Un voto por el cambio en un escenario político inédito
Nunca antes el balotaje fue disputado por un candidato identificado con la izquierda y otro populista. Es indicio de un nuevo paradigma en el país.
El deseo de cambio de los colombianos fue expresado el domingo con la victoria del izquierdista Gustavo Petro, que sin embargo tendrá que disputar la Presidencia en segunda vuelta con el populista independiente Rodolfo Hernández, la gran sorpresa de esta jornada electoral.
El resultado pone al país ante un escenario inédito en el que por primera vez la izquierda tiene opciones claras de llegar al poder pero antes debe convencer a una parte del electorado que se dejó seducir por Hernández y su promesa de gobernar con la lucha contra la corrupción como única bandera.
El desgaste de la derecha, que es la que históricamente ha gobernado a Colombia, y las crecientes demandas sociales expresadas en las multitudinarias protestas callejeras de 2021 se manifestaron en la primera vuelta, pero el país queda sin saber cómo será el cambio que tanto reclama: o gira a la izquierda por primera vez con Petro o prueba suerte con el populismo de Hernández.
La votación del senador y ex guerrillero Petro, si bien confirma su condición de favorito, supera en solo 500.000 los votos que obtuvo hace cuatro años, cuando perdió en segunda vuelta con el hoy presidente Iván Duque, y está muy por debajo de lo que esperaba para ganar en primera vuelta, para lo cual le faltaron más de dos millones de votos.
“Hoy hemos ganado. Hoy es un día de triunfo. Los resultados están allí casi completos ya”, dijo Petro en su discurso tras conocer las cifras de las elecciones y añadió que su votación “casi duplica” las cifras del pasado 13 de marzo, cuando fue escogido como candidato en la consulta del Pacto Histórico con 2,7 millones de votos.
El candidato vencedor consideró su victoria como una derrota del presidente Iván Duque, cuyo Gobierno terminará el próximo 7 de agosto y está ya en la recta final con una muy baja popularidad.
Pero vistos los resultados de este domingo, Petro no la tendrá fácil en la segunda vuelta el 19 de junio porque según, distintos analistas, su candidatura, que juntó el apoyo de políticos tradicionales de otros partidos, como los senadores Roy Barreras y Armando Benedetti, alfiles de su campaña, tiene poco espacio para crecer, a diferencia de la del populista Rodolfo Hernández.
El ingeniero Hernández, que hizo una campaña sin alianzas ni grandes inversiones en propaganda, transmitiendo su mensaje por medio del voz a voz entre vecinos y por las redes sociales, en las cuales es muy activo a pesar de sus 77 años, parece tener más radio de acción para sumar nuevos votantes como los que le apoyaron el domingo y que dicen estar cansados de la corrupción.
De hecho, el tercero en el primer turno y representante de la derecha clásica, Federico Gutiérrez, en una breve declaración en la que aceptó su derrota, anunció que tanto él como su compañero de fórmula, Rodrigo Lara Sánchez, apoyarán a Hernández en la segunda vuelta porque, según dijo, “no vamos a poner en riesgo el futuro de Colombia, de nuestras familias y de nuestros hijos”.
Ese anuncio, aunque es a título personal, puede leerse como una invitación a los votantes de la derecha a que apoyen a Hernández, un empresario que hizo fortuna con la construcción civil y al que es difícil situar en una orilla ideológica porque su discurso está lleno de frases excéntricas contra la corrupción y contra la política tradicional.
“La corrupción no se combate con frases de TikTok”, le criticó Petro en su discurso del domingo, haciendo referencia a la táctica electoral de Hernández de transmitir sus mensajes a sus seguidores mediante las redes sociales.
Hernández, por su parte, fiel a su irreverencia y desparpajo, leyó una declaración desde la cocina de su casa en Bucaramanga, capital del departamento de Santander, de donde es oriundo, y ciudad de la que fue alcalde entre 2016 y 2019, en la que dijo que “será el pueblo quien construirá la victoria en segunda vuelta”.
“Hoy perdió el país de la politiquería, de la corrupción, perdieron las gavillas que creían que serían gobierno eternamente, ganó la ciudadanía, ganó Colombia”, festejó Hernández.
A partir de este lunes empieza otra carrera presidencial en la que tanto Petro como Hernández tendrán tres semanas para ampliar su electorado y conseguir un triunfo inédito en Colombia que nunca ha tenido en el poder ni a un izquierdista ni a un populista. Todo un escenario impensable para un país en esencia conservador como Colombia.w