. Ahí vi que hablaba por un montón de gente. Entonces hagámoslo cada vez más grande, siempre con la etiqueta de ser argentinos y latinos. Es ir de a poco, del barrio a Argentina y luego a Latinoamér­ica y el mundo. -Lo que te pasó es medio SpiderMan: “Un gran poder trae una gran responsabi­lidad”.

-Exactament­e.

-¿Te pesa o te resulta natural?

-Lo llevo con naturalida­d porque estoy en esto desde muy chico. Pasé por todas la situacione­s, desde lo malo de la industria, la exposición y la crítica. Llegué a un punto en el que me di cuenta de que nací para esto y es lo que me toca en este mundo, mi propósito. Más allá de sentir una responsabi­lidad, siento un aval de la gente y una seguridad para decir lo que quiera.

-¿A qué te referías con “lo malo de la industria, la exposición y la crítica”?

-Empecé a conocer el ambiente del hip-hop desde que tengo 3 años, cuando miraba la película de Eminem y las batallas. Era un sueño. Veía a mi viejo, que ya era conocido, y me vestía igual que él. Empecé a juntarme con la gente que veía por YouTube y de pronto estaba yo en YouTube participan­do en las batallas. Al principio me pareció genial pasar de ser el fan a ser el ídolo, pero después del primer campeonato fui muy criticado, decían que les copiaba el estilo a otros.

-Fue duro.

-Fue chocante, no me lo esperaba. Pero me sirvió. También hice canciones que hoy no sacaría porque no comparto el mensaje, pero todo es parte del camino. Se aprende más de los errores que de los éxitos.

-Con tanta exposición, ¿cómo fuiste llevando el hecho de estar de novio con otra persona muy conocida?

-Nos tocó; la vida nos puso ahí. Es mi primera novia. No había tenido antes porque no me sentía conectado con nadie. Buscaba alguien compañero, que camine al lado tuyo y que te entienda. Y con ella nos apoyamos mucho. Quizá si yo no fuera cantante no soportaría que mi pareja se fuera por dos meses de viaje. -No tienen que explicarse nada. -Por suerte los dos entendemos todo: lo que es viajar, estar cansado, extrañar la casa y estar todo el tiempo en exposición. Estar con Nicole me llena un montón y es genial saber que a los dos nos pasa lo mismo y compartimo­s la misma música. Tenemos casi la misma edad; nos están pasando las mismas cosas.

“Nicki Nicole es mi primera novia. Nos apoyamos mucho. Estar con ella me llena”.

-¿Fue importante la figura de tu viejo (Pedro “Peligro” Palacios) y tomar la posta de lo que él hizo?

-Sí, súper. Toda mi familia, porque son todos músicos: mi mamá, mi tía, mi abuelo. Llegó un momento en la adolescenc­ia en que miré y dije “¿A ver de qué estoy hecho?” y vi que había música por todos lados. Viví con mi padre la historia de pelearla en el hip-hop e ir vestidito de rapero a eventos de diez personas.

-¿Lo acompañaba­s a todas partes?

-¡Yo cantaba con su banda! Ahora él me hace los apoyos a mí en las canciones, en lugares ante 50 mil personas. El rap nunca fue algo mediático acá, y recién ahora el mensaje está viendo la luz. Nadie confiaba en que el rap iba a triunfar, o que los pibitos de la plaza iban a ser la cara de una generación, la voz de los jóvenes. Es hermoso.

-¿Qué músicos te apoyaron?

-No tengo palabras para toda la gente que me he cruzado de la vieja escuela, como Virus, Calamaro, Dante Spinetta, Víctor Heredia, la Charo y Bebe Contepomi. Son voceros de otra generación y de otro momento, mucho más difícil que el actual. Tenemos que aprender de ellos.

-¿Cómo fue cantar con Gorillaz ?

-Fue de los shows más grandes que haya dado. Recién caí al día siguiente. Tres días antes me avisaron que iba a hacer freestyle con ellos. Creo que fue porque la hija de Damon (Albarn) me escucha. Aprendí cómo toca un equipo de elite. Fue ver de cerca a las grandes ligas. ■

 ?? JUANO TESONE ?? De La Boca al mundo. A los 20 años, Mateo Palacios Corazzina es la voz de una generación.
JUANO TESONE De La Boca al mundo. A los 20 años, Mateo Palacios Corazzina es la voz de una generación.

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