Debate en la OTAN por las posiciones de Turquía y su futuro en la alianza
Erdogan torpedea el ingreso de Finlandia y Suecia. Y el tema molesta a varios miembros del bloque.
Cuando el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, amenazó este mes con bloquear la membresía de Finlandia y Suecia en la OTAN, los funcionarios occidentales se exasperaron, pero no se sorprendieron. Dentro de una alianza que opera por consenso, el hombre fuerte turco ha llegado a ser visto como una especie de artista del asalto.
En 2009, bloqueó el nombramiento de un nuevo jefe de la OTAN procedente de Dinamarca, quejándose de que el país era demasiado tolerante con las caricaturas del profeta Mahoma y demasiado comprensivo con los “terroristas kurdos” establecidos en Turquía. Se necesitaron horas de engatusamiento por parte de los líderes occidentales y una promesa cara a cara del entonces presidente Barack Obama de que la OTAN nombraría a un turco para un puesto de liderazgo, para satisfacer a Erdogan.
Después de una ruptura en las relaciones entre Turquía e Israel al año siguiente, Erdogan impidió que la alianza trabajara con el Estado judío durante seis años. Unos años más tarde, Erdogan retrasó durante meses un plan de la OTAN para fortalecer a los países de Europa del Este contra Rusia, citando nuevamente a los militantes kurdos y exigiendo que la alianza declarara terroristas a los que operan en Siria. En 2019, Erdogan envió un barco de exploración de gas respaldado por cazas cerca de aguas griegas, lo que provocó que Francia enviara barcos en apoyo de Grecia, también miembro de la OTAN.
Ahora el líder turco vuelve al papel de obstruccionista y vuelve a invocar a los kurdos, ya que acusa a Suecia y Finlandia de simpatizar con los militantes kurdos de los que se ha convertido en su principal enemigo.
La postura de Erdogan es un recordatorio de un problema de larga data para la OTAN. La invasión rusa de Ucrania puede haberle dado a la alianza un nuevo sentido de misión, pero la OTAN aún debe lidiar con un líder autoritario dispuesto a usar su influencia para ganar puntos políticos en casa bloqueando el consenso. Es una situación que juega a favor del presidente de Rusia Vladimir Putin , quien se ha vuelto más amistoso con Erdogan en los últimos años.
Para el líder ruso, el rechazo de la admisión de Suecia y Finlandia en la OTAN sería una victoria significativa. El dilema sería más simple si no fuera por la importancia de Turquía para la alianza. El país se unió a la OTAN en 1952 después de alinearse con Occidente contra la Unión Soviética; Turquía le da a la alianza una posición estratégica crucial en la intersección de Europa y Asia. Alberga una importante base aérea de EE. UU. donde se almacenan las armas nucleares de EE. UU., y Erdogan ha bloqueado los buques de guerra rusos que se dirigían a Ucrania.
Pero bajo Erdogan, Turquía se ha convertido cada vez más en un problema
Fuera de las críticas, muchos admiten que es preferible mantener a Erdogan en la OTAN.
que hay que gestionar. Ahora, las objeciones de Erdogan a la membresía de Suecia y Finlandia incluso han renovado las dudas sobre si la OTAN podría estar mejor sin Turquía. Un ensayo de opinión de este fin de semana en The Wall Street Journal argumentó que la Turquía de Erdogan reprobaría los estándares de la alianza para la gobernanza democrática.
“Turquía es miembro de la OTAN, pero bajo Erdogan ya no se suscribe a los valores que sustentan esta gran alianza”, escribieron el ex senador Joe Lieberman y Mark Wallace, director del Proyecto Democracia Turca. Algunos miembros del Congreso también lo han dicho.
El ensayo del Journal advirtió que las políticas de Ankara, incluida una intimidad con Putin, habían socavado los intereses de la OTAN y que la alianza debería explorar formas de expulsar a Turquía.
Pero la OTAN es una alianza militar, y Turquía, con el segundo ejército más grande de la organización, una industria de defensa avanzada y su posición geográfica crucial, juega un papel vital. Varios funcionarios, poniendo cautela, han dicho que Turquía solo causaría más problemas como un forastero resentido de la OTAN y podría alinearse más estrechamente con Rusia.